«Queremos que Miguel siga siendo nuestro médico»

Las firmas, que se han recogido en distintos establecimientos de la zona, se enviaron el lunes hasta la Consejería de Sanidad, dirigidas a su titular, José María Vergeles. «Como pacientes estamos muy contentos y agradecidos por su buen hacer, su profesionalidad y su valía. Como personas lamentamos que nos deje por cese de contrato y a ver si pudiera seguir ejerciendo en este centro de salud. Sus pacientes lo agradeceríamos mucho, al igual que él mismo desea seguir ejerciendo en este barrio», reza el texto que acompaña a las rúbricas.

La asociación Río Tinto, la de Santa Lucía, la asociación sociocultural de Aldea Moret y la Primero de Mayo están detrás de esta iniciativa en la que también ha estado involucrada Magdalena Bonilla, titular de una de las dos farmacias que hay en la zona. Su establecimiento ha sido uno de los puntos de recogida de firmas. «Los pacientes nos han pedido que, por favor, insistamos a la Consejería de Sanidad para que se quede porque están muy contentos con él. La gente destaca su buen carácter, su buen hacer, su interés y su trato humano», narra la farmacéutica.

El doctor Turégano es uno de los tres médicos de familia que hay en el centro de salud. Es interino, según ha detallado él mismo a este diario. El SES (Servicio Extremeño de Salud) ha abierto un concurso de traslados y su plaza quedará cubierta por otro facultativo. Mientras tanto, al actual médico de Aldea Moret le asignarán otro destino, que todavía desconoce. Seguirá pasando consulta en el ambulatorio de la calle Jesús Nazareno hasta finales de febrero, previsiblemente.

«Hay que tener mucha vocación y profesionalidad para venir a trabajar aquí. Turégano se deja la piel día a día», describe Arístides García, veterano líder en Aldea Moret, que está al frente de la asociación vecinal Primero de Mayo y de la asociación sociocultural Aldea Moret. García apunta que los residentes están hartos de los cambios de profesionales sanitarios. A la marcha del doctor de atención primaria se suma la inminente jubilación del enfermero que trabaja con él.

Este diario se puso ayer en contacto con el Servicio Extremeño de Salud, que optó por no hacer declaraciones sobre el tema.

Más allá de lo plasmado sobre el papel, basta darse un paseo por el barrio para comprobar sobre el terreno que Miguel Turégano Yedro es muy querido. Su consulta está situada en la planta baja del centro de salud. Ayer él no estaba. En la sala de espera aguardaban su turno dos de sus pacientes.

«Es un médico muy bueno que nos atiende muy bien. De todos los que han pasado por aquí, es el que más se merece esta plaza. Para mí y para mi hija, que tiene parálisis cerebral, es un ángel. Que no se vaya por favor», ruega Mercedes Vázquez Jiménez. «Tiene un corazón noble. No le importa quedarse más tiempo si te tiene que ayudar o subir a tu casa si hace falta. Todo lo que diga de él es poco», agrega Mari Carmen Montañas Vargas.

María Trejo y su madre son pacientes del doctor Turégano. «No he conocido nunca a un médico tan implicado. Si cogemos cita para mi madre y falta mucho para el día de la consulta, nos llama antes para ver qué le pasa por si urge. Con él todo son ventajas. Te lo pone muy fácil», señala.

«Que no nos quiten a Miguel; es muy buena persona. Si estamos bien con él, ¿por qué se tiene que ir? Queremos que siga siendo nuestro médico», zanja Eugenia Cantero, cuyo marido es paciente del doctor Turégano.