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«¿Sabías que tenemos una joya en Cáceres?». Hay un cartel a la entrada de la parroquia de Santiago que llama la atención del ... visitante. Informa sobre el órgano que existe en esta iglesia y su importancia histórica y artística.
«Está en desuso desde hace décadas. Se reparó por última vez en 1916, hace más de un siglo», señala el letrero. Javier Romero, párroco de Santiago, indica que lo que se persigue con la colocación de estos carteles es difundir la existencia de este órgano, que pasa inadvertido para la mayoría porque se encuentra en la parte elevada de la iglesia, en el coro.
Quiere dejar claro que no hay ninguna campaña promovida para recaudar fondos, aunque el deseo de la parroquia es que algún día pueda ser restaurado para volver a funcionar.
«El paso del tiempo y la falta de mantenimiento han provocado grietas, oxidación y pérdida de piezas, lo que hace imprescindible una restauración», detalla el sacerdote.
«Al igual que el resto de parroquias y la propia Diócesis, la iglesia de Santiago tiene la responsabilidad de proteger y conservar el patrimonio, en la medida de lo posible, además de darlo a conocer a los fieles. Sin embargo, el mantenimiento de estos bienes supone un gran esfuerzo económico, que la Iglesia asume como parte de su misión. La mayoría de estos elementos no son enajenables ni generan rentabilidad, por lo que su conservación depende del apoyo institucional y ciudadano», ilustra Romero.
Obra del salmantino Roque de Lara Churriguera, desde la parroquia se asegura que es el único órgano completo que se conserva de este reconocido autor, «lo que le convierte en un bien de extraordinario valor patrimonial».
Responde al estilo barroco ibérico, es del siglo XVIII y destaca por su mueble original, su disposición en dos castillos verticales y su particular estructura sonora con teclados partidos, característica de los órganos de la época.
«Este órgano es una de las pocas piezas de su tipo que se conservan en España y su restauración permitiría recuperar no solo un valioso instrumento musical, sino también un elemento fundamental del patrimonio cultural y litúrgico de Cáceres», concluye Javier Romero.
Los carteles que están a la vista del visitante ponen el acento, además, en otra idea. Cáceres es la única localidad de Extremadura donde se estudia la especialidad de órgano en el Conservatorio. «Actualmente no hay ningún órgano histórico en la ciudad en funcionamiento», se apunta en los letreros.
La parroquia de Santiago, situada a las puertas de la zona amurallada, en el casco viejo de la ciudad, es la sede de dos cofradías con mucho tirón en Cáceres: la del Nazareno y la de la Sagrada Cena.
En esta iglesia se conserva el contrato original de la construcción del órgano, con todas sus características detalladas. Se trata de una pieza cien por cien mecánica, incluido el fuelle manual.
Santiago cuenta además con un importante archivo musical, con composiciones que un día se concibieron para ser interpretadas en este templo cacereño, una de las cuatro parroquias históricas que existían en la ciudad hasta el siglo XIX.
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