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La Fiscalía provincial de Cáceres pide un año y medio de prisión para hombre por un delito de odio. Los hechos, que se juzgan ... hoy martes en la Audiencia Provincial de Cáceres, tuvieron lugar en una localidad cacereña en agosto de 2022 en la zona de dos bares de copas. A las 19.50 horas el acusado se encontró con un hombre al que para humillarle «por motivo de su hostilidad a personas homosexuales y menoscabar su dignidad», indica el escrito de Fiscalía, le dijo varias veces: «maricón de mierda, te vas a comer una mierda así de grande». Esas agresiones verbales las profirió en los dos locales, a los que se dirigió con sus amigos en presencia de las personas que estaban en estos locales públicos.
«Las expresiones verbales que el acusado de forma reiterada dedicó a la víctima, el tono elevado y despectivo que empleó y la exposición pública a la que le sometió cristalizaron, según Fiscalía, en una grave humillación que menoscabó su dignidad».
El agresor, que había consumido bebidas alcohólicas pero tenía sus facultades conservadas enfrenta, además de la pena de prisión a una multa de nueve meses con una cuota diaria de 12 euros y responsabilidad personal subsidiaria en caso de impago. También se le aplicará la pena de inhabilitación para profesión u oficios educativos en el ámbito docente, deportivo y de tiempo libre por un tiempo de cinco años y a 200 euros en concepto de responsabilidad civil por los daños morales ocasionados.
Hay un segundo caso que se juzgará en Cáceres por delito de ocio este mes. El próximo 25 de marzo se sienta en el banquillo de la Audiencia Provincial de Cáceres un hombre para hacer frente a la petición de la Fiscalía de dos años y 10 meses de prisión por delito de atentado, lesiones psíquicas y delito de odio.
Los hechos sucedieron el 9 de junio de 2022 cuando el acusado acudió a la consulta con el objetivo de que la facultativa pautase al menor «un tratamiento que no procedía», indica la Fiscalía en su escrito de calificaciones.
Tras explicarle la pediatra que el tratamiento exigido era «innecesario» y que podía tener «efectos secundarios no deseados», el hombre continuó con su comportamiento desafiante. Abandonó la consulta profiriendo gritos utilizando las mismas expresiones en presencia de los trabajadores del centro y los pacientes que esperaban en la puerta de la consulta. La frase «no tienes ni puta idea, guachapina de mierda» fue repetida en varias ocasiones. Estos hechos causaron a esta sanitaria problemas de salud mental ya que sufrió «trastorno adaptativo mixto con desarrollo de síntomas emocionales y del comportamiento de estrés.
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