Priscila, la autora del robo de Atrio, ya disfruta de su primer permiso

Ambos fueron condenados a cuatro años en el caso de Priscila y a cuatro años y seis meses en el de Constantín Gabriel Dumitru y este viernes les ha sido concedido su primer permiso ordinario, que solo disfruta ella, ya que Constantín lo ha rehusado. La mujer tendrá que volver a la cárcel dentro de 72 horas, el próximo lunes al mediodía.

Tapándose la cara con una carpeta y vestida de rosa ha rebasado la puerta que la separa de la libertad. Allí la esperaba su abogado y una familiar, una joven. Ambas se montaron en el coche del letrado para después cambiar de vehículo en un lugar alejado de cárcel y trasladarse a Madrid. La autora del mediático robo mantuvo su rostro cubierto y no quiso hacer declaraciones a los medios de comunicación que esperaban en la entrada. Sí habló Collado, que explicó que aunque en un principio la junta de tratamiento del centro penitenciario de Cáceres se lo deniega por riesgo de fuga, él recurrió y el juzgado de vigilancia penitenciaria se lo concedió. Lo habitual es que una la junta de tratamiento vuelva a concederle un nuevo permiso cada dos meses, el próximo volverá a ser de tres días pero a partir de ese momento serán seis.

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El nuevo letrado ha sido contratado por los acusados por la pérdida de confianza con la anterior, Sylvia Córdoba. Ella recurrió la sentencia ante el Tribunal Superior de Justicia y ante el Supremo. Ambos recursos fueron desestimados y actualmente se está en ejecución de sentencia. «Cabe un recurso extraordinario de revisión de sentencia y lleva una serie de requisitos que se está intentando ver si se puede plantear o no, estamos trabajando para ver si se puede plantear con hechos nuevos que van aconteciendo», indica Collado.

Constantin ha rechazado utilizar estos tres días porque «considera que no se está siendo justo con él judicialmente» y porque hay un procedimiento de expulsión, «que no está siendo todo lo ágil que debiera de ser». Él desea que se lleve a cabo esta expulsión, ha indicado el letrado.