El sector del cine anima en Cáceres a los espectadores a que vuelvan a llenar las salas

Ha sido uno de los sectores económicos más vapuleados por la crisis sanitaria. El cine, que ya estaba resquebrajado por los cambios de hábitos y el crecimiento de las plataformas on-line, ha reivindicado en Cáceres su papel y ha animado a los espectadores a que vuelvan a llenar unas salas que han ido vaciándose por las restricciones de aforo y por el miedo a los contagios en espacios cerrados.

Esta tarde se entregan en el Gran Teatro de Cáceres los premios San Pancracios de cine y unas horas antes sus protagonistas han debatido sobre el enorme reto que hay que afrontar para que la exhibición de películas en pantalla grande pueda sobreponerse de un «crack» que en Cáceres hace que el único cine que existe solo abra de miércoles a domingo. Hasta el propio festival, que ha ofrecido dos semanas de proyecciones de películas españolas, ha notado una caída sin precedentes en el número de espectadores, un 80% menos según su director, Paco Rebollo. La inversión privada para el festival también se ha reducido.

Entre el análisis, la crítica y un puntito de humor las actrices Marisa Paredes, Nathalie Poza,Carolina Yuste, Loreto Monleón, el actor Gonzalo de Castro y las directoras Isabel Coixet y Pilar Palomero han debatido sobre el actual estado de cosas en el auditorio del Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear. Faltaba Darío Grandinetti, el actor argentino que recibirá de forma virtual su galardón.

La irrupción de las plataformas, pero también el nivel cultural del país, los apoyos institucionales y las políticas de apoyo al sector han sido temas abordados por este grupo de profesionales, que esta tarde recibirán su premio. «El cine se ha hecho para verlo en pantalla grande», ha clamado Paredes, una idea que ha apoyado también la extremeña Carolina Yuste, insistiendo en la importancia de que, desde pequeños, se eduque a los niños en la cultura. «Mis padres me llevaban al cine una vez a la semana», ha dicho. Gonzalo de Castro ha reivindicado «la liturgia» de las salas de cine y Nathalie Poza ha reconocido, para risa general, que está rodando una serie para Movistar + pero que no está suscrita.

Isabel Coixet se ha definido como «una mercenaria de la imagen». «Contaré historias donde me dejen», ha señalado, aunque sí ha hecho su particular crítica a Netflix, a su forma de ofrecer los contenidos. Entre el grupo, mucha esperanza en el futuro, en que las vacunas permitan recuperar la normalidad. Marisa Paredes ha propuesto «hacer una gira» para evangelizar sobre la necesidad de que los cines vuelvan a bullir como antes, como cuando era una niña e iba al cine Doré de Madrid, donde muchas veces tenían que ir a buscarla, porque no volvía a casa.

El modelo francés de protección a su cine también ha sido idolatrado en esta charla. «Después de cinco meses con los cines cerrados los franceses estaban haciendo cola a las 8,30 de la mañana, me daban ganas de llorar», ha indicado Coixet. Paredes ha pedido la aprobación de una ley de mecenazgo y ha lamentado que en España nunca haya habido «un ministro de Cultura de verdad».

La gala, que arranca a la 18,30 horas, se celebra este año sin alfombra roja, para evitar la concentración de personas. La cita está dirigida por Marcos Yepez y será presentada por el actor y cómico cacereño Chemi Moreno.