MARÍA BLANCO CANCHO
MÉRIDA.
Jueves, 25 de julio 2019, 09:11
Una primera imagen del anciano Prometeo vagando triste y perdido sobre el escenario sumergió al espectador desde el principio en la tragedia del titán. La imagen, acompañada de una música palpitante creó un ambiente tenso en el graderío del Teatro Romano en esta sexta obra del Festival de Mérida. Tras esta escena, salió Efesto junto con el coro con sus voces al unísono llevando a Prometeo joven a la roca para encadenarlo.
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Así comenzó a las 11.00 de la noche el estreno de la obra 'Prometeo' que, a pesar del calor, llenó las gradas del Teatro Romano.
Además del atractivo del título, que ya se ha representado varias veces en el escenario emeritense, 'Prometeo' contaba con el tirón de tres actores muy reconocidos en el panorama televisivo y teatral español: Amaia Salamanca,Lluís Homar, y Fran Perea. También el prestigio de su director, José Carlos Plaza, y del autor de la versión libre de la tragedia, el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, fueron fundamentales para atraer al público.
Ya antes de su estreno, el director José Carlos Plaza había insistido en que uno de los elementos importantes de la obra era el misterio, y ese halo de secreto y de necesidad de descubrir lo oculto fue creado con una original escenografía creada en base a la composición de diferentes cuadros.
Los cuadros era cada uno de diferentes épocas, pero todos están relacionados con la revolución o con las injusticias de la sociedad. Por ejemplo, se pudo ver una representación del famoso lienzo del Levantamiento del 2 de mayo de Goya, otro donde aparece Lenin, unos niños judíos en un campo de concentración, 'La Libertad guiando al pueblo' de Delacroix, o un Cristo en la cruz.
Toda esta composición de cuadros se desarrolló bajo la mirada de un águila posada en la roca a la que está amarrada el Prometeo joven.
Y es que el viaje al pasado y al futuro de Prometeo es otro de los hilos conductores de la obra. Durante la función el espectador pudo observar un debate entre dos Prometeos. El joven, interpretado por Fran Perea, que le ha entregado el fuego al ser humano y espera recibir el castigo de Zeus. El anciano, que da vida Lluís Homar, con la sabiduría de los años, y siendo conocedor del destino que le espera, aconseja al joven. Es una trama que va de lo clásico a lo contemporáneo constantemente, y habla esperanza y el amor en el ser humano, a pesar de todo. De esta manera y con el cuadro de Lenin o La Libertad, la escenografía refleja que aunque haya injusticia en la sociedad siempre habrá esperanza de salvación para el ser humano.
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Fue destacable el vestuario de los tres hombres que integran el coro. Simulan a tres figuras temibles, parecidas a diablos con cuerpos grises y trajes largos. Cuando estas figuras aparecen para amenazar a Prometeo, a continuación sale el anciano al escenario para dirigirse al joven y transmitirle sus sabios consejos. Quedó muy bien simulado la representación de los dos Prometeos al instalar al lado opuesto de la roca una especie de salón con libros, una alfombra y un sillón en dónde se encuentra el anciano.
'Prometo' es un espectáculo lleno de misterio con un sentido muy actual, al hablar del afán de poder pero deja la puerta abierta a la esperanza.
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