Cogida de Perera en el mano a mano con Ferrera en la Maestranza

Miguel Ángel Perera ha sufrido una cogida este sábado en su mano a mano con Antonio Ferrera en la Maestranza de Sevilla en el que los dos diestros extremeños lidiaron seis toros de Victorino Martín. El de Puebla del Prior fue cogido por Buenacara, el último toro de la sexta de abono de la Feria de Abril de Sevilla.

Perera, sabedor de que había opciones, brindó al público su tercer toro y último de la tarde. Sin probaturas, se puso a torear con temple desde el principio. Por el pitón izquierdo, el toro lo tira al suelo y lo prende de dramática manera. Encima de los pitones, se temió lo peor. Se aprecia un boquete en el terno a la altura de la zona lumbar, a altura del fajín, pero Perera quiso rematar su obra.

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Visiblemente dolorido, tiró de amor propio y volvió sobre ese pitón. Se tiró a matar y dejó un espadazo, algo trasero. La petición fue a menos y todo quedó en saludos. Perera entró en la enfermería por su propio pie. Sufrió «una cornada en región dorso lumbar izquierda que afecta a musculatura paravertebral, con apertura de fascia toraco-lumbar, siguiendo dos trayectorias de 6 y 8 centímetros, de pronóstico reservado», según el parte médico.

La primera mitad de la corrida de Victorino, de muy armónicas hechuras, bella de ver, tuvo particular fijeza y llamativa nobleza también. Ni sombra de fiereza, salvo en el caso de un tercero de impetuosa salida. Los tres primeros tardearon lo indecible en varas. El vano empeño de Antonio Ferrera por ponerlos en suerte en distancia sideral acentuó ese borrón. Los tercios de varas de primero y tercero, cargados de tiempos muertos, fueron interminables y hubo protestas por la demora, más propia de un tentadero que de una corrida.

Por su parte Antonio Ferrera logró cortar una ojera a su tercer toro, el único trofeo de la tarde.

En el cartel también figuraba Emilio de Justo, pero su cogida en Las Ventas impidió la terna extremeña.