
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La tradición de las últimas temporadas marcaba que la feria de Olivenza debería servir para el debut con caballos del alumno o los alumnos más ... aventajados de la Escuela Taurina de Badajoz. Este año, pese a que el ciclo oliventino cuenta con dos festejos de este tipo, quienes configuran los carteles se han saltado esa tradición y, con ello, han salido ganando los aficionados extremeños que han podido dar por iniciado el curso taurino con una novillada con caballos de José Luis Pereda, en la que El Mella hará de testigo en el debut del pacenseJJulio Méndez y el cauriense Jorge Hurtado.
Hurón se llamaba el pequeño utrero de Pereda con el que El Mella abrió plaza. Salió suelto el onubense y al barcarroteño le costó meterlo en los vuelos de su capote. Bien picado por Palomo, fue banderilleado con solvencia por Juan Luis Moreno. Comenzó la faena Sergio Domínguez en el tercio con unos ayudados por alto muy quietos y muy toreros. Por la derecha el novillo embistió sin clase pero con cierta codicia, por la izquierda el animal echaba la cara arriba y no permitió el lucimiento del de Barcarrota. De vuelta a la diestra el astado repitió una y otra vez su insulsa embestida hasta enfriar a los tendidos. Un cierre por manoletinas y una estocada entera algo trasera y tendida le valieron a El Mella los dos primeros trofeos de la tarde.
Ficha del festejo
Toros Seis novillos de la ganadería der José Luis Pereda. Pequeñitos, nobles y descastados pero bien armados los tres primeros y con más cuajo pero el mismo juego los tres últimos. La ambición del quinto le salvó de la quema.
Novilleros Sergio Domínguez 'El Mella': dos orejas y dos orejas; Julio Méndez: dos orejas y rabo y dos orejas y rabo; Jorge Hurtado: dos orejas y oreja.
Plaza Coso de San Albín, un tercio largo de entrada en tarde despejada y casi primaveral.
El novillo con el que Julio Méndez se presentaba con picadores se llamaba Panfrito, mucho mejor presentado que su antecesor aunque con el mismo carácter distraído, algo que no fue óbice para que el pacense le calzara un saludo por verónicas digno de la habilidad con el capote que ya ha demostrado en su trayectoria sin caballos. A la salida del su encuentro con el del castoreño, Méndez lo quitó con el capote a la espalda en un arriesgado derroche de valor bien correspondido por los tendidos. El ramalazo de mansedumbre del onubense complicó mucho la vida a Jesús Talaván y Antonio Vázquez en banderillas. El tradicional brindis del debutante correspondió a Luis Reina y El Cartujano.
El primer susto de la faena llegó con el novillero de rodillas en el tercio y su oponente a punto de arrollarlo. La tanda de derechazos que abrió la faena ya arrancó los olés en los graderíos a pesar de que el de Pereda reiteraba su intención de demostrar su condición. Muy buena izquierda de Julio en su doble trabajo de intentar hacer que el animal pasara por su muleta y que no se rajara después de cada embestida. Sacó el de Badajoz su experiencia como becerrista para aprovechar los terrenos y hacer faena de un astado que no la tenía. Un cierre por bernadinas, que casi acabaron en toriles por la querencia del novillo, y un estoconazo erstrenaron el esportón de Julio Méndez como novillero con caballos con dos orejas y rabo.
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El utrero que correspondió a Jorge Hurtado en el sorteo para comparecer por primera vez con picadores se llamó Banderillero y presentó mejor aspecto que el primero, pese a pesar lo mismo en la báscula. Saludado de forma correcta por el cauriense por verónicas recibió un nefasto trato en varas a cargo de Félix Majada. Un arriesgado par de José Luis Triviño precedió al brindis a los representantes de la Escuela Taurina de Badajoz. El de Coria comenzó su faena imprimiendo a sus derechazos su sello personal, demostrando que quiere ganarse la vida con sus trastos. Muy bien puesto ante la cara del novillo, con la mano izquierda aprovechó la nobleza de su enemigo para instrumentar los mejores naturales de la tarde, hasta ese momento. De regreso a la diestra, demostró el oficio cuajado en su etapa de becerrista y sometió al animal de manera contundente. Media estocada bastó para que el de Pereda doblara y Jorge Hurtado cortara sus primeras dos orejas como novillero con caballos.
A porta gayola se fue El Mella a por Desconocido, el cuarto de la tarde al que enceló en su capote con prontitud. Trató de ponerlo al caballo al paso pero el de Pereda se resistió. Un buen puyazo de Paco Félix precedió a un espléndido par de Luis Miguel Amado en banderillas antes de que el de Barcarrota brindara al público e iniciara genuflexo su faena para deleite de sus seguidores. Pronto demostró el novillo que su mayor cuajo con respecto a sus hermanos no le confería ni un gramo más de clase. Lo intentó el barcarroteño por los dos pitones pero su enemigo no le otorgó ni una embestida de calidad que llevarse a su muleta. Caído el sol, el frío se apoderó de los tendidos y Sergio no tuvo materia prima con la que calentarlos. A pesar de todo el cierre por bernadinas y una estocada maarca de la casa le granjearon dos nuevos trofeos.
Ventoso se llamaba el precioso burraco al que Julio Méndez recibió por verónicas en el tercio en su segunda comparecencia ante los del castoreño. Algo trtasero y caído el puyazo de José María Sánchez antes de dos buenos pares nde Antonio Vázquez y Alfonso Gómez. Brindis al público y cite de rodillas desde los medios para comenzar la faena y destilar algunas gotas de su gran clase. Impresionante la segunda tanda de derechazos muy profundos. Con la izquireda tanto de lo mismo pero algo más sucios. Como si llevara 50 novilladas con caballos, Julio Méndez se fue a por su enemigo y le cuajó varias tandas de novillero veterano. Acortados los terrenos, el pacense se jugó los muslos y demostró que además de arte tiene valor para repartir. Ayudados por alto para cerrar y una gran estocada volvieron a otorgar al nuevo nopvillero de Badajoz los máximos trofeos.
Señorón llevaba por nombre el colorado de Pereda que cerraba plaza y que correspondió en turno a Jorge Hurtado. Algo parado en el saludo y ligeramente bizco, tardó en encelarse con el capote del cauriense y cayó en su encuentro con el caballo. Un atropellado tercio de banderillas dio paso a un sentido brindis del de Coria a sus padres. Se dobló con su enemigo en el tercio en el inicio de la faena y arrancó un una tanda de rechazos en la que el de Pereda evidenció su falta de clase. Con la muleta muy pegada a la cara de su enemigo, Hurtado ligó lo que le dejó el onubense, poco y atropellado. Una estocada casi entera y algo trasera bastó para que el onubense rodara y Jorge Hurtado cortara el último trofeo de la tarde.
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