El Santa Teresa sale del desierto

Badajoz. Tuvo que ser Estefa otra vez la que sacará ayer al Santa Teresa de una peligrosa travesía por el desierto que se prolongaba ya por nueve jornadas sin ganar, y lo que es más preocupante, un viaje en el que en las seis últimas sólo había marcado un gol. Fue Estefa gracias a una buena jugada de Sofía, pero el gol de la capitana lo celebraron todas las jugadoras como propio con un mucho de rabia y un mucho de alivio. No era para menos, porque pasaron 69 minutos hasta que el Santa Teresa vio puerta, y aunque después dominó, antes había sido dominado.

El Sporting Club llegaba a Badajoz con una racha opuesta a la del Santa Teresa. En las última cinco jornadas había ganado tres partidos y empatado dos, y el ganador de la Copa de la Reina de 2015 venía a por más. En los primeros 20 minutos lo dejó claro. Ante la imprecisión de las locales, Anita lo intentó en el minuto 7 desde fuera del área, Analu, en el 13, casi caza un balón bombeado que cayó envenenado sobre la línea de gol, y Anulu, dos minutos después, lo volvió a intentar desde lejos. Además, la peligrosa Martín Prieto se iba con velocidad de la defensa rojiblanca.

Un panorama poco alentador hasta que en el 22, Mireya se fue de dos defensoras para sacar un centro muy cerrado al que no llegó Ania por muy poco. Aina se golpeó con el poste al intentar rematar, un golpe que despertó a sus compañeras. María Neira, espectacular en su trabajo defensivo, hizo trabajar a la brasileña Thais desde fuera del área. Peke lo intentó de falta directa y Estefa remató acrobáticamente un pase de Mireya poco antes del descanso. Pero el gol seguía sin llegar.

En la segunda parte, el que primero movió ficha fue Antonio Toledo, que metió oxígeno a las bandas con Patricia y Juliete, pero al que le funcionó mejor el banquillo fue a Juan Carlos Antúnez, en el 68 metió a Sofía por Mireya. Fresca y con una defensora con amarilla, la menuda delantera aprovechó su velocidad y regate para en su primera intervención sacar un centro preciso que Estefa remató de cabeza. Se desató la locura en la grada y en el césped.

Con el 1-0, el Sporting Club se desquició y el Santa Teresa controló el partido, tuvo ocasiones para aumentar la ventaja, pero también tuvo que salvar las acometidas de Martín Prieto o los disparos lejanos de Patricia. Lo hizo y sumó tres puntos para cerrar el año desde el oasis de la décima plaza.