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Alberto García
Domingo, 11 de junio 2017, 08:55
El escenario era el ideal. El Cerro de Reyes se jugaba ayer el ascenso a Segunda en su casa y con una ventaja de tres goles del partido de ida en Noia (0-3), una renta que parecía suficiente, o que por lo menos daba tranquilidad. Nada más lejos de la realidad. El Noia llegó a Badajoz dispuesto a aguar la fiesta a los blanquiazules y casi lo consigue. El Cerro solo estuvo por delante en el marcador durante unos segundos, en la primera parte estuvo ausente más de un cuarto de hora, y en la segunda vivió durante muchos minutos de las manos de Miguel. Solo la calidad de Rafita, el coraje de Aarón o la rabia de Nene dieron vida al Cerro, que ayer se apoyó en la abarrotada y muy caliente grada del Antonio Domínguez, que empujó más que nunca, a veces más de lo deseable, y otras veces apuntando su ira directamente sobre los árbitros.
Cuarenta minutos de suspense en la grada que terminaron con un 5-6 y una fiesta sobre la cancha. Abrazos, baños de agua, cánticos, lágrimas y muchas fotos. Esos fueron los premios que recogieron los chicos de David Serrano al final del partido, porque al principio lo que recibieron fue un 0-2 en poco más de siete minutos que les devolvió a la realidad.
Xuxa marcó el primero a los dos minutos. Borja dispara de lejos en un saque de banda, Miguel no atrapa el balón y le llega a Xuxa, que cabeceó sobre la línea de gol. Los nervios atenazaban a los cerristas y el Noia casi hace el segundo, el tercero y el cuarto antes del minuto cinco. Momentos de agobio que provocaron la pérdida de un balón que supuso el segundo el 0-2 de Álex.
Serrano pidió su primer tiempo muerto porque los suyos todavía no habían tirado a puerta. El primero en hacerlo fue Samuel en una doble ocasión en el minuto 11 que terminó en una chilena que levantó al pabellón al ritmo de «Sí se puede». Un ritmo que contagió o despertó a los pacenses que empezaron a trenzar jugadas y a probar suerte. Minuto 16. Presión en la salida del balón del Noia, pérdida, jugada de Samuel y Aarón, con pase de tacón incluido, y gol de Bebo para tranquilizar las aguas. 1-2. Aguas que volvieron a su cauce inicial a falta de un minuto del descanso con el 2-2 de Nene y todo por decidirse en la segunda mitad.
El Cerro salió más despierto que en la primera mitad, pero el Noia volvió a adelantarse con un gol de Marcos. 2-3 y 15 minutos por jugar. Rafita puso orden tres minutos después, 3-3. Con el empate y 12 minutos por delante, el Noia empezó a jugar con portero jugador, lo que aprovechó el Cerro para marcar el 4-3 por mediación de Sergio. Espejismo. En la siguiente jugada, un gol en propia puerta de Nenu puso el 4-4. Un minuto después, llegó el 4-5 de Álex y por después el 4-6 de Xuxa. Quedaban algo más de cuatro minutos y un gol del Noia le deba el ascenso.
La locura en la que se había convertido el partido no le venía nada bien al Cerro, que acudió una vez más a la grada buscando las fuerzas que se agotaban en las piernas. Aarón tuvo la tranquilidad en dos claras ocasiones, pero ayer el mago falló lo que nunca, y tuvo que ser Sergio el que en un saque de esquina empalmará un balón que entró por la escuadra de Brais para el delirio de los blanquiazules. Invasión de campo primero y baño en la fuente de Las Grullas después. El joven Cerro celebró a lo grande su primer ascenso y deja atrás a su mejor baluarte, el Antonio Domínguez, al que nunca podrá agradecerle lo suficiente los servicios prestados ayer.
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