Notable despedida como local

El Extremadura volvió a ganar, de nuevo de forma justa y de nuevo supuso un regalo tanto para el club, el equipo y los aficionados azulgranas.

Los goles de Carrasco, que estuvo genial, y Pinchi tumbaron a un Sporting de Gijón sin alma y a merced de un Extremadura que se está despidiendo de la categoría con sus mejores galas. Y es que el Extremadura ha conseguido los mismos puntos en los dos últimos partidos, cuando ya sabía que estaba descendido matemáticamente, que en los ocho disputados tras el parón, donde de verdad se jugaba la vida el cuadro azulgrana.

Quizá haya sido la ansiedad por hacer buenos partidos en los momentos clave lo que haya frenado a un Extremadura que ahora se parece más al equipo sólido que consiguió la salvación la pasada campaña. Los dos equipos apenas se jugaban nada, ya que el Sporting de Gijón aún tenía opciones matemáticas de clasificarse para los playoff de ascenso a Primera División, pero las posibilidades reales eran mínimas, ya que aún ganando se podría quedar sin opciones para la última jornada. Eso propició que el ritmo del partido en el Francisco de la Hera no fuese muy elevado y que el partido careciese de emoción. Pese a ello, ambos equipos querían el triunfo: el Extremadura por seguir honrado la competición y darse una alegría; y el Sporting de Gijón para apurar sus opciones de clasificación para el playoff.

Y el Extremadura tuvo la primera ocasión clara del choque. En una falta lateral cometida sobre Nono –desde el banquillo azulgrana le recriminaron la entrada a Marc Valiente- estuvo el equipo local a punto de abrir el marcador. Tras un primer remate el esférico le cayó a los pies a Borja Granero, que mandó el cuero arriba cuando estaba totalmente solo ante Mariño. Y si el Sporting quería ganar el partido, no lo demostró. Ni cuando Aitor García aprovechó un rechace para marcar un tanto que inmediatamente fue anulado, ya que Djurdjevic estaba en fuera de juego posicional en el primer tiro de Manu García, dio muestras el equipo asturiano de querer llevarse los tres puntos.

Y entonces, tras la pausa para la hidratación llegaron los mejores momentos para los de Manuel Mosquera. La primera jugada tras el breve receso acabó con el esférico en las mallas de Mariño. Carrasco aprovechó un buen pase para internarse en el área para, como si fuese fácil y lo llevase toda la vida haciendo, batir al portero con un disparo potente al palo corto. El gol supuso la primera diana de Carrasco, jugador de Almendralejo, en el fútbol profesional. Y en el Francisco de la Hera. La jugada soñada.

El tanto abrió la caja de los truenos azulgranas, y es que el equipo local se pudo ir al descanso con tres tantos de ventaja. Nono tuvo en sus botas el segundo con un tiro desde la frontal, pero el balón se fue lamiendo el poste de la portería visitante. Y apenas dos minutos después la tuvo de nuevo un eléctrico Carrasco, que aprovechó un centro de Nono para rematar al larguero en lo que pudo ser el segundo. Pero el Extremadura no echó el freno y, ante la pasividad del Sporting, consiguió marcar otro gol antes del descanso. Carrasco, de nuevo protagonista, entró en el área con el esférico controlado antes de asistir a Pinchi, que emuló a su compañero y batió a Mariño con un disparo potente al palo corto. Los buenos minutos azulgranas tenían su premio en el marcador.

Ya en la segunda parte no pasó absolutamente nada. Solo el carrusel de cambios de ambos equipos y la pausa para la hidratación sacaron del sopor a los jugadores y a los aficionados que siguieron por televisión el choque.

La ocasión más clara la tuvo el Sporting de Gijón en un disparo de Murilo que sirvió para que Collao demostrase que hay portero para rato gracias a una gran parada.

Y así, con una victoria muy clara, se despidió el Francisco de la Hera del fútbol profesional esta temporada. Los tres puntos ante el Sporting son los últimos que presenciará el coliseo azulgrana en Segunda División.