«Mi idea fue siempre quedarme, pero con el mismo contrato»

Tras algo más de un año de matrimonio, el CD Badajoz y Kike Carreño han decidido hacer camino por separado. La idea inicial era que club y futbolista continuaran juntos también este año, pero al final las negociaciones no han podido llegar a buen puerto. El andaluz tenía contrato en vigor, pero el Badajoz, al igual que con el resto de ofertas de renovación, se la ofreció a la baja. Lo que ha conseguido que al final la propuesta del Sabadell sea mucho más atractiva.

Los contratos que se firman hoy en día en el mundo del fútbol contienen multitud de cláusulas que no llegaríamos nunca a adivinar. Algunas de ellas, el Badajoz parece que las quería cambiar. «Querían reducirme algunas cosas. Al final, lo mejor ha sido que me fuera», destaca el protagonista. Al anunciarse oficialmente su continuidad y llegar a disputar el primer encuentro de pretemporada, puede parecer que su marcha ha sido gestada en las últimas horas, pero en realidad no estaba todo cerrado con la entidad pacense. «No fue rápido, se ha extendido durante todo el verano. No teníamos nada claro». La opción del Badajoz siempre fue la primera, pero la falta de acuerdo ha hecho que al final se precipitaran los acontecimientos. «Mi idea fue siempre quedarme, pero con el mismo contrato».

Su equipo de destino será el CD Sabadell, un conjunto que hace dos campañas estaba en Segunda División y que lucha para volver al fútbol profesional. «Me voy casi seguro al Sabadell, pero aún quedan algunos flecos», asegura. Al CD Badajoz llegó el curso pasado procedente del Cacereño, donde había brillado en tan solo seis meses, por lo que asume el reto con mucha ilusión. «Es volver otra vez a estar en un buen equipo de Segunda B».

Mejora económica

El recalar en un equipo de superior categoría no siempre supone que se vaya a cobrar más, pero en este caso sí. «Económicamente es mejor también, pero de todas formas yo quería quedarme», reitera. Además, la mayoría de futbolistas que llegan a un equipo puntero de Tercera, suelen incluir en el contrato una cláusula para quedar liberados si les llama un conjunto de superior categoría, aunque en este caso no era del todo así. «Lo tenía apalabrado, pero no por escrito en el contrato».

De este año y algo, se lleva sobre todo cosas positivas. «Me he sentido muy a gusto y he disfrutado mucho del fútbol, pero ha habido críticas que no he entendido», asegura. Carreño contaba también con el cariño del vestuario, y se lleva, incluso, amigos de su estancia en la capital pacense. «Mis compañeros querían que me quedara. Les deseo lo mejor». La temporada pasada había mucha ilusión puesta en el equipo para que lograra el ascenso, y eso se transmitió también al vestuario. «El no ascender fue un palo duro».

El año pasado llegó a Badajoz para superar los 25 goles y cumplió -acabó la liga regular con 27-, así que espera seguir con la racha. «La temporada pasada fue muy buena. Ojalá este año pueda hacer la mitad», comenta.