El Villanovense asciende a Segunda B

Poco más de un año después de su descenso, el Villanovense vuelve a ser equipo de Segunda B. El conjunto dirigido por Álvarez de los Mozos consiguió ayer su ansiado ascenso a la categoría de bronce del fútbol español tras empatar en el Francisco de la Hera de Almendralejo (1-1) frente a un Cacereño que tendrá que esperar una nueva oportunidad tras claudicar en su cuarta intentona consecutiva. El cuadro serón, que ya había quedado como primer clasificado cuando se dio por finalizado el campeonato regular, pone así la guinda a una temporada en la que, pese a contar con algunos altibajos y con cambio de entrenador de por medio, ha demostrado ser el equipo con más hechuras de toda la Tercera extremeña. Cristo y Teto pusieron los goles en una cita igualada y no exenta de tensión por lo que había en juego.

La principal novedad en el Cacereño de salida fue la aparición en el once de Jordi Pérez. Aunque Bernabé entró finalmente en la convocatoria, el habitual meta titular de los verdiblancos no se recuperó finalmente a tiempo de sus dolencias físicas, las mismas que ya le habían obligado a abandonar antes de tiempo el encuentro de la anterior eliminatoria frente al Coria. Teto, que se había perdido el partido contra los celestes por sanción, salió de inicio como amenaza ofensiva. Álvarez de los Mozos, por su parte, dejó en el banquillo del Villanovense en primera instancia a hombres como José Ángel o Belencoso.

Fue el Cacereño, obligado a marcar para vencer la eliminatoria, el que quiso llevar la iniciativa desde el principio, aunque sin protagonizar verdadero peligro. El Villanovense, en cambio, aprovechó su primer zarpazo para anotar el primer gol de la noche en el minuto 8 por mediación de Cristo, quien fue el más listo de la clase para aprovechar dentro del área cacereña un tiro de su compañero Mamau que el hombre de los mil y un ascensos convirtió en pase mortal. Un tanto que llevaba el delirio a los graderíos de Tribuna y Fondo Sur, donde se ubicaba la afición serona, y que ponía cuesta arriba la cita para el equipo de Cobos.

No tardó el Cacereño en reaccionar y Marcos Torres, con un malintencionado cabezazo, obligó a Pawel a emplearse a fondo para desviar el balón a córner en el minuto 12. Posteriormente, Casi pudo haber ampliado distancias para el Villanovense, pero no estuvo acertado en su acometida.Ya en el minuto 22, tras una diablura de Carlos Andújar que acabó en córner, Teto puso las tablas con un certero zurdazo con el que añadió al encuentro más sal y pimienta.

Tras la pausa de hidratación el alto ritmo del primer cuarto de partido bajó algunos enteros. El respeto entre ambos equipos se hizo patente y no se dieron grandes oportunidades de gol antes de llegar al tiempo de descanso en una primera mitad en la que tanto Cristo como Casi, del Villanovense, vieron cartulinas amarillas por simular penaltis en el área protegida por Jordi Pérez.

El Villanovense dio al inicio de la segunda parte un paso al frente con un incisivo Gregory. No obstante, el Cacereño tampoco renunció a poner cerco a la mete de Pawel.

En una contra bien orquestada por Teto, Marcos Torres y Neto, Ezequiel tuvo en el corazón del área su mejor oportunidad del partido cuando lo tenía todo a favor, pero conectó mal con el balón y dilapidó la ocasión de los cacereños.

Fruto de la necesidad, el equipo de Julio Cobos se lanzó definitivamente a por el partido y por momentos llegó a sembrar cierto temor entre los aficionados de un Villanovense que aguardaba su oportunidad a la contra para intentar sentenciar la eliminatoria.

Visiblemente superior al Villanovense en el aspecto físico, el Cacereño se jugó el todo por el todo con la inclusión de Murci por Alberto Delgado. Sin embargo, la expulsión de Borja García en el minuto 79 por doble cartulina amarilla tras cortar de forma irregular una contra del Villanovense trastocó todos los planes de Julio Cobos. La superioridad numérica permitió en los minutos finales al equipo de Álvarez de los Mozos sacudirse, en gran parte, la presión de un Cacereño que buscó en el juego directo el gol que le diese el ascenso.

El colegiado Gargantilla Fernández de mostró especialmente piadoso con el Cacereño al perdonar la segunda amarilla a Neto a falta de dos minutos para el final del tiempo reglamentario. El Cacereño lo intentó hasta el final, con una última jugada en la que los verdiblancos reclamaron un posible penalti sobre Rodri. Sin tiempo para más, el pitido final dictó sentencia favorable para un Villanovense que hizo valer su condición de primer clasificado en liga para beneficiarse del empate. Los de Julio Cobos se quedaron a un gol del ascenso y se verán obligados a afrontar su quinta temporada consecutiva en Tercera el próximo curso.