Pablo Blázquez deja un club en crecimiento

El abrazo sentido y sincero que le fundió con Angelito al finalizar su comparecencia resume lo que han sido estos cinco años. Su dedicación, compromiso, honestidad, respeto, desvelos y el cariño que deja y se lleva. Pablo Blázquez deja una huella que permanecerá grabada en los anales de la historia blanquinegra. Un legado que va más allá de haber llevado al Badajoz del fútbol regional a tocar las puertas de la Liga del Fútbol Profesional. «De Valdehornillos a Las Gaunas», dijo en una forma de condensar el sinuoso recorrido de ese lustro cargado de esperanza, emociones, alegrías, decepciones y sobre todo de ilusiones. Las de su junta directiva cuando asumió el difícil reto de dirigir el club cuando nadie quería y las que con su labor callada, responsable y honrada ha impregnado por toda la ciudad. Pablo Blázquez fantaseó con devolver a su equipo al lugar que merecía y en ese proceso contagió a la afición hasta compartir un mismo sueño. «Prometimos volver y volvimos», apuntaba este miércoles en su despedida. Pero su mayor valor es haber conseguido que vuelva a latir el corazón blanquinegro en toda la ciudad.

Pablo Blázquez escogió una frase que unos acuñan a Valdano y otros a Sacchi que dice que «el fútbol es la cosa más importante de las menos importantes» para iniciar su despedida a cinco años (el primero como gestora y los cuatro últimos electo) al frente de los destinos del Badajoz. «En mi caso, echo la vista atrás y no ha sido así. He priorizado este sueño, este reto personal, por encima de muchas cosas, incluso de las más valiosas como la amistad, la salud, la familia... Demasiadas ausencias, aún en ocasiones estando presente», señaló. El ya expresidente del club blanquinegro recordó el comienzo de esta aventura en 2014 cuando la responsabilidad de llevar a un club aficionado y en pañales recién aterrizado en Tercera asustaba a cualquiera y nada que ver con la etapa en los bajos fondos del fútbol regional. «Nos pusimos al frente del club, junto a mi fiel amigo Cholo, cuando no había nada, cuando nadie quería. Con un solo fin, ayudar y arrimar el hombro para hacer un Badajoz más grande. Aportando cordura, mucho esfuerzo y como ha dicho alguna vez mi compañero Luis (Merchán) 'canalizando el empuje de nuestra afición'», recordó. Durante su discurso hilvanó los distintos eslóganes que ha tenido el club durante estas cinco campañas de abonos para reflejar de manera muy gráfica lo que querían y lo que han ido consiguiendo para la entidad. Se va dejando al Badajoz como un club respetado, valorado y admirado, viendo florecer la semilla de la cantera con LaAcademia CDB y la sección femenina como referentes del fútbol extremeño. Su gran apuesta. También con el mérito de haber recuperado el Trofeo Ibérico y crear la Asociación de Veteranos con la «intención de honrar nuestra historia».

Habló de su aprendizaje en la gestión y de «lealtad y deslealtad», quizás marcado por la decepción de Premium Sport -el detonante de su marcha- y la llegada del nuevo inversor. Pablo Blázquez aseguraba que es una decisión tomada en febrero, muy meditada por el «desgaste de este último año» y en ese sentido creía que ahora era el momento idóneo para dar un paso al lado. «Ha sido muy duro por el tema institucional. No hemos podido disfrutar del final de temporada», admitía.

El expresidente del Badajoz se puede ir con la conciencia tranquila y la cabeza alta. «Me voy muy orgulloso de la gente que ha hecho posible estos cinco años. Gracias a ellos, el club en lo social ha tenido un crecimiento constante hasta llegar a cotas que hacía muchos años que no se veían. El club, tal y como nos propusimos, está en la ciudad», señaló.

Pablo Blázquez agradeció a todas las personas que han formado parte de esta gran familia blanquinegra que le han acompañado en estos cinco años desde sus colaboradores, cuerpos técnicos, médicos, jugadores, personal del club, afición y medios de comunicación. En ese punto, no pudo evitar emocionarse en el momento de agradecer a su mujer su apoyo y paciencia. «No me puedo olvidar de mi mujer Beatriz. Gracias por haber comprendido y aguantado tanto todos estos años», subrayó con la voz entrecortada y sin poder contener las lágrimas. De la afición precisó que no se iba a despedir porque «paso a ser uno de ellos en los campos de tierra o en lujosos estadios. Seré uno más. Siempre fiel, siempre blanquinegro», concluyó su emotiva carta entre aplausos de informadores, personal del club, responsables de LaAcademia y Angelito, que quisieron arroparle y mostrarle su cariño en este momento tan especial.

Con Pablo Blázquez se marchan siete de los diez directivos (Santiago Martínez 'Cholo', Luis Merchán, José Manuel Sopa, Fran Leal, José María García, Julio Báez y el propio presidente) y se quedan Álvaro Trigo, José María Martínez 'Joselito' y Miguel Barrado. Sobre el nuevo rumbo que toma el Badajoz con el empresario sevillano Joaquín Parra se mostró esperanzado. «Esta persona viene con un poder económico muy importante y asegura ciertas garantías. Confío en la gente que se queda». En ese sentido, expuso que este desembarco daría cierta continuidad a la gran labor realizada por su equipo estos años. «Entiendo que garantizan la continuidad de los trabajadores del club, igual que le pusimos las condiciones de que renovaran al cuerpo técnico y a una serie de jugadores», sostiene.

De estos cinco años, Pablo Blázquez se queda con «el respeto de la afición y lo que hemos vivido los últimos meses en la ciudad».