
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No será el 75% del aforo, ni siquiera se podrá alcanzar la cifra de los aproximadamente 7.000 abonados, como era la intención del club, pero la cantidad inicial de 2.784 se amplió a 4.489 procedente de un porcentaje del excedente del Amorebieta, que solo despachó entre sus seguidores unas 500 localidades. Además, a última hora, el Badajoz anunció que la Federación había entregado un paquete adicional con 300 más que se podían adquirir desde las 22.00 horas de anoche en las taquillas. Restan todavía las que proporcionará vía telemática el ente federativo para el público en general durante la jornada de hoy.
Pese a todo, ayer fue una jornada de mucha incertidumbre, inquietud y excitación. Estaba previsto que una remesa se pudiera adquirir a través de internet desde la misma hora que en las taquillas, pero unos problemas técnicos retrasaron el inicio. El club pedía paciencia a quienes esperaban frente a sus dispositivos móviles y ordenadores, pero el desasosiego y el enfado incrementaba con el paso de los minutos. Algunos protestaban al ser incapaces de acceder al interfaz, otros se quejaban de que habían realizado el pago, pero que no había rastro del resguardo acreditativo (incidencia que ya se repitió en la semifinal). «Lamentamos comunicar que debido a la alta demanda no se puede comenzar la venta 'online'. El número de accesos triplica el número de abonados del Badajoz. Pedimos disculpas. Estamos trabajando para restablecer el sistema», notificaban desde el club.
Se calculaba que la web soportaba un tráfico cercano a los 20.000 ingresos. La explicación oficial, lejos de aplacar los ánimos, enfervoreció aún más el ambiente de crispación, ya que algunos acusaban de falta de organización ante la previsible oleada que se avecinaba. A mediodía se lograba subsanar el fallo persistente y se agotaron las localidades en unos minutos. La bola seguía creciendo sin freno hasta el punto de que algunos exaltados, frustrados por no poder presenciar en vivo el encuentro, extendieron el bulo de que en realidad no se había llegado a sacar por internet ninguna remesa. En cualquier caso, se expenderán a partir de las 12.00 horas de este viernes en el estadio los tiques físicos de la reserva y también se resolverán las posibles incidencias surgidas durante el proceso.
Mientras tanto, en los aledaños del Nuevo Vivero, los cientos de aficionados que fueron congregándose en un goteo incesante desde el lunes a las once de la mañana recogían ayer el fruto a su perseverancia al poder adquirir las primeras entradas que se despacharon pasados siete minutos de la diez de la mañana.
Crístofer Ayuso jugueteaba con nerviosismo con los cuatro abonos que portaba entre sus manos. «Ve calentando que salimos ya», le espetaba un acompañante. Era el primero de una cola interminable. Por fin podía cruzar los apenas cinco metros que separan el vallado de la ventanilla, un trayecto que recorrió con paso marcial. «Es una alegría inmensa, estamos cerca de subir a Segunda, es algo que llevamos buscando mucho tiempo. Los jugadores están haciendo una temporada grandiosa y se merecen el doble de esfuerzo y ánimo», relataba portando sus tiques.
Tenderetes, jaimas, sombrillas, tiendas de campaña, sacos de dormir... Más que la fila para un evento deportivo, la explanada parecía un campo de refugiados. Se palpaba la importancia de la ocasión; nadie quería perdérselo. «Somos campeones, el primer gol ya lo hemos marcado», comentaba orgulloso uno de los fieles blanquinegros. Otro realizaba un gesto roquero con la mano al tiempo que gritaba: «¡Ya tengo mis dos billetes para el paraíso!», en referencia al tema de Eddie Money 'Two tickets to paradise'.
Un operario empujaba un carrito y proveía de botellas de agua para combatir las inclemencias climatológicas, en un día de altas temperaturas pese al frío que algunos reconocen haber pasado durante la noche más larga, la de la víspera del gran momento. «A mí me pones un cubata», le espetaba con humor otro de los hinchas.
Uno de los instantes de mayor comunión se vivió apenas unos quince minutos antes de la hora prevista para que se levantara la persiana y corriera el papel. Una representación del cuerpo técnico y los jugadores, encabezada por Álex Corredera, Guzmán Casaseca y el entrenador, Fernando Estévez, rodeó el coliseo pacense aplaudiendo como agradecimiento al apoyo abnegado, siendo correspondidos con una cerrada ovación mientras se coreaba '¡Badajoz alé, Badajoz alé, Badajoz alé!'. Fue un bálsamo, una dosis de aliento extra para el último esfuerzo.
También hubo decepciones de quienes no estaban conformes con la distribución de los asientos. «He querido coger una entrada de Tribuna Central y me han dicho que están todas copadas por la Federación. Estoy harto del politiqueo. Llevo tres noches aquí y es una vergüenza, no hay derecho. Siempre pasa lo mismo», explicaba Joaquín González indignado.
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