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Elena Fonseca en el banquillo del Nuevo Vivero durante el encuentro entre el Badajoz y el Jerez de este domingo. :: josé vicente arnelas
El Jerez, en buenas manos
Tercera

El Jerez, en buenas manos

«Es más difícil la relación si te diferencias de ellos y tú misma te pones barreras en el vestuario», expone Elena Fonseca, fisioterapeuta templaria

Javi Pérez

Jueves, 25 de septiembre 2014, 07:32

El Jerez siempre es una garantía como animador de la Tercera extremeña. Cada temporada aparece como alternativa a la fase de ascenso. Ya sea con un presupuesto moderado o más bien como en los últimos tiempos ajustado al límite, con más o menos mimbres, siempre se cuela entre los mejores. De ahí que para lograr el éxito con una plantilla corta entren otros factores como que respeten las lesiones. Para paliar ese impacto negativo en las prestaciones del equipo aparecen las manos milagrosas de Elena Fonseca, la fisioterapeuta del club templario desde hace cuatro campañas.

De 28 años y natural de Valle de Santa Ana es la encargada de la puesta a punto de los jugadores del Jerez. Gran parte de la resistencia templaria entre los gallitos del grupo se debe a Elena Fonseca Vázquez. Esta joven santanera recupera y trata a los futbolistas para que estén en perfectas condiciones de cara al domingo. Se mueve por el vestuario del Jerez con total normalidad. Todo lo contrario al efecto causado por el revuelo de los comentarios de Toni Nadal sobre la elección de Gala León como capitana del equipo español de Davis. No le cohibe la intimidad de la caseta ni tampoco se siente extraña por su presencia entre hombres. De ahí que se sorprenda con las declaraciones del tío y entrenador del mejor deportista español de todos los tiempos. «Son totalmente absurdas. De producirse una situación comprometida no piensas si es hombre o mujer, somos compañeros. Llegado el momento si les tengo que ver en calzoncillos les miro desde el punto de vista médico. Mi preocupación es recuperar al jugador lo antes posible». Elena Fonseca considera que se debe tomar la convivencia con total naturalidad. «Es más difícil si te diferencias de ellos y tú misma te pones barreras en el vestuario. Si desde un primer momento pones barreras los jugadores no te dan juego. Entré como uno más y así es como mejor se puede estar. Si no lo haces así te sucede todo lo contrario».

Subraya que su relación con toda la plantilla verdinegra es sensacional, que la acogieron como un miembro más y que trabaja muy a gusto. «No es duro. Al ser mujer parece que sea más difícil entrar en el grupo, pero llevándote bien con los jugadores todo es más fácil. Estoy encantada con los jugadores. Me recibieron muy bien y me facilitan el trabajo».

Elena Fonseca llegó al fútbol por casualidad de la mano de José Diego Pastelero. Estaba ejerciendo en Lisboa, en el Hospital de Barcarena perteneciente a la Universidad Atlántica, y un día de paso por su pueblo coincidió con su paisano, el técnico santanero. «Acabé la carrera y me fui a trabajar a Lisboa. Estuve un año. En unas vacaciones en el Valle de Santa Ana me encontré con Pastelero y me dijo que había una vacante en el Jerez por si me interesaba. Hablamos de las condiciones y me vine. Empecé con Pastelero los dos primeros años y seguí otros dos con Vázquez Bermejo». Reconoce que el fútbol era un mundo totalmente desconocido para ella. Nunca le había prestado atención. Incluso ni en sus primeros partidos. «No me gustaba el fútbol. Al principio cuando empecé desde el banquillo me decían: 'corre Elena' y no sabía hacia donde tenía que ir porque no le prestaba atención al juego». Cuatro años después el deporte del balón le ha atrapado y ya es una aficionada más. «Ya lo veo hasta por la tele». Ahora lo sigue con emoción y se declara seguidora merengue, aunque matiza. «Primero soy del Jerez y luego del Madrid».

Incluso su vinculación con el fútbol va más allá del Jerez. Pues también es fisioterapeuta de la Federación Extremeña de Fútbol para la comarca del suroeste, de ahí que pasen por sus manos futbolistas de Oliva de la Frontera, Zahínos, Valle de Santa Ana o Burguillos. Además, ha abierto su propia clínica en Jerez de los Caballeros, el Centro de Fisioterapia Elena Fonseca, que atiende por las tardes y por las mañanas trabaja en la Clínica Fremap. Su jornada termina por la noche en la Ciudad Deportiva jerezana en los entrenamientos del equipo de Vázquez Bermejo. «Estoy de nueve a nueve, no me queda tiempo libre. Nunca imaginé estar en un equipo de fútbol, pero tampoco que montaría mi propia clínica». Elena Fonseca señala que no le ha costado mucho adaptarse a su faceta de fisio del Jerez. «Lo llevo muy bien. No es duro ni tampoco requiere mucho esfuerzo. Bueno, los domingos se hacen un poquito pesados cuando tienes que salir de casa y cuando nos toca viajar lejos como en la fase de ascenso nos lo tomamos como unas vacaciones», admite.

En cuanto a los jugadores, la fisio de Valle de Santa Ana sostiene que son buenos pacientes. «Hay gente veterana y pocos jóvenes. Lo bueno de los veteranos es que cuando tienen algo ya saben lo que es, pero se lesionan más. La edad no perdona (se ríe). Los jóvenes dudan más y se lo tienes que sacar». Elena Fonseca cuenta que en la plantilla no hay ninguno con manías especiales. «En la camilla sufren y no quieren subir mucho», apunta. Lo que más le impresionó desde que está en el Jerez fue «la lesión de Chema frente al Coria. Le partieron la tibia y el peroné en una entrada al borde del área. La ambulancia tardó mucho en llegar y el entrenador rival me decía que le levantara, fue increíble. También recuerdo la de Calderón, que se rompió tres costillas frente al Extremadura y cruzados, muchos».

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