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JOSÉ CÉSAR MOLINA
Lunes, 3 de noviembre 2014, 08:20
En el segundo enfrentamiento oficial entre dos de los entrenadores más prometedores de la nueva camada del fútbol extremeño, Ito volvió a ganarle la partida a Miguel Rubio en un encuentro que tuvo de todo. Tres goles -que pudieron ser más por uno y otro bando-, paradones, emoción y una nueva lección futbolística del Díter Zafra ante un Coria cuyo rugido no fue tan fiero como se esperaba en el Nuevo Estadio.
El partido comenzó con dominio visitante. La fuerte presión de los dos puntas impedía la salida cómoda de balón del Díter Zafra y facilitaba la recuperación rápida del Coria. Poco a poco, el cuadro local comenzó a azuzar a un Coria que veía como, por ejemplo, una acción de Pildo en la que ya se cantaba el gol salió rozando el palo o un cabezazo de Alberto Pla lo envió a córner Jiménez. El Coria pudo romper el marcador al cuarto de hora con un disparo de Chema al que respondió con el paradón del partido Borja Romero. Las alternancias en las bandas tanto de Ruano como de Pildo y el espectacular de Alberto Pla tenían que dar su fruto, como así fue en el minuto 32. Borrayo cometía un claro penalti sobre Teo que Ruby, de fuerte disparo al palo derecho de Jiménez, utilizó para romper la igualada inicial.
En la segunda parte, el equipo de Miguel Rubio buscó la igualada, pero fue el Díter quien puso el 2-0 en una ejecución de pizarra entre Intxausti, Alberto Pla y Pildo. Borja Romero haría otro paradón a disparo de Juanma, antes de que Pino pusiera la emoción al final. La afición despidió a su equipo con una atronadora ovación que hacía años que no se veía en el Nuevo Estadio.
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