Palomo ya no cojea

Ha costdo. Y mucho. Probablemente, por merecimientos, debió llegar antes. Pero no lo hacía. Hasta este domingo, el más loco en lo que va de liga en nuestra Tercera ya que los cuatro grandes hincaron la rodilla. Un domingo donde el colista dijo hasta aquí hemos llegado y se dejó la vida para superar a un adversario que se presentaba en Badajoz con cuatro triunfos consecutivos. El Deportivo Pacense ganó 3-2 al Valdivia y sumó su segunda victoria, primera del nuevo entrenador Rogelio Palomo -desde su estreno ante el Azuaga el 8 de noviembre- para añadir un ladrillo más al complicado edificio de la salvación. Tres puntos vitales en la tabla para asomarse un poco y no descolgarse más en su condena. Tres puntos vitales también en el aspecto anímico porque este vestuario estaba al borde de un ataque de nervios. Por fin disfrutará de una semana de tranquilidad y, apoyados en los refuerzos de invierno, tiene razones para no cesar en su empeño de sobrevivir un año más. Aunque nunca perdieron la fe, jugadores y técnico experimentan un empujoncito en ese otro lado del fútbol que depende más de la cabeza que de los pies. Las declaraciones tras el choque de El Vivero son fiel reflejo.

Por ejemplo el preparador, quien alaba el generoso esfuerzo de sus pupilos y mantiene su esperanza en la salvación. «Estoy muy contento por el trabajo de los jugadores. Se han dejado la piel desde el minuto uno hasta el final, aunque aspiro a que podamos hacerlo mejor, pero es complicado porque estos futbolistas tienen mucha presión. Cuando seamos capaces de ganar dos o tres partidos seguidos darán de sí todo lo que tienen dentro. Hemos salido de los fatídicos cinco puntos y ahora hay que ir al campo del Amanecer a por más», comenta un Rogelio Palomo satisfecho con el estreno de Pacheco, con el trabajo en el centro del campo de los suyos y menos contento, según afirmó, con la cantidad de faltas sancionadas a los locales pese a tener más posesión y toque.

Uno de los protagonistas del choque fue Álvaro Pacheco, delantero procedente del Jerez, que se estrenó como más le gusta a los arietes, con gol. «Feliz por el gol, pero sobre todo por los tres puntos porque nos hacen mucha falta». En lo físico no nota inconveniente pues venía de tener minutos en el conjunto templario y sólo le queda un poco de acoplamiento al nuevo entorno. «Por desgracia o por suerte lo he vivido muchas veces y es bonito aceptar el reto de salvar al equipo. Hoy se ha visto a un buen equipo y hay que remar todos juntos para sacar esto hacia delante. Yo tengo confianza», augura Pacheco, para quien es más cómodo entrenar en Badajoz que en Jerez por motivos de trabajo.

Principal beneficiado del trabajo de Álvaro es Parry, quien ahora tiene más compañía en punta. «Álvaro se sacrifica mucho y siempre es un buen complemento. Nos hacían falta como el comer estos tres puntos para intentar salir cuanto antes de la dinámica en la que estamos. Tendremos una semana con otra mentalidad y ganando se ve de otra manera», narra el artillero azulino.