Inquietud y preocupación en el vestuario del Badajoz

Además, junto a la marcha de Álvaro Trigo también abandonaron el club José María Martínez 'Joselito' y Miguel Barrado, por lo que de los cinco miembros que formaban la comisión gestora que se creó como puente tras la salida de Pablo Blázquez de la presidencia solo queda Pepe Reynolds. Carlos Navarro era el quinto componente como persona de confianza de Joaquín Parra y el único que no era socio fundador. Aunque esa gestora ya había quedado disuelta una vez que el Badajoz se convirtió en SAD, participada por Feverstone SA, sociedad del empresario sevillano. De los 1.492.810 euros del capital social inicial solo otras 46 personas suscribieron 100 acciones por un valor de 11.000 euros. El resto es de Joaquín Parra, dueño absoluto de la entidad blanquinegra y que el pasado junio amplió a 4.597.450 euros. De esta forma, como cabezas visibles solo figuran el director general Jorge Echave, el asesor jurídico Pepe Reynolds y el director deportivo David Torices 'Dupi'.

El club pacense vive en una continua montaña rusa desde que se diera el batacazo ante el Amorebieta. El desconcierto general se apodera del Nuevo Vivero. Con Joaquín Parra detenido y a la espera de cómo avancen las investigaciones, la incertidumbre y las dudas asolan al club pacense. Los jugadores y cuerpo técnico regresaban este miércoles por la mañana a los entrenamientos y había cierta preocupación por los acontecimientos vividos en las últimas 24 horas.

El Badajoz es en estos momentos un búnker blindado de todo lo exterior y se ha decretado un silencio comprensible en cuanto a representatividad de sus diferentes estamentos, aunque no tanto a nivel institucional para lanzar un mensaje que aporte algo de tranquilidad y esperanza a los más de 7.000 abonados que siguen desde lejos la situación con el alma en vilo.

En estas delicadas circunstancias, desde la cúpula directiva tratan de reponerse del mazazo y mantener la actividad asumiendo el control de la situación para que el club siga funcionando. Lo primero que hicieron el director deportivo David Torices 'Dupi' y el asesor jurídico Pepe Reynolds a primera hora de la mañana fue reunirse con la plantilla para informarles de la situación y transmitirles calma. Lo mismo a los empleados, que como cada día se incorporaban a su jornada laboral en las oficinas del Nuevo Vivero.

Pero la actividad deportiva no se detiene y sigue su curso. El futuro del Badajoz preocupa, y mucho. Pero lo más inminente que es el aval para formalizar la inscripción y cuyo plazo finalizaba este 28 de julio, está presentado desde hace días. El club blanquinegro ha cumplido con todas las exigencias federativas. Así lo aseguran desde el Nuevo Vivero, aunque admiten que están pendientes de una subsanación de errores para tramitar la inscripción. Por eso no aparece en la lista de inscritos que ha ido publicando la Federación Española a medida que los clubes subían la documentación en la intranet. Tampoco figura el Extremadura, aunque el club azulgrana cuenta con una resolución judicial que le ampara en este caso al estar en concurso de acreedores. En ese sentido, el organismo federativo le ha solicitado al club una modificación en el concepto del aval para la que tiene 10 días de plazo y que lógicamente en estos momentos Joaquín Parra como responsable no puede firmar, pero que en ningún caso va a suponer la pérdida de categoría. De hecho, el Badajoz ha mantenido contacto directo con Las Rozas para exponerles lo excepcional de la situación. Al club blanquinegro le correspondía depositar 125.000 euros en función del cálculo del 10% por ciento del cierre de los gastos auditados la pasada campaña, según marca la normativa.

En cambio, los diferentes equipos del Badajoz de categoría nacional sí aparecen inscritos en sus respectivas divisiones como los juveniles de División de Honor y de Liga Nacional, el Femenino de Primera Nacional y el Badajoz B en Tercera.

El Badajoz sigue con cierta normalidad su actividad intentando superar el duro golpe recibido por una causa que le golpea de forma directa al ser una de las sociedades de Joaquín Parra. Si el proceso contra su presidente y dueño del club se alarga, desde el Nuevo Vivero se tendrían que empezar a plantear tomar decisiones en el sentido de analizar la situación y valorar la opción de reconducir un proyecto con menos pretensiones.