Cuatro jugadores del Badajoz ebrios insultan e increpan a varios policías

El Badajoz se está acostumbrando en la época más reciente a que las malas noticias no vengan solas. Al deficiente rendimiento deportivo que ha situado al conjunto blanquinegro en el puesto de playout de descenso a Tercera RFEF, se le une el comportamiento de algunos jugadores de su plantilla fuera de los terrenos de juego. Según ha podido saber este diario a través de fuentes de la Policía Nacional, en la madrugada de este jueves, 14 de diciembre, cuatro jugadores del Badajoz llegaron a las inmediaciones de la Jefatura Superior de dicho cuerpo, ubicada en la avenida Santiago Ramón y Cajal de la capital pacense, con la intención de estacionar en la parte frontal de la comisaría con un coche de la marca Mercedes.

En ese momento, varios agentes les advierten a los futbolistas que, según las mismas fuentes, estaban bajo los efectos del alcohol, de la prohibición de aparcar en la zona de seguridad de dichas dependencias y, lejos de marcharse, insultan e increpan a los policías. Por estos motivos, los cuatro integrantes de la plantilla han sido propuestos para sanción administrativa.

A este respecto, el club emitió este jueves un comunicado de prensa en el que, de manera muy críptica y poco informativa, manifestó que están investigando unos hechos que se produjeron en la noche de este miércoles en los que se vieron envueltos varios futbolistas de la escuadra pacense. «Lo primero de todo, pedir disculpas a la afición por este comportamiento, especialmente en estos momentos en los que estamos atravesando una situación deportiva difícil».

De esta manera se excusaban por la actitud de algunos de los integrantes del plantel, aunque sin especificar lo ocurrido, algo que ha levantado ampollas en las redes sociales. «Se está trabajando en esclarecer los hechos y una vez que se tenga conocimiento detallado, se tomarán las medidas disciplinarias pertinentes sobre dichos jugadores», concluía la nota.

Este suceso coincide con uno de los momentos de mayor divorcio de la hinchada pacense con sus futbolistas esta campaña por los malos resultados de las últimas fechas. El rendimiento de la plantilla está a años luz de lo que se esperaba de un equipo confeccionado para recuperar la categoría tras un doloroso descenso a la cuarta división que supuso un varapalo para la masa social. La realidad es que a estas alturas, a punto de cerrar el año, la escuadra extremeña se halla metida de lleno en la lucha por eludir la parte caliente de la tabla y con el playoff de ascenso a Primera RFEF a seis puntos y a diez del liderato que ahora mismo ocupa el Illescas.

En el primer tramo del curso en Segunda RFEF se ha mostrado como un equipo inconsistente, poco fiable y plagado de vaivenes. La llegada de Iñaki Alonso parecía haber reseteado la situación de un bloque desorientado, pero los resultados y la imagen exhibida está colmando la paciencia de los seguidores, ahítos de sinsabores en los últimos tiempos.

De momento, la única noticia alentadora llega del tan castigado apartado económico, donde parece que las aguas empiezan a calmarse con la inminente firma del acuerdo singular con la Seguridad Social (se realizará antes de Navidad, según comunicó el club a este diario), último escollo para desbloquear su situación y poder acceder a las subvenciones, lo cual le otorgaría cierto alivio a las arcas.

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