El Azuaga gana en Plasencia y sigue metiendo presión al líder

En un partido que no es que fuera una oda al antifútbol, pero que sí que se fue haciendo bola a medida que iba consumiendo los minutos, las inercias se acabaron imponiendo. Es decir, el Plasencia más frágil de su historia acabó perdiendo; y el Azuaga con mejores números de su historia acabó ganando (1-2). Tres puntos que permiten al conjunto rojiblanco, que se fue a almorzar como líder provisional, seguir manteniendo la presión sobre el Llerenense.

Que el partido fue malo, y también igualado, ya está dicho. Y eso que el primer cuarto de hora fue bastante entretenido e invitaba a disfrutar de una buena mañana de fútbol. En el minuto 4, Álvaro Garrido se sacó un jugadón por la banda izquierda y mandar un centro al segundo palo para que Iván Hujo picara de cabeza a la cepa del poste el 0-1. En este sentido, el Plasencia, en la primera parte, sufrió lo no escrito en centros laterales y acciones a balón parado por muy inocentes que fueran.

Tras una interrupción de diez minutos por un desvanecimiento de un aficionado en la grada, llegó el empate del Plasencia. Un balón sin dueño llegó a Vadillo, que a bocajarro superó a Joaquín para hacer el 1-1 en el minuto 17.

Y ahí se acabó el fútbol, de unos y de otros, mucho más cuando el Azuaga se encontró con el 1-2 al filo del descanso, casi sin querer. Llegó tras un remate de Iván Hujo que desvió Alberto Núñez a la escuadra de su propia portería de cabeza.

Cuando el Plasencia reanudó el partido en la segunda parte y tuvo que plantearse la igualada o la remontada, se le vieron todas las costuras. Grietas que asoman en el centro del campo durante toda la temporada, ahora más con las salidas de Écija y Fran Segura, y que la dirección deportiva no consigue taponar.

Da igual que el Azuaga apenas se asomara a la portería de Mario tras el descanso y se limitara a vivir de las rentas. La falta de ideas del Plasencia hizo que la victoria visitante nunca llegara a peligrar.