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Loreto Martín-Javato, Raquel Donaire, Félix Pavón, Beatriz Muñoz y Luis Olgado compartieron mesa.

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Loreto Martín-Javato, Raquel Donaire, Félix Pavón, Beatriz Muñoz y Luis Olgado compartieron mesa. jorge rey

28 escalones al olimpo gastronómico de la provincia de Cáceres

La primera edición de Cáceres Gastronómica, celebrada en el Palacio de Congresos de la capital, fue un festín de platos de primera calidad, que dejaron muy buen sabor de boca entre los comensales; el servicio fue de diez

Sábado, 19 de noviembre 2022, 07:52

EL chef quiere que se lo coman todo a la vez», recomienda la camarera al servir el primero de los ocho platos que conforman el menú degustación de la primera edición de Cáceres Gastronómica, que se estrenó ayer en el Palacio de Congresos y contó con la asistencia de 300 comensales en sus dos entregas, la del mediodía y la de la noche.

El chef al que alude la camarera es el cacereño Javier Martín, que elaboró para la ocasión un bombón de aceituna verde bañado en una salsa de aceituna negra, cubierto con una espuma cítrica. Fue el punto de partida a un festín de elaboraciones de primera calidad, que dejaron muy buen sabor de boca entre los comensales.

«Ha sido maravilloso, del primer al último plato. La iniciativa es extraordinaria», admitía Rafael Arnaiz al término de la comida. El veterano hostelero, ya jubilado, compartió una animada mesa con José Simeón de Germán, que ha ejercido durante mucho tiempo como director comercial de una conocida marca de ron. «Me ha gustado mucho la organización. El nivel ha sido muy alto», destacaba.

«¿Sabes lo que más me ha gustado? Lo mejor ha sido el servicio», valoraba con cara de satisfacción Rafael Rivero, profesor de Hostelería en el IES Universidad Laboral de Cáceres. No es una opinión cualquiera. Tal vez, una de las más exigentes si se tiene en cuenta que una gran parte de los chefs que ayer se enfundaron la chaquetilla blanca y los camareros que sirvieron las mesas han recibido sus enseñanzas.

Rivero fue uno de los primeros en llegar, minutos antes de las dos de la tarde. Él y el resto de asistentes –las entradas se agotaron en apenas dos horas– subieron los 28 peldaños de madera que conducen hasta el primer piso del Palacio de Congresos, que ayer quedó convertido en un auténtico olimpo gastronómico con lo mejor de la provincia: desde el carpaccio de solomillo de ternera propuesto por Versátil, el restaurante con una estrella Michelin de Zarza de Granadilla, hasta el aclamado postre de Casa Claudio, de Casar de Cáceres.

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«Cocinar es poner tu alma en aquello que haces. Por ello, este plato es algo único». Con este mensaje escrito en una tarjeta de visita acompañó Claudio Vidal Barrantes, jefe de cocina de Casa Claudio, su elaboración: una tarta de Torta del Casar, galletas de mantequilla y confitura de membrillo que hizo a más de uno quitarse el sombrero.

Entre los asistentes, desde primera hora y pendiente de todo detalle, estaba el fundador de este establecimiento, Claudio Vidal Rey, de 76 años. Comenzó a trabajar entre fogones cuando tenía 13. Desde entonces, evocaba, las cosas en cocina han cambiado mucho. «Ahora es otra historia», señalaba en referencia a las propuestas actuales. Almorzó junto a Jorge, el mayor de sus diez nietos.

La organización apostó por el blanco para vestir las mesas. El blanco fue también la tonalidad elegida para las sillas. Los vasos de agua azules fueron los encargados de aportar un toque de color a la presentación. Y, como obsequio para cada comensal, un bote de pimentón de la Vera.

Loreto Martín-Javato, Raquel Donaire, Félix Pavón, Beatriz Muñoz y Luis Olgado encontraron en Cáceres Gastronómica el mejor plan para comenzar el fin de semana. Son amigos y amantes de la buena mesa. «Nos encanta comer. Todos los restaurantes son de la tierra y el precio por comensal está muy bien», apuntaba la pandilla.

Opiniones

José Antonio Fernández Alvarado, dueño de la cristalería Alvarado y presidente de la asociación de Reyes Magos de Cáceres, alabó la propuesta de La Alberca y de su chef, Mario Clemente. A su lado, María Martín Barriga, gerente de la tienda de moda Benetton, apostó por el plato de Versátil. Ambos compartieron tarde y conversación con el decorador Dam Rodríguez y con la arquitecta Montaña Luengo.

Víctor Casco, exdiputado regional y actual profesor, no quiso faltar a la cita. El pasado mes de junio acudió a Badajoz Gastronómica, que se celebró en el Hospital Provincial, y ayer repitió experiencia, esta vez en Cáceres, su ciudad.

Los caldos que acompañaron las ocho propuestas gastronómicas procedían de Las Villuercas. La bodega Ruiz Torres, de Cañamero, presumió de tinto, blanco y cava. Esta firma familiar está ahora en manos de la cuarta generación, la de las hermanas Carolina y Mercedes. Ayer llevaron hasta el Palacio de Congresos, además, su última y rompedora propuesta. Se trata de vino en lata, cuya comercialización arrancó hace seis meses en los países nórdicos y ahora acaba de aterrizar en España. La idea es atrapar con este nuevo formato al público joven y facilitar el consumo de vino en lugares como la playa. Cada lata –hay una de tempranillo y otra de verdejo– equivale a dos copas.

En el efímero olimpo gastronómico del Palacio de Congresos de Cáceres los cocineros dieron lo mejor de sí para mostrar su buen hacer. Carlos González se desplazó junto a su madre desde Valencia de Alcántara para poner sobre la mesa un pulpo a la brasa con crema de pimiento asado y pimentón de la Vera. Es el gerente de La Terraza. Tatuador y encofrador, lleva dos años entre unos fogones que ayer cambió por una experiencia única que dejó ganas de más.

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