Borrar

Se hizo viral hace unos días el comentario irónico con el que los responsables de un restaurante bilbaíno respondieron en las redes sociales a un ... cliente indignado. La queja en cuestión no tenía ni pies ni cabeza: el señor acababa de cancelar a última hora una reserva por motivos personales y protestaba porque, solo minutos más tarde, la mesa ya había sido asignada a otro cliente. «¿Qué menos que quedase vacía por respeto a mi situación emocional?», llegaba a reclamar.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

hoy No disparen al camarero