El juez decide que la muerte del asesino de Plasencia no fue delito

El juzgado número 2 de Plasencia ha sobreseído el caso de la muerte de Rafael Robles García el pasado 7 de febrero cuando iba a ser detenido por la Guardia Civil. Se trata del hombre que presuntamente había asesinado días antes a dos personas en Badajoz y Cazalegas (Toledo), y previamente había secuestrado y disparado en Plasencia a un joven y su bebé sin llegar a herirles.

El archivo de la causa fue anunciado ayer por el nuevo teniente coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Cáceres, Laureano Marín Velasco. Según afirmó, el juez ha concluido que los agentes que dispararon contra Rafael Robles causándole la muerte lo hicieron de acuerdo a los requisitos establecidos en la ley para estos casos, pues el fugitivo portaba varias armas en el momento de su detención y era muy peligroso.

El teniente coronel afirmó, no obstante, que se desconoce si el fugitivo llegó a realizar disparos cuando era perseguido.

Rafael Robles mantuvo en jaque a todas las fuerzas de seguridad de Extremadura y regiones limítrofes durante varios días entre finales de enero y principios de febrero, desde que el Ministerio del Interior le pusiera en busca y captura.

Todo comenzó el pasado 22 de enero, cuando un joven que iba con su bebé fue asaltado en el garaje comunitario de un bloque de pisos de la avenida Dolores Ibárruri de Plasencia por un hombre que le encañonó y le obligó llevarle en coche hasta la presa de la localidad. Una vez allí, el joven aprovechó que el secuestrador empezaba a bajarse del coche para acelerar a fondo y huir, momento en el que el asaltante comenzó a disparar contra el vehículo, sin herir a nadie.

El día 30 de ese mes, la Guardia Civil encontró un cadáver con heridas por arma de fuego en una finca de Cazalegas (Toledo). Unos días después el coche de la víctima apareció calcinado en la orilla del río Guadiana en Badajoz. El día 6 falleció una persona en el otro margen del Guadiana de un tiro en la nuca cuando se encontraba solo. Ya entonces las investigaciones relacionaban los tres hechos con Rafael Robles, que había salido de la cárcel de Badajoz por un permiso y no había regresado.

Finalmente, Robles fue localizado el día 7 cuando circulaba con el coche robado de su última víctima. Después de una persecución por los alrededores de Plasencia, cayó abatido cuando los agentes le daban alcance. Primero se pensó que había sufrido un ataque, pero luego se comprobó que tenía un disparo.