PSOE asegura que no es una remodelación, sino una profunda crisis de Gobierno

El PSOE opina que lo que La Junta ha anunciado hoy no es una remodelación, sino "una profunda crisis de Gobierno" a tan solo once meses de las elecciones autonómicas y cree que el "detonante" para la salida de Antonio Fernández ha sido su "desacuerdo" con los intentos de "controlar" Caja Rural de Extremadura.

En rueda de prensa, el portavoz del grupo parlamentario socialista, Valentín García, ha mostrado "un acuerdo del Consejo de Gobierno" de ayer que no se publicitó por el que la Consejería de Administración Pública, con firma de Pedro Tomás Nevado-Batalla, asume las competencias de tutela que corresponden a la Junta en el proceso de Caja Rural de Extremadura.

En virtud de este acuerdo, el consejero designará diez observadores que "velarán" para que la asamblea general ordinaria que la caja celebrará el 28 de junio, se lleve a cabo según los criterios marcados por la Comisión de Control de la entidad.

En esa sesión se votará el cese o no, tanto del Consejo Rector en su totalidad como del director general, y tras esto se convocará una asamblea extraordinaria de socios para elegir al presidente tras la renuncia de Román Prieto.

El portavoz socialista ha señalado que la situación de la entidad extremeña es el "desencadenante" de la marcha de Fernández pero no la única razón, ya que, ha dicho, también tiene que ver con su desacuerdo respecto a la política económica-financiera.

De hecho, según el PSOE, Fernández iba "a dimitir en pleno desarrollo de las elecciones europeas" pero le "convencieron para que se quedara hasta el final de legislatura" aunque la retirada de las competencias de Economía ha hecho que "salte por los aires".

Desde el PSOE extremeño han indicado que su marcha es "un gesto que le honra" porque entienden que no quiere ser "cómplice" de los intentos de "Monago y Teniente de controlar y manipular Caja Rural de Extremadura".