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Tienda de venta público de Acosierra, que funciona con normalidad. El resto de instalaciones, no
El gran proyecto fallido del porcino

El gran proyecto fallido del porcino

Acosierra, del grupo Acorex, está en preconcurso de acreedores y apenas tiene actividad tras nueve años de su puesta en marcha en Granja de Torrehermosa

Celestino J. Vinagre

Domingo, 24 de mayo 2015, 00:24

Surgió como respuesta a una demanda tan histórica como incumplida en Extremadura, el sacrificio de la mayoría de cerdos ibéricos y su posterior elaboración de productos derivados en nuestra propia región. Pero la realidad es que la empresa Acosierra vive una lenta agonía, en consonancia quizás con la que atraviesa el grupo al que pertenece, Acorex.

La industria, que empezó a funcionar en Granja de Torrehermosa, (Campiña Sur) en 2006, apenas tiene actividad, su plantilla 37 empleados está incluida en un ERE del grupo cooperativo y ha entrado en preconcurso de acreedores. En teoría fue vendida a un comprador catalán hace casi un año, pero por sus instalaciones nadie se ha acercado, y es Acorex, a través de su empresa Ibergenética, la que aún sigue gestionándola.

Acosierra es el fracaso de un proyecto que cuentan sus impulsores contó no solo con el visto bueno de los cooperativistas de Acorex y de la Junta, a través de Sofiex, sino del sector porcino extremeño. «Nadie le puso reparos por lo que supondría transformar el cerdo aquí, los empleos que se crearían y el precio que se pagaba entonces a los ganaderos. Englobaba a la vecina Córdoba además de a una parte de Extremadura; y tenía una capacidad de tratamiento importante, 45.000 cochino al año», relata Emilio Montero, presidente de la cooperativa Campiña Sur de Granja, entonces integrada en Acorex y ahora en proceso de salida tras acordar su baja.

Esa cooperativa se implicó al máximo, con 1,2 millones en su capital social, para que el proyecto saliera adelante en unos terrenos cedidos gratuitamente por el Consistorio granjeño. Otros 5 aproximadamente los puso la empresa pública Sofiex y el resto, hasta alcanzar una inversión inicial de 11 millones, lo colocó Acorex (algo menos de 4 millones). Luego se habló de 14 millones en total. La gratuidad de los terrenos cedidos por el Ayuntamiento la fábrica ocupa una superficie construida de 13.200 metros cuadrados y la implicación de Campiña Sur hicieran que Acosierra se levantara en Granja frente a la otra opción, Monesterio.

El 20 de julio de 2006, Rodríguez Ibarra inauguró las instalaciones, con sala de despiece, secaderos y bodegas de jamones y paletas, fábrica de embutidos, línea de deshuesado y loncheado para jamones, paletas y embutidos, y línea de embarquetado de carnes frescas y salazones. Cuenta con una tienda de venta directa al público.

«Había interés y demanda. Nació como una de las joyas de la corona de Acorex, por lo que representa el porcino para nuestra tierra. La desgracia es que se inauguró un año antes de que el sector hiciera crack y después llegó la gran crisis general», explica Javier Donoso, director general de Acorex entre 2002 y 2013.

Pérdidas cubiertas

Acosierra nunca llegó a tener una actividad plena, aunque sí aceptable. «Incluso su tienda llegó a facturar más de 700.000 euros al año porque aquí venía mucha gente de la comarca y de Córdoba a comprar», matiza Montero.

En los últimos cinco años las pérdidas se vienen acumulando en los balances de Acosierra. «Perdíamos dinero, pero como Acorex tenía beneficios en otros sectores la dotamos económicamente para no dejarla morir. Lo que no se explica es que después de ese esfuerzo, cuando el sector del porcino empieza a repuntar y se pagan mejores precios, la dirección del grupo la malvende vendiendo las existencias, no las instalaciones», incide Donoso.

«Acosierra no está así por un problema de mala gestión. Al menos en la mayor parte de este periodo. Ni mucho menos porque se pecara de muy ambicioso. Está así por las crisis brutales del porcino y la general que nos han afectado, pero tiene futuro», defiende el presidente de la cooperativa Campiña Sur, que también se ha apartado de Ibergenética, donde estaban con Acorex y otras cooperativas ganaderas del grupo.

«El futuro pasa porque un industrial o un especialista del sector se haga cargo de ella. Acorex apuesta por una gestión indirecta de Acosierra», finaliza Manuel Ortega, presidente del grupo.

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