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JOSÉ MANUEL MARTÍN
Jueves, 8 de septiembre 2016, 08:46
Sólo un año después de licenciarse en Historia ya era Cronista Oficial de su pueblo; a los pocos meses de terminar su segunda licenciatura aprobó la oposición de Secundaria con el número diez y obtuvo plaza de profesor en el instituto de su localidad, y con apenas un trimestre en política activa se convirtió en alcalde de Hornachos.
Pese a que pueda parecer los contrario, Francisco Buenavista García (PSOE) no tiene prisa. «Todo esto ha sido casualidad», reconoce. Con inquietudes políticas y afiliado al Partido Socialista desde 2006, Bernardino Romero le propuso ir en las listas de las elecciones municipales de 2007. El repentino fallecimiento de éste, apenas tres meses después de la toma de posesión, motivó que Buenavista ocupara la Alcaldía. «Cuando saqué mi plaza en Hornachos, sí pensé en participar activamente en la política municipal, pero como algo a largo plazo. Sin embargo, las cosas salieron de otra manera», admite.
Lleva ocho años como alcalde y afronta una nueva legislatura, en la que compatibiliza este cargo con la presidencia de la Federación de Municipios y Provincias de Extremadura (Fempex). Todo ello sin abandonar su plaza de profesor. «Sigo dando mis clases y soy jefe de Estudios. No estoy liberado. Del Ayuntamiento solo cobro por asistencia a las sesiones, unos 2.500 euros al año». Continúa, de esta forma, algo que parece ser una tradición en Hornachos: alcaldes con trabajos relacionados con la docencia y sin sueldo del Ayuntamiento. «César Díez Solís y Bernardino Romero eran maestros y nunca estuvieron liberados», expone Buenavista.
Tras los comicios municipales de 2015, el PSOE le propuso como presidente de la Fempex. «Quiero creer que me avala mi gestión en el Ayuntamiento de Hornachos y que me ha ayudado mi perfil de político joven y con formación», indica. Sin embargo, a pesar de que sigue dando pasos al frente en la escena política, Buenavista no se ve toda la vida en este mundo. «Lo prueba que me haya negado a abandonar mi faceta profesional», remarca.
Su primer objetivo en la Fempex es dar a conocer su existencia y mostrar su utilidad. «Aglutina al 99% de los municipios extremeños y sirve para llevar a otras administraciones la aportación de los ayuntamientos de cara a las políticas que les afecten», dice.
Es un firme defensor del municipalismo. «En una región con un perfil tan rural como la nuestra y con casi 400 ayuntamientos, muchas de las políticas de la Junta están orientadas para que las ejecuten los propios ayuntamientos. Sería positivo, por tanto, que los que vayan a diseñar esas políticas hayan tenido experiencia previa en los municipios», explica Buenavista, que entiende la política municipal como un espacio global. «Eres alcalde de Educación, de Economía, de Servicios Sociales, del Centro de Día, de la basura y del agua, del alumbrado público... Esto te aporta amplitud de miras», señala.
Ante esta situación, considera -y es otra de sus intenciones al frente de la Fempex- que debe abrirse la negociación para la Ley de Haciendas Locales. «Es de mediados de los años 80 y no es una herramienta útil en el año 2016. Un Ayuntamiento no se parece en nada al de hace 30 años y seguimos con la misma ley que establece las vías de financiación», explica, añadiendo que esto debe ser el primer paso para clarificar las competencias de cada administración y para garantizar los recursos necesarios para acometerlas.
¿Eso quiere decir que sobran administraciones?
No. Pero se debe delimitar la función de cada una y sin tender a quitarle competencias a los ayuntamientos. Además, los vecinos no entienden el galimatías de competencias. Ellos quieren unos servicios y no les vale que digamos que no es nuestra competencia.
Entonces, ¿ahora hay duplicidades?
No creo, pero sí hay comunidades uniprovinciales y muy urbanas en las que el modelo debería ser diferente al que hay en Extremadura. Es muy difícil hacer un único modelo de diputaciones, pero entiendo que en Extremadura, Aragón o las Castillas, que son marcos más ruralizados, su papel es fundamental para los pequeños municipios.
Paro
Hornachos tiene 3.750 habitantes y vive principalmente del campo. Esto supone que el empleo sea muy estacional y que haya épocas del año con una elevada tasa de paro. «Anualmente participan en el programa de Aepsa unas 380 personas, todos jornaleros agrícolas», informa Buenavista, cuyos objetivos a la hora de asumir la presidencia de la Corporación municipal se centraron en el empleo, los servicios sociales y la mejora de las infraestructuras, pero respetando la estabilidad financiera. «Esto se hace eliminando los gastos superfluos y dedicando fondos a lo realmente necesario», manifiesta.
Del recorte de gastos no se libraron las fiestas: dos años no se celebró la Fiesta del Emigrante y otro año eliminó la corrida de toros de la feria. «Fueron las mayores críticas que he recibido, pero uno tiene que estar dispuesto a decidir a pesar de que tus vecinos no lo entiendan. Hay pueblos en los que ha habido referéndum preguntando si invertir el dinero en toros o en empleo y han ganado los toros. A lo mejor había que haber asumido la decisión y elegir lo más positivo para el vecindario».
¿La democracia no funciona?
Sí funciona, pero en ocasiones descargamos en esos mecanismos decisiones que debemos tomar.
Pero los vecinos quieren participar en las decisiones.
Sí y tenemos que hacer sistemas que hagan más partícipe a la ciudadanía y ser más transparentes, porque la gente antes no demandaba la cantidad de información que demanda ahora.
¿Son rasgos de la 'nueva política'?
Es algo que hay que reconocerle a los nuevos partidos.
¿Y la capacidad de negociación? ¿Tiene la gente joven más facilidad para llegar a acuerdos?
No. Ahora, con políticos muy jóvenes al frente de algunas formaciones no hay un mayor margen para la negociación y el acuerdo. Desde luego, si hay regeneración política, no tiene nada que ver con la edad.
Nombre. Francisco Buenavista García.
Edad. 35 años.
Formación académica. Licenciado en Historia y en Humanidades por la UEx.
Ocupación laboral. Profesor de Secundaria.
Sueldo del ayuntamiento. No tiene.
Años en política. Nueve.
Aficiones. Lectura.
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