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El puente del Conde salvaba el río Tajo entre Berrocalejo y Talavera la Vieja, hasta que fue volado en su parte central. HOY
La bajada de Valdecañas hace aflorar más tesoros arqueológicos sumergidos

La bajada de Valdecañas hace aflorar más tesoros arqueológicos sumergidos

Al dolmen de Guadalperal se han unido varios verracos, el puente del Conde, la casa grande de Alarza y hasta la barca que unía los pueblos

MIGUEL ÁNGEL MARCOS

NAVALMORAL DE LA MATA

Viernes, 13 de agosto 2021, 07:12

La bajada, como pocas veces se ha visto, de las aguas del pantano de Valdecañas viene generando una situación contradictoria en el Campo Arañuelo. Lo que está siendo muy negativo para los regantes de Peraleda de la Mata, por ejemplo, que han estado varios días sin agua para sus cultivos, o incluso para el suministro de algunas poblaciones, está siendo una auténtica gozada para los aficionados a la historia y a la arqueología, toda vez que del fondo del embalse no deja de aflorar patrimonio sumergido.

Al margen de las ruinas de Talavera la Vieja –que en mayor o menor medida se suelen ver todos los años–, lo primero fue el dolmen de Gualdaperal, que en el verano del 2019 dio la vuelta al mundo. Alrededor de ese monumento megalítico, y del interés que suscitó en los medios de comunicación y en las redes sociales, se han ido sucediendo nuevos hallazgos o el afloramiento de restos que no emergían en su totalidad desde hace más de cinco décadas.

El hallazgo son, al menos, dos esculturas de verracos de época vetona, cuyo emplazamiento se mantiene en 'secreto' para que los curiosos no los deterioren mientras se estudian.

Muy llamativas resultaron, igualmente, las imágenes de la casa grande de Alarza. Una casa solariega de los dueños de la vega de Alarza, en el término municipal de Peraleda de la Mata, que anteriormente fue un convento de frailes llamado Santa Cruz de Alarza. Del mismo todavía quedan algunas bóvedas que se están hundiendo progresivamente, por lo que acceder a su interior supone un cierto riesgo.

Pero es que también se han llegado a ver los restos de la barca de Talavera la Vieja, que como recuerda un estudioso de la zona, Pablo Alfonso Recuero, «se utilizaba para pasar personas, mercancías y animales hasta Talaverilla desde la otra orilla, donde comenzaba el camino de Peraleda de la Mata».

Puente del Conde

Lo último, de momento, es el puente del Conde, que ayer mismo visitaron los alcaldes de Berrocalejo y Peraleda de San Román. Construido sobre los cimientos de un puente romano en el río Tajo, en los límites de los términos municipales de Berrocalejo y Talavera la Vieja, fue volado en su arco central en diciembre de 1809 por las tropas españolas, y los vecinos de ambas poblaciones que lo defendían, para evitar el paso del ejército francés, como escribió en su día el historiador moralo Antonio González Cordero.

Tiene una longitud de 135 metros y una altura de 30, con cinco arcos de medio punto. Tras su voladura nunca fue reparado.

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