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¿Qué ha pasado hoy, 7 de febrero, en Extremadura?
Una de cada cinco oficinas bancarias ha cerrado en la región en la última década

Una de cada cinco oficinas bancarias ha cerrado en la región en la última década

En 2008 había 1.064 sucursales financieras en la región y diez años después quedan 841

Domingo, 17 de noviembre 2019, 08:53

Ir al banco a hacer una gestión y descubrir que el local está vacío o lo ocupa otro negocio, o acudir al cajero habitual y comprobar que ya no existe. Pocos extremeños se sentirán ajenos a estas situaciones, fruto del desmantelamiento de entidades de un negocio, el bancario, que es sólido pero cuya atención se va desviando poco a poco hacia nuestros ordenadores o dispositivos móviles. Para ponerle cifras a esta transición se puede decir que la comunidad extremeña tenía en 2008 un total 1.064 oficinas y ahora son 841, 223 menos en diez años. Esto significa un 20,9% menos, esto es, una de cada cinco oficinas desapareció de la calle.

Si se cuentan solo a los bancos, había un total de 283 sucursales entre las cuatro principales marcas, Santander, BBVA, Geral y Pueyo (el resto representaban cifras anecdóticas con una o dos oficinas (Sabadell, Pastor, Bankinter, City Bank, Spirito Santo...). Diez años después, a 31 de diciembre de 2018, hay 269. Es decir, 14 oficinas menos, una cifra que a estas alturas de 2019 es mayor pues en los últimos meses han seguido cerrando. El descenso es más acusado si obviamos las cooperativas de crédito. Así, solo entre bancos y antiguas cajas de ahorro el número de cierres ha afectado a casi un tercio de su red de oficinas, el 29,3%. Esto son 266 sucursales menos.

Pero si mirásemos solo las antiguas cajas de ahorros, cuya conversión en bancos ha modificado por completo este escenario en los últimos años, entonces el descenso ha sido brutal, de 624 a 372 diez años después, es decir, de cada diez cajas de ahorro que había en 2008 ahora quedan seis (convertidas en bancos) porque aquí la caída ha sido del 40%.

Los dispositivos electrónicos se usan como excusa para cerrar sucursales, igual que el solapamiento de oficinas tras las fusiones de las antiguas cajas

Las fuentes son el Anuario Estadístico de la Asociación Española de Banca y de la Confederación Española de Cajas de Ahorro. En este segundo caso la cifra de sus oficinas de cajas iba creciendo cada ejercicio hasta 2008. Aquel año había 331 en la provincia de Badajoz y 293 en la de Cáceres, 624 en toda Extremadura. En 2018 se contabilizaron 193 y 179 respectivamente. Los cierres en la región de oficinas de cajas de ahorro han sido por tanto de 252.

Gráfico. Sucursales bancarias en Extremadura

En cuanto a cooperativas de crédito (comúnmente llamadas cajas rurales) en la región básicamente operan dos: Cajalmendralejo y Caja Rural de Extremadura, ya que la presencia de Cajamar es testimonial. Su evolución ha sido la contraria y han crecido en presencia. La primera tenía 49 oficinas operativas en 2008 y el año pasado ya eran 90. Según explican desde Cajalmendralejo, a estas alturas de 2019 la red de oficinas ha aumentado ya a 114, sobre todo por una expansión reciente en la provincia de Cáceres. Desde esta cooperativa de crédito explican que ir a contracorriente y abrir oficinas cuando el resto cierra se ha debido principalmente a dos motivos. Uno es atajar la exclusión financiera, esto es, cuando en pequeños pueblos solo existían sucursales de Caja Badajoz y Caja Extremadura y ambas fueron absorbidas, estas oficinas cerraron porque la entidad superior vio que no eran rentables. Cajalmendralejo decidió ocupar esos huecos.

La segunda razón es que cuando estalló la crisis financiera en 2008 la cooperativa extremeña apenas tenía hipotecas concedidas debido a una política de prudencia en cuanto a riesgo crediticio, de ahí que saliera airosa de aquella crisis con uno de los índices de morosidad más bajo del sistema bancario español. Esto le permitió ampliar su red en años sucesivos cuando la del resto se iba recortando.

En cuanto a Caja Rural, ha pasado de 108 a 110, un crecimiento apenas perceptible, pero significativo porque no ha ido desmantelando su red como sí ha ocurrido con bancos y cajas de ahorro.

Evidentemente, la desaparición generalizada de sucursales ha tenido un efecto en la sociedad previsible, el de la pérdida de empleos. En total, este desmantelamiento ha llevado al paro a 1.650 personas a lo largo de los diez últimos años, la mayoría de ellas a través de expedientes reguladores de empleo o prejubilaciones pactadas. Si en 2008 el sector bancario en la región tenía 4.795 trabajadores, en la actualidad la cifra ronda los 3.145.

Hilera de cajeros junto a una sucursal en Badajoz capital. :: Pakopí

Por marcas

Por marcas el Banco Santander es el que mayor presencia ha tenido en la región en lo que va de siglo y su crecimiento le ha permitido aumentar su red respecto a 2008, pese a los cierres recientes que está afrontando esta entidad debido a la digitalización de su atención a usuarios.

También hay que tener en cuenta los procesos de fusiones y absorciones que se han dado en el sector, mucho más evidentes en el caso de la cajas que en el de los bancos, aunque en ambos casos también el panorama dista mucho del de 2008.

Entonces el Banco Santander tenía 40 oficinas en la provincia de Badajoz (9 de ellas en la capital) y 29 en Cáceres (4 en la capital). En 2013 absorbió a Banesto y a Banif y en 2017 compró el Popular y por ello en 2018 la cifra de entidades es ligeramente superior, de 53 (15) oficinas en Badajoz y 33 (5) en Cáceres. En total, 86 sucursales en toda Extremadura en 2018 por 69 que tenía el Santander diez años antes, esto es, 17 sucursales más.

Otro banco con fuerte implantación es BBVA (Banco Bilbao Vizcaya Argentaria). En Extremadura tenían en 2008 un total de 65 oficinas (17 de ellas en las dos capitales de provincia), y en 2018 su red ha disminuido a 43 (16), o sea, 22 menos.

Banca Pueyo pertenece a una familia extremeña y también ha destacado por su sólida implantación, sobre todo en la provincia de Badajoz, donde tenía 72 oficinas en 2008 (4 en la capital) más 4 en la provincia cacereña (1), esto es, una red de 76 sucursales en territorio extremeño que en 2018 ha aumentado a 102 en total. De ellas, 95 oficinas están en la provincia pacense (tres en la capital) más 7 en Cáceres (2).

El número de trabajadores en el sector también ha caído, de 4.795 empleados a 3.145 en diez años

Otro banco con presencia destacada en Extremadura es Caixa Geral. En 2008 llegó a tener 73 oficinas (11 en las capitales) en Extremadura, cifra que en la actualidad es de 38 (4). Todas ellas pasarán a manos de Abanca, que las ha comprado.

El resto de entidades financieras en Extremadura ha tenido –y tiene– una presencia más bien testimonial. Es el caso, por ejemplo, de Banco Sabadell, con una oficina en Cáceres capital que mantiene desde hace diez años y dos más en Badajoz, una más que en 2008. Un caso parecido es el de Bankinter, con dos oficinas en la capital pacense y una en la capital cacereña, tanto ahora como hace diez años, según el anuario Estadístico de la Banca a 31 de diciembre de 2018.

Cajas de ahorro en picado

En cuanto a cajas de ahorro hay que tener muy presente su transformación en los últimos tiempos, ya que muchas han desaparecido tras un proceso de fusión entre ellas que llevó a adquisiciones y absorciones. Técnicamente se denominan SIP (Sistema Institucional de Protección), una figura legal surgida en 2010 al confirmarse la crisis financiera para que las cajas, en situación de debilidad, pudieran agruparse y operar de manera más sólida. Así, un total de 28 cajas de ahorros fuertemente ligadas a su territorio de origen, quedaron agrupadas en siete bancos.

Así, si en 2008 quince cajas de ahorros diferentes sumaban en Extremadura un total de 624 oficinas: Caja Sur, 15; Unicaja, 3; Caja San Fernando, Huelva, Jerez y Sevilla, 14; Ibercaja, 2; Caja España, 5; Caja Duero, 78; Caja Madrid, 21; La Caixa, 86; Caja de Catalunya, 4; Caja Badajoz, 155; Caja Extremadura, 225; Caja Galicia, 5; Caixanova, 1; Caja del Mediterráneo, 6; y Bancaja, 4 oficinas.

Ahora mismo quedan 388 oficinas agrupadas en solo seis bancos y bajo diferentes nombres, siendo Liberbank, que absorbió a Caja Extremadura, la que más oficinas tiene en la comunidad con 135. Le sigue Ibercaja, que absorbió a Caja Badajoz, con 102 sucursales. Caixabank tiene 90, Unicaja 52, Bankia, con nueve, y Abanca una oficina.

«Las operaciones 'on line' son un truco para seguir echando gente»

Según explica desde el sindicato Sibank (antiguo Csica) en Liberbank su secretario general, Miguel Ángel Rodríguez Castellanos, el cierre de oficinas continuará y muchos más empleados irán a la calle. «Por un lado, lo de las operaciones 'online' no es más que un truco para seguir echando gente. Si no, no se explica el cierre en zonas rurales, donde los mayores no usan los móviles para hacer sus gestiones. Por otro, va a seguir la concentración bancaria y entidades como Liberbank, Unicaja Bankinter y otros bancos pequeños y medianos están condenados a integrarse», señala Rodríguez Castellanos.

En su opinión, estos despidos están encubiertos como la obligación de una movilidad geográfica hacia el norte que el 95% no acepta. Además, concluye, entraremos en una etapa de recesión en la que no se pueden subir los tipos de interés y los balances de las entidades dejarán de cuadrar. Según asegura, la reforma del sector aún está inacabada, solo se ha paralizado debido a la inestabilidad política de los últimos tres años.

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