![El calor remite en Extremadura aunque se seguirá por encima de 40 grados hasta el jueves](https://s1.ppllstatics.com/hoy/www/multimedia/2023/06/26/trabajo-RGaRWWH7ElxjF2iGTaUPjFN-1200x840@Hoy.jpg)
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Seguirá el calor, pero menos. Tanto de día como de madrugada. Aunque mañana se observará un repunte de las temperaturas máximas, a partir del viernes se alejará definitivamente la primera ola de calor que se ha instalado en la región recién comenzado el verano. Este ... lunes, el sofoco no fue tan elevado como se pronosticada -la máxima se quedó en 41,8 grados en Olivenza- pero tampoco evitó la tercera jornada seguida de termómetros por encima de los 40 grados.
«Es de esperar que en dos días se note un alivio más acusado de las temperaturas. Seguirá haciendo calor, pero no tan intenso», resume a HOY Marcelino Núñez, delegado territorial de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Extremadura.
Núñez explica que esta primera ola de calor es «temprana». Afina a que «aunque es cierto que cada vez suelen llegar antes de julio, no por ello deben hacernos olvidar que no de deberían ser tan frecuentes al inicio del verano. Normalmente eso debería pasar entre julio y la primera quincena de agosto», especifica.
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La estadística oficial dice que la temperatura máxima en un mes de junio extremeño es reciente. Sucedió en Mérida, en 2017. Se alcanzaron entonces los 44 grados en la capital de Extremadura. Un registro que no se va a superar en esta ocasión. No se llegó ayer, cuando se situaba el pico de esta ola de calor, ni tampoco se alcanzaran mañana, cuando los termómetros volverán a subir tras el leve descenso de esta jornada de martes. Mientras, en 1981, en la estación de la Aemet en Badajoz (aeropuerto), la máxima registrada en junio llegó a los 43,4 grados.
Ayer, la estadística de la Aemet situó en Andalucía la temperaturas más sofocantes de España. En el municipio onubense de El Granado, el termómetro se situó en los 44,4 grados. En el listado de los diez municipios españoles más calurosos no apareció ninguno extremeño, al contrario que en la jornada del domingo.
En la región la temperatura más alta fue esos citados 41,8 grados en Olivenza. Después aparecieron los 41,6 de Badajoz (estación junto a la Universidad); los 41,5 en Mérida; los 41,4 de Barcarrota y los 41,3 de Zafra.
Las temperaturas constantes por encima de los 40 grados desde el sábado pasado se han instalado en la región cuando todavía no está en vigor el horario especial para los trabajadores de la construcción en verano.
Hay que recordar que las empresas del sector están obligadas a iniciar entre el 11 de julio y el 11 de agosto, normalmente, la jornada laboral de siete horas (una menos sobre el horario habitual) para reducir los riesgos para los trabajadores por el calor y la exposición al sol.
Jacinto Mellado, responsable de Salud Laboral de CC OO, recuerda que los trabajadores de la construcción deben cumplir una jornada laboral anual de 1.736 horas según los convenios, y «esas horas se siguen cumpliendo a pesar de la reducción veraniega porque se añaden a otras fechas».
En segundo lugar explica que el desarrollo de la jornada intensiva no implica obligatoriamente que toda se desarrolle por la mañana. Es posible cumplir con esas siete horas de trabajo «aunque el sentido común dice que por pura salud y prevención laboral no es aconsejable llevarlas a las tardes».
En este sentido, el dirigente de CC OO admite que la llegada de olas de calor antes de lo que era normal invita a adelantar la entrada en vigor de ese horario de verano. A que sea posible desde mitad de junio, por ejemplo. Pero no solo eso. El sindicato va a plantear que sean dos meses y no solo uno en los que se pueda aplicar esa jornada intensiva a causa de las altas temperaturas.
Relacionada con esta situación, Renfe activa un protocolo que pondrá en marcha cada vez que se decrete un episodio de ola de calor. Cuando se produzcan temperaturas muy elevadas dispondrá de asientos libres (sin vender) en determinados trenes y recorridos, de forma que, si se localiza un problema de funcionamiento del aire acondicionado en un coche (como ha pasado en el tren con destino o salida hacia Extremadura), los viajeros puedan ser reubicados en plazas disponibles en otros coches.
Renfe «ha dado instrucciones a las tripulaciones de los trenes para que, siempre que sea posible y en orden de prioridad (niños, personas mayores...), reubiquen a los viajeros al menor problema» y les aporten las bebidas que puedan necesitar.
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