

Secciones
Servicios
Destacamos
La pandemia hizo que muchos descubrieran una nueva forma de viajar. Al aire libre, sin aglomeraciones y en una tienda de campaña, un bungaló o ... en autocaravana. Los campings se pusieron de moda y sus propietarios vivieron una de las mejores épocas que recuerdan. Ahora, con el fin de la covid, continúan siendo un modo de pasar el verano y eso se nota en las reservas para el mes de agosto, que en Extremadura rozan el cartel de completo.
Es casi imposible encontrar un bungaló libre para el próximo mes en los campings de la región. Tampoco es fácil reservar uno para el último fin de semana de julio. La ocupación ronda el 90% en la mayoría de estas instalaciones en la comunidad autónoma, algo que sucede en el resto del país. Los campings españoles prevén superar las 30 millones de pernoctaciones este verano y los 6,5 millones de turistas.
Lo saben bien en el camping Pinajarro, en Hervás. Allí, Alba Vicioso, su administradora, lo confirma. «En julio estamos teniendo una ocupación por encima de otros años, con un 70% entre semana y un 90% los fines de semana. Para agosto estamos completos», dice antes de especificar que los precios.
Las tarifas, más económicas que las de los hoteles, es la razón por la que también muchas familias optan por esta forma de viajar. Un bungaló oscila entre los 75 y los 110 euros la noche en agosto y, acampar con tienda y electricidad, unos 28 euros diarios para dos personas.
El cartel de completo también lo cuelgan la mayoría de los campings de La Vera en Extremadura, una de las zonas más visitadas en verano por el atractivo de sus pozas y gargantas de agua naturales.
«Desde el 15 de julio los fines de semana están casi al completo y así permanecerá hasta finales de agosto», indican desde el camping Jaranda, al pie de la ladera de la Sierra de Gredos y a 500 metros de Jarandilla de la Vera.
Aseguran que la tendencia creciente de estos alojamientos con motivo de la pandemia se consolida. Prueba de ello es que han tenido que aumentar el espacio destinado a autocaravanas y furgonetas. «Hemos ampliado la zona porque cada vez más familias optan por esta modo de viajar», apuntan en este camping que dispone de 200 parcelas y 12 bungalós.
Y en el Valle del Jerte, más de lo mismo. «Estamos recibiendo a más gente que el año pasado. Los fines de semana de julio y agosto estamos con una ocupación del 100%», afirma José Luis Rubio, el propietario del camping Valle del Jerte. En su caso, se trata de unas instalaciones que habitualmente son muy demandas por situarse cerca de la reserva natural Garganta de los Infiernos, conocida por sus cascadas y saltos de agua que cada año reciben a miles de turistas.
«Lo que sí hemos notado es que los clientes reservan con más antelación que antes», añade Rubio, que reconoce que la inflación también ha llegado a los campings extremeños. Eso sí, la subida no suele superar los dos euros por tarifa.
En cuanto a los turistas que reciben este tipo de alojamientos, suelen ser familias de Extremadura, aunque también llegan desde zonas limítrofes como Salamanca, Madrid y Sevilla que suelen quedarse una semana o incluso 15 días.
También los hay que han hecho del camping casi su forma de vida y pasan todo el verano en él. Tal y como hace Antonio, un cacereño que suele hospedarse en el camping Jaranda desde que llega la primavera hasta el final de verano. «Este año he venido en junio porque no ha hecho muy bien tiempo», dice este hombre de 70 años que lleva dos décadas con su parcela reservada y acudiendo durante esta época del año a esas instalaciones.
Eva Labrador
Gerente del camping de Mérida
Precisamente, sobre la primavera también coinciden los propietarios de los campings. Apuntan que ha sido una mala temporada debido al mal tiempo de este año. «El problema son las temperaturas, que incluso en los fines de semana de junio ha hecho bastante frío», reconoce Eva Labrador, gerente del camping de Mérida.
Pese a ello confía en las buenas perspectivas del verano. «Esperamos una ocupación del 95%. Los clientes reservan con bastante antelación y esperamos que se cumpla, aunque hay muchos que prefieren optar por la posibilidad de cancelación sin coste», detalla Labrador.
Su camping suele ser de estancias más cortas, pues muchos lo aprovechan para hacer turismo por Mérida o para ir a la Festival de Teatro Clásico. Ellos también han notado que cada vez hay más adeptos a este tipo de alojamientos. «La gente lo probó con la pandemia y cada vez hay más que repiten. Hemos observado que han aumentado mucho las autocaravanas y cada vez se opta más por el bungaló y no por la tienda de campaña», añade Labrador.
Opina lo mismo Nemesio Vivas, que dirige el camping situado a las afueras de Cáceres. «Los bungalós están llenos, algo que no sucede con las parcelas de acampada», dice antes de reconocer que el suyo no es un alojamiento que se caracterice por ser de verano debido a las altas temperatura que registra la ciudad en esta época. Eso sí, cuentan con una gran piscina para que sus clientes se refresquen.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.