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Terremoto en el tercer partido más votado de Extremadura. Cayetano Polo, portavoz de Ciudadanos en la Asamblea y líder de la formación naranja en la región, anunció ayer que abandona el partido que ayudó a montar en la comunidad extremeña y renuncia a su acta de diputado en el Parlamento autonómico. Las discrepancias con la dirección nacional están detrás de una decisión que ha caído como una bomba en la política regional por lo inesperado de la decisión.
Polo la dio a conocer ayer en su segunda participación en el pleno de la Asamblea, en un punto dedicado a los incendios forestales, por lo que fue una sorpresa para casi todos. Desde la tribuna anunció que sería su última intervención porque dejaba su acta de diputado. Visiblemente emocionado, dio las gracias al personal de la Cámara, a los medios de comunicación y a los parlamentarios. Asimismo, tuvo unas palabras para sus compañeros en Cs, y se dirigió directamente a José Antonio Monago, líder del PP, y a Guillermo Fernández Vara, actual presidente de la Junta, a quienes agradeció su trato.
«Entré en política para hacer un poco mejor la vida de mis vecinos», afirmó. Apuntó que también lo hizo para defender la libertad. Una labor que, según dijo, espera continuar a partir de hoy desde otras posiciones.
Minutos después, explicó en rueda de prensa los motivos de su adiós, en los que se aprecian discrepancias con la dirección nacional del partido y las decisiones que se han tomado en los últimos meses, especialmente tras la salida de Albert Rivera y la llegada de Inés Arrimadas tras la caída en las generales del 2019.
La marcha del que fuera líder del partido hasta el pasado año ha contribuido a su decisión. En su intervención ante los medios de comunicación recalcó que entró en la formación naranja en 2014, cuando no sabía nada de política, porque Rivera le devolvió «la ilusión de que una sociedad diferente es posible».
También apuntó cuestiones como los pactos que se llevaron a cabo el pasado año tras las elecciones municipales y autonómicas y las decisiones impuestas desde Madrid, aún con Rivera al frente del partido.
Pero el fondo de su decisión es la postura de la nueva directiva de Cs. Polo recordó que a principios de este año mostró en un artículo en HOY su oposición a la forma en que se eligen los cargos internos, de modo que sean los afiliados, y no el comité ejecutivo, quien elija a los líderes del partido. Por cierto, dijo que corresponderá a la ejecutiva nacional designar a su sucesor.
En ese artículo también reclamó más autonomía y un discurso propio en cada territorio, algo que ha chocado con las imposiciones del partido.
Todas estas cuestiones le llevaron el pasado viernes a comunicar a la dirección nacional que rechaza su cargo y su acta en la Asamblea, ya que considera que pertenece al partido. Y abandona la formación para volver a la actividad privada, sin intención de regresar a la política. «Hoy cierro una etapa», afirmó.
Por su parte, Ignacio Gragera, principal cargo institucional de Cs en la región como primer teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Badajoz y que en junio accederá a la alcaldía en virtud de un pacto con el PP, se mostró sorprendido y dijo desconocer los motivos que le han llevado a abandonar sus cargos. «No tenía ni idea», indicó, según informa Rocío Romero.
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