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Las oficinas de atención a víctimas de delitos de odio por LGTBIfobia de la región extremeña han atendido a 33 personas por agresiones en ... los primeros meses de este 2024. Son los datos facilitados por Extremadura Entiende y Fundación Triángulo, las dos organizaciones que se encargan de gestionar este recurso en la comunidad autónoma.
A sus sedes llegan personas que piden ayuda porque aseguran haber sido víctimas de odio, amenazas, acoso, insultos e incluso agresión física y sexual. «Muchas de las situaciones se dan en el ámbito familiar y con personas conocidas. A veces pensamos que el enemigo está fuera y no es así. Está habiendo un repunte en los discursos de odio que son la antesala de los delitos que legitiman esas agresiones», lamenta Sisi Cáceres Rojo, representante institucional de Extremadura Entiende.
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La oficina de esa organización ha atendido a 25 personas y la mayoría de ellas tienen entre 18 y 25 años. «Creemos que ese repunte entre los jóvenes es porque están más sensibilizados con denunciar posibles situaciones de discriminación y más preparados a nivel emocional para percibir sus necesidades y pedir ayuda», indica Sisi, representante institucional de Extremadura Entiende.
De las 25 personas atendidas, en Cáceres se han registrado seis, siete en Mérida, una en Badajoz y el resto viven en el pueblos de las dos provincias. «Estamos trabajando para que las personas de los pueblos tengan menos dificultades para acceder a nuestros servicios. Estamos facilitando atención online y telefónica», añade Cáceres Rojo.
En cuanto a la nacionalidad de las víctimas, el 88% son españoles y el resto latinoamericanos. Y en cuanto al nivel de estudios, más de la mitad de los que han solicitado ayuda tienen grados de FP superior o carreras universitarias.
El 80% de las víctimas requieren de apoyo psicológico. «Son procesos largos de autoaceptación y para superar esa LGTBIfobia por esa culpabilidad de no cumplir con lo que se presupone que tenemos que hacer», comenta Flor Mirón, psicóloga y sexóloga del punto de atención a víctimas que gestiona Extremadura Entiende.
En cuanto a las situaciones que finalmente acabaron siendo denunciadas, son pocas. De las personas atendidas por Extremadura Entiende solo un 16% han demandado de forma oficial, una situación que también se repite en la sede de Fundación Triángulo. En su caso han atendido a ocho personas en los primeros meses de este año.
Las dos organizaciones se plantean como reto acabar con la infradenuncia, que sigue siendo la gran tarea pendiente. «El odio hacia las personas LGBT tiene un gran impacto no solo en las víctimas, también en sus entornos afectivos. Se detecta también que el perfil de los agresores se rejuvenece y que uno de los patrones que se repite en las agresiones es el silencio o falta de apoyo de los entornos donde se producen las agresiones, siendo el silencio el mejor aliado del odio», indican desde Fundación Triángulo, que detalla que menos de un 13% de quienes recurren a este servicio, interponen denuncias formales.
Los motivos son múltiples y las dos organizaciones inciden en que hay que poner el foco fuera de las víctimas. Apelan la responsabilidad de toda la ciudadanía. «Para las personas víctimas no es sencillo verbalizar o denunciar estas agresiones, ser testigo de cualquier tipo de discriminación hacia las personas LGBTI nos coloca en la posición de tener la responsabilidad de pararlo», indica la Fundación Triángulo.
«La infradenuncia es una de las lacras contra la que luchamos. Psicológicamente pasar por la experiencia de un delito de odio es muy devastador y hasta que la persona decide denunciar es un proceso bastante largo. La mayoría de los delitos que se producen son en el ámbito privado y eso hace aún más complicado denunciar a un miembro de la familia sabiendo las consecuencias de hostilidad que se van a producir», apunta la psicóloga Mirón. «Les hacemos saber que no están solas y van a tener el tiempo que necesiten el apoyo psicológico y a todas nosotras a su lado», añade.
Si se comparan los datos de agresiones con otros años, se observa que respecto a 2023 la situación es simular. Hay que tener en cuenta que el principal repunte de este tipo de situaciones se observó entre 2020 y 2023.
Por eso, durante esta semana, especialmente este viernes, hay varias actividades para concienciar sobre este tipo de hechos. Por ejemplo, la Fundación Triángulo, a través de la red de centros por la diversidad LGBT y desde el Servicio Plural, ha puesto en marcha la campaña no cuentes con mi silencio. Se leerá un manifiesto en toda la red de centros educativos comprometidos con la diversidad y se ha difundido una campaña de imágenes que se situará en todos los equipos informáticos de los centros educativos durante estos días.
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