José Vicente Granado llegó a la dirección del Sepad (Servicio Extremeño de Promoción de la Autonomía y Atención a la Dependencia) en el verano de ... 2019 tras ser alcalde de Pescueza, un pueblo de apenas 150 habitantes que se ha convertido en la seña de identidad del cuidado a los mayores en esta región. Calma y tranquilidad. Nada que ver con la vorágine que estaba por venir. Tras poco más de seis meses en el cargo, estalló la pandemia y las residencias pasaron a ser el lugar más vulnerable. En ellas el virus ya ha matado a más de 770 personas.
–¿Si tuviera delante a un familiar de un residente en qué momento le diría que estamos?
–Le diría que tenga confianza y esperanza porque lo sufrido de aquí para atrás, confío en que no se viva de aquí en adelante. Según Salud Pública, la inmunidad está siendo grande entre nuestros residentes y eso es un motivo de esperanza. Están haciendo estudios, y los que se han infectado de covid tras haberle puesto alguna dosis, tienen una carga vírica mucho menor. De hecho no ha habido fallecidos en esos casos. Cuando hay muertes es lo más doloroso y quiero transmitir mi afecto a todos los familiares que han perdido a algún ser querido. Comprendo el dolor y la crítica porque han sido circunstancias muy duras, pero hemos tomado todas las medidas para prevenir fallecimientos y que entrara el virus en las residencias.
–En la primera ola hubo 1.582 contagios y 432 fallecidos en las residencias y desde julio ha habido 341 muertes y 2.753 positivos. ¿Qué ha fallado para que la historia se repita?
–Puede ser un poco prepotente decir que no ha fallado nada, pero lo que realmente ha fallado es que el virus sigue entre nosotros. No hay barrera que lo pare, y cuando entra en una residencia, el contagio es explosivo porque las personas conviven en el mismo hogar, aunque sean espacios grandes y se sigan los protocolos. Además, también hemos tenido muchos más positivos en esta segunda y tercera ola y, aun así, menos fallecidos. Eso quiere decir que también hemos hecho bien las cosas.
–La residencia con más fallecidos (75) ha sido la Asistida 'El Cuartillo' de Cáceres. ¿Piensa que ha habido negligencia?
–No, lo que ha habido es una entrega brutal. Eso está judicializado, lo que pasa es que fue la primera gran residencia más afectada al principio de la pandemia. Es muy grande, con muchos residentes y muchas patologías y afectó el virus más que en otras. Pero si hablamos proporcionalmente respecto al número de usuarios no ha sido la más afectada.
–Pero el virus ya había entrado en otras residencias antes que en la Asistida. ¿Se podía haber actuado antes?
–Entró por ejemplo en la de Arroyo de la Luz, pero todavía no teníamos muchos conocimientos. Las primeras medidas se empezaron a aplicar el 11 de marzo, que mandamos los protocolos a todas las residencias para, por ejemplo, suprimir visitas. No se actúo tarde, se actuó cuando tuvimos conocimiento del virus.
«No ha habido negligencia en la Asistida de Cáceres, ha habido una entrega brutal»
«Al profesional que no se vacuna le diría que piense en las personas con las que trabaja»
«La vacunación está funcionando y, ante eso, algunos partidos han hecho una guerra política»
–La directora de la Asistida ya ha declarado como única investigada y ahora el juzgado decidirá si archiva la causa o sigue adelante e, incluso, puede que haya más acusados. ¿Teme ser uno de ellos?
–Nosotros hemos actuado con total transparencia desde el minuto uno. Todos los días se le enviaba a la Fiscalía una relación de las actuaciones y de la situación de los residentes. De todas nuestras actuaciones tiene conocimiento la justicia.
–¿Sigue habiendo problemas para encontrar a personal de enfermería que trabaje en las residencias extremeñas?
–Ahora mismo está todo atendido, pero el problema en el personal de enfermería continúa porque la bolsa de trabajo está a cero. Seguimos haciendo llamamientos, pero nos cuesta encontrar.
–También hay profesionales que no se han querido vacunar. ¿Qué opina de esos trabajadores?
–Por ley no se puede obligar a nadie, así que es un ejercicio de responsabilidad del propio trabajador. Hay casos en los que no se vacunan porque, por ejemplo, tienen alergias y su médico no lo recomienda. El que no ha querido vacunarse por negacionista, pues no lo comparto y me imagino que tampoco sus compañeros, pero no podemos obligarle. Al que no se ha vacunado por negacionista le diría que piense en las personas con las que está trabajando, pero esos casos son muy pocos.
–Montserrat Rincón, que fue directora del Sepad en Badajoz, se vacunó antes de que le tocara. Usted explicó que, si no hubiera dimitido, la hubiera cesado, ¿pero por qué no comunicaron el nombramiento de la nueva directora, María José Serrano?
–Tampoco queríamos ser héroes sacando pecho como si nosotros le hubiéramos 'cortado la cabeza'. Hizo un acto que no era el correcto, hablé con ella cuando tuve conocimiento, y nada más hablar, reconoció la gravedad. No me dio opción a nada. Rápidamente me dijo que su dimisión estaba encima de la mesa.
–¿Está seguro de que no ha habido más casos como el de la exdirectora del Sepad de Badajoz?
–Sí. Ese caso no tiene nada que ver con el de los directores de residencias que, a su vez, tienen cargos públicos. Ellos se han vacunado porque así estaba en el protocolo, independientemente de que muchos sean concejales o alcaldes. Es que no habido un caso, ni dos, ni tres, sino 20 y 30 de ese tipo porque en nuestros centros hay muchos trabajadores que son alcaldes o concejales.
–Pero la concejala socialista Soraya Cobos es directora del centro sociosanitario de Plasencia y le pusieron la primera dosis antes de que le tocara al propio centro y en otra localidad.
–Se vacunó porque sobraban dosis y llamaron, antes que a ella, a médicos que no pudieron asistir. Es lo mismo que ha pasado en las residencias que han sobrado vacunas y se ha llamado al sanitario que estaba dentro del protocolo y se le ha vacunado dos días antes para no tirar las dosis. La polémica aquí es que se quiere hacer ruido político porque es la concejala de un ayuntamiento. La vacunación está funcionando y ante eso algunos partidos de la oposición han querido hacer una guerra política. Yo no voy a entrar en eso, sino en salvar las vidas en las residencias, que bastante han sufrido.
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