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Día de Extremadura
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Día de Extremadura
Cultura asequible, festivales consolidados y un mundo rural cargado de vanguardiaEn la ciudad de Cáceres uno puede contemplar moviéndose apenas unos metros y en un breve espacio de tiempo un Picasso o un Kandinski en el Museo de Arte Contemporáneo Helga de Alvear, a coste cero, y disfrutar de una comedia o drama del Siglo de Oro puesto en pie en la Plaza de San Jorge por la Compañía Nacional de Teatro Clásico en uno de los festivales más punteros del sector. Ese planazo es fácil de cuadrar en junio en el Clásico de Cáceres. Un mes antes la Plaza Mayor y el entorno monumental se llena de ritmos étnicos y, de forma gratuita en el Womad se pueden conocer expresiones musicales de los cinco continentes. Sin pasar por taquilla al final del verano y el inicio del otoño hay una extensa oferta musical con un festival de blues y otro de música irlandesa que pone a todo el mundo a bailar. No es difícil ver pasar por el Gran Teatro a actores de renombre en sus giras nacionales o a grupos de primera fila. Puerto Flórez López, una enfermera jubilada que vive en Cáceres, intenta aprovechar la agenda. «Hay días en los que es complicado elegir una actividad, porque hay muchas y muy variadas», señala esta acérrima aficionada a la cultura que dice pelearse metafóricamente contra los que esgrimen que en Extremadura no hay nada. «Todos los días puedes ir a algo, y eso que yo soy selectiva». Conciertos, teatro y cine, tanto en sala comercial como en la Filmoteca, son las actividades que más disfruta Puerto en Cáceres, que resalta también que aquí pasar por taquilla duele menos, todo es más barato. «Antes, cuando no había tanta oferta, iba a Madrid a hacer alguna compra y de paso me veía obras de teatro, hay una diferencia grande en cuanto a precios».
Puerto Flórez
La capital cacereña afronta el reto de ser Capital Europea de la Cultura en 2031, una meta a la que se enfrenta por segunda vez consecutiva, tras la intentona de 2016 que, aunque fracasó, dejó un poso de actividades durante cerca de un lustro. Aún en una fase germinal, tras la constitución este verano del consorcio regional que lo gestionará, falta por elegir la cabeza visible que marcará el rumbo de este propósito que, aunque se centre en la capital cacereña, terminará siendo un objetivo de toda Extremadura.
En Mérida el verano genera un run run cultural de alto voltaje. El Festival Internacional de Teatro atrae a más de 100.000 personas en torno al teatro grecolatino y a las actividades paralelas que se plantean. La ciudad, de poco más de 50.000 habitantes, se llena de vida. Y llega mucha gente de fuera, sí, pero los propios vecinos, como si fueran romanos antiguos, gozan de un programa que tiene mucho de tradición también. La cita ha cumplido 70 años y está en plena forma. Y además le ha salido un 'hijo', el 'Stone and Music', con conciertos en el teatro en fechas previas y posteriores al festival.
Mérida y Cáceres, las dos ciudades Patrimonio de la Humanidad extremeñas cuentan, además de con un importante bagaje de restos histórico artísticos, con una vibrante vida cultural que queda reflejada en uno de los rankings más fiables del estado de salud de la cultura en España, el que elabora la Fundación Contemporánea. Extremadura ocupa el puesto número 14 de 17 en cuanto a la valoración de los expertos sobre su la calidad e innovación de su oferta cultural, aunque Cáceres suele encontrarse desde la apertura del Museo Helga de Alvear (cuya entrada es gratuita) en los puestos de cabeza. Este año en el 16 de 38, aunque en el anterior logró trepar al 'top 10' de las ciudades españolas con más pujanza. El Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida se encuentra en el número 16 del ranking de 100 de las actividades o recintos culturales más relevantes de España, por encima de lugares tan destacados como la galería de las Colecciones Reales de Madrid, el Museo Picasso de Málaga o el Festival de Almagro. El Museo Helga de Alvear aparece en el puesto 29, y en el 94 el festival Womad. Es, por decirlo de alguna forma, lo que más brilla en una región en donde la Junta de Extremadura apoya 150 festivales tanto de música como de artes escénicas, algunos incluso de fuera de la región.
Porque no todo se reduce a Mérida o Cáceres. El teatro más actual, con un festival de bandera como el contemporáneo, que el próximo octubre cumplirá su 47 edición o el festival de flamenco y fado son dos de los acontecimientos significativos en la ciudad de Badajoz, dos joyas con solera y que atraen a un público selecto.
Paula Calle se chuta la cultura local de la ciudad de Badajoz. Funcionaria del SES y con las tardes libres, no suele perderse las inauguraciones de las exposiciones. La Fundación Caja Badajoz, la galería Arte Joven la galería Lausilla, en pleno Casco Antiguo, son algunos de sus sitios imperdibles. Destaca también el papel del Centro Vivo, el antiguo hospital provincial de Badajoz, a donde asiste a muchos conciertos y actividades gastronómicas. «En verano con 'La ciudad encendida' no me da la vida para todas las cosas que hay, los viernes y los sábados hay concierto de pop, de rock, de lírica en cada monumento de la ciudad». No se pierde tampoco el cine de verano de la terraza del López de Ayala ni el del parque de la Legión. Está apuntada a la iniciativa que tiene lugar en el hotel Río y que se llama 'Jazz, vino y amigos'. «En Badajoz el que quiera puede tener una vida cultural muy activa», remacha. Ángel Briz es el director del Festival de Cine Inédito (FCI) de Mérida, que el próximo otoño cumplirá 19 años ofreciendo películas que no han sido estrenadas en los cines extremeños comerciales. Se trata de una actividad robusta, con películas en versión original y que pretenden a sembrar la semilla del cine independiente. Más allá de su experiencia cree que hay localidades más pequeñas, como los cine clubs de pueblos que también «lo hacen bien». Cita Hervás o Jaraíz de la Vera, «que todas las semanas proyectan una película en versión original, invitan a expertos y la explican, en Extremadura hay unos cuantos festivales de cine que son muy interesantes». Trae a colación el festival de Segura de León de documentales. «Estoy seguro de que esos documentales se ponen en un cine normal cualquier día y van tres personas, pero los lugareños asisten, tienen ilusión y puedes encontrar a 100 personas interesadas». Cita también el caso de Llerena y su festival cinematográfico, que se acoge con ilusión. Aunque la explotación comercial de los cines no está en el mejor momento, hay Ayuntamientos que ofrecen cine en verano. «En cine hemos adelantado, tenemos una filmoteca de Extremadura, que eso también hace mucho y lleva el cine a muchas localidades gracias a su sede itinerante».
Ángel Briz
Se fija en la música, y en el avance que ha habido en la clásica. «La Orquesta de Extremadura (OEx) cada vez ha llegado a más ciudades, las últimas han sido Mérida y Plasencia y también ha habido un empuje de orquestas locales como las de Mérida o Badajoz». La OEx tiene 1.003 abonados, de los cuales 695 están en Badajoz.
Considera que otro de los hitos de la cultura en Extremadura es la creación de la Editora Regional (que publica 30 libros al año) y valora el motor que suponen las bibliotecas públicas. «He visto la actividad de las bibliotecas en los pueblos y me he quedado impresionado, si a la gente se le da la oportunidad de acceder a presentaciones de libros o conferencias, la gente al final va, ahí son muy importantes los trabajadores de las bibliotecas, que tienen un amor tremendo los libros y que lo transmiten». En Extremadura hay 66 bibliotecas municipales, tres Bibliotecas Públicas del Estado y la Biblioteca de Extremadura, a las que hay que sumar las 455 del sistema bibliotecario de Extremadura, donde se incluyen las de centros educativos o entidades menores.
Paula Calle
Al hilo de la cultura que emana del papel Briz señala también la importancia de las Ferias del Libro que han ido consolidándose en distintos puntos de la región. «Muchas ferias del libro, como la de Mérida o Badajoz ya han superado los 40 años, eso también se ha notado mucho, porque una feria del libro hace que el libro esté en la calle».
Sobre la accesibilidad económica a la oferta cultural señala que en la región, en ocasiones, puede no dársele el valor que tiene. «Parece que la cultura tiene que ser gratis, en eso tenemos que avanzar y darle el valor que merece». A él le parece un verdadero privilegio que en ciudades como Mérida, «un lunes de verano tengamos que elegir a donde vamos, si vamos a ver un cine de verano del Festival de Mérida o podemos irnos a una obra de teatro que hace el grupo TAPTC que durante dos meses, cada semana, ofrece una obra de teatro distintas, que están llenas a diario, tienen un precio económico y la gente responde». Su visión, echando la vista atrás, es optimista. Cree que la mejora del nivel educativo de la población influye para bien en los hábitos culturales.
Marce Solís lleva años implicado en la cultura de la región como autor teatral y artista y agitador. Es el artífice también de la iniciativa rural 'Contenedores de arte'.
Marce Solís lleva su mirada no tanto a los grandes acontecimientos urbanos, «que avanzan menos», apunta, sino a ámbitos más pequeños. «Se están haciendo cosas muy interesantes en el mundo rural». Cita el festival 'La escena rural' que lleva a cabo la compañía Al Badulake en Cuacos de Yuste. «Son artes escénicas de todo tipo, ellos lo llaman las artes vivas, también hacen cosas de humor, algo de flamenco, pero me llama la atención con las dificultades que hay cómo se están moviendo».
Marce Solís
Tiene una extensa lista de experiencias en el ámbito más pequeño. «En Cáceres la gente de la asociación 'Las lavanderas' de Aguas Vivas hacen cosas muy interesantes en su sede y combinan muy bien la música electrónica con el folclore más avanzado, que es lo que yo echo en falta, esa combinación».
Cree que está habiendo una atención hacia el acervo local que le parece interesante. «Veo un avance en las tradiciones, el folclore está muy avanzado, se le está dando mucho apoyo por parte de las instituciones. En Cáceres la mayor que hizo la cultura con Luis Salaya y con Fernanda Valdés como concejala fue relanzar El Redoble (canción del acervo local, ahora himno oficial de la ciudad)».
Pone otro ejemplo de cultura en lo rural. En la zona de Campiña Sur la artista Maite Cajaravile, una artista visual contemporánea que vive en Noruega puso en funcionamiento un festival que se llama Electronic Field. «Es súper contemporáneo, yo creo que es una copia de uno que hace en Noruega, y es el único que se hace en este estilo en la región, no es mayoritario, pero no todo tiene que serlo». Ensalza también la programación teatral de La Nave del Duende, en Casar de Cáceres.
Periferias, que se hace durante el mes de agosto en las localidades rayanas de Marvao y Valencia de Alcántara también merece la atención de Marce Solís. Se trata de un festival de cine pero que aborda también la música y otras materias. Y el museo Vostell-Malpartida, que genera numerosas iniciativas ligadas con su esencia, el legado fluxus de Wolf Vostell su fundador. Cultura atrevida y de pura vanguardia que anida en lo pequeño.
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Almudena Santos y Lidia Carvajal
Rocío Mendoza | Madrid, Álex Sánchez y Sara I. Belled
María Díaz | Badajoz
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