
España, México y Extremadura
Si conociéramos y reconociéramos la Historia, tal vez se estrecharían los puentes entre continentes hermanos en beneficio cultural mutuo
Juan Rebollo bote | Historiador
Viernes, 29 de marzo 2019, 09:44
Secciones
Servicios
Destacamos
Juan Rebollo bote | Historiador
Viernes, 29 de marzo 2019, 09:44
En la política, como en la vida misma, hace falta conciencia histórica. La Historia, con mayúsculas, es decir, la disciplina académica, debería tener una consideración fundamental en la esfera pública y no mantenerse guardada en las bibliotecas. De lo contrario, nuestras sociedades están abocadas a la superficialidad intelectual de quienes adquieren una visión parcial de aquella y tienen voz en los medios. En este punto, cabría preguntarse, ya que no está del todo claro, si el ciudadano de a pie quiere o no que la superficialidad gobierne su presente y su futuro.
Este año se cumple medio milenio de la llegada del extremeño Hernán Cortés a Mesoamérica. Como figura histórica polémica y fácilmente manipulable que es, suscita acalorados debates y disonantes opiniones en los foros más diversos. Si hace algunas semanas cierto político español dudaba de si habría de conmemorarse oficialmente tal efeméride, hace unos días desde el país mexicano exigían a España y al Vaticano el perdón público por lo acontecido hace 500 años. Y, con seguridad, en los próximos días saldrán otros políticos más, estamos en precampaña, (re)polarizando la discordia sin mayor reparo en incurrir en anacronismos.
A este lado del Atlántico están los que exaltan su epopeya conquistadora y su papel civilizador del territorio azteca, pero también los que arrojan pintura del color de la sangre y plasman la palabra 'asesino' en sus estatuas cada 12 de octubre. Al otro lado del charco, están igualmente los que adoran y bendicen a la Madre Patria por un lado y los que argumentan que los españoles actuales son los descendientes de los genocidas, violadores y expoliadores del siglo XVI. No seré yo el que diga, como atribuyen a Aristóteles, que en el punto medio está la virtud, pero sí me atrevería a aseverar que no está en los extremos. No creo en la verdad histórica, pero creo en el conocimiento de la Historia y en la perspectiva amplia que se deriva de su adquisición. Si analizamos el pasado con los conceptos del siglo XXI es muy probable que caigamos en tremendos errores de precisión histórica.
Si conociéramos y reconociéramos la Historia, tal vez se estrecharían los puentes entre continentes hermanos en beneficio cultural mutuo. Y aquí es donde Extremadura, la región de origen de muchos de aquellos conquistadores -emigrantes que se buscaron la vida donde más trabajo había entonces-, tiene que ejercer un papel protagonista. Pero si dejamos la Historia en manos de los políticos y demás personal mediático, continuaremos consumiendo verdades parciales de intereses determinados. Tal vez la responsabilidad esté en los historiadores que sin ánimo alguno de socialización de sus investigaciones se mantienen cómodamente en sus despachos y cátedras de universidad. Tal vez hacen falta más historiadores en la vida pública.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Los ríos Adaja y Cega, en nivel rojo a su paso por Valladolid
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Recomendaciones de HOY
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.