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A Julia Marín, que da clases en el grado de Enología de la Universidad de Extremadura, le gustaría mover el calendario lectivo para que sus ... alumnos pudieran vendimiar en condiciones y atender la bodega como esta merece.
«El vino tiene sus tiempos –dice– y no coincide con los ritmos académicos». Y es que cuando arranca el curso a mitad de septiembre la uva que recogen ya está algo pasada. La obtienen de los viñedos que hay en la Escuela de Ingenieros Industriales para hacer su propio vino, una tarea de último curso para graduarse como enólogo.
Luego, cuando llega enero, otro momento clave en la elaboración de ese vino al llegar el proceso postfermentativo, la asignatura de 'Prácticas integradas de enología' ya ha concluido y además ese mes hay exámenes, por lo que el esfuerzo de la profesora Martín y sus alumnos de cuarto curso es doble. «Como nos incorporamos un poco tarde y la uva ya está pasada pues nos tenemos que diversificar y hacer una tipología concreta de vino», explica la docente, que pese a todos estos contratiempos ha obtenido con sus alumnos una de las 42 medallas de oro que anualmente concede el Concurso Nacional de Vinos VinEspaña, celebrado el 12 y 13 de febrero en Zaragoza y cuyos resultados de esta séptima edición se acaban de conocer.
Según Julia Marín, se trata de uno de los concursos más abiertos de España, al que presentan sus vinos casi 800 bodegas del país y que se caracteriza porque el jurado lo componen solo enólogos.
La UEx lleva presentando el vino que hacen sus alumnos junto a la profesora Martín desde 2018, y han sumado ya ocho reconocimientos entre medallas de oro y de plata. Este año han llevado dos vinos, y el oro lo han conseguido en la categoría de tintos tranquilos, la de mayor concurrencia, con un caldo que han bautizado como Bravus. La añada es de 2024 y lo han hecho a partir de uva tempranillo que adquirieron porque la garnacha que vendimiaron en ITA no les terminaba de convencer. Una de sus autoras define a este Bravus tempranillo como un vino «con intensidad de color, potencia aromática y que por la madurez de la uva tiñe la copa porque es denso y con mucho extracto».
Hay que decir que las ocho universidades de España que imparten Enología están en zonas con potencial vitivinícola, pero solo cuatro tienen su propia bodega experimental: la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona, Valladolid, La Rioja y Extremadura. Esta última está en el campus de Badajoz y bautizada como Bodega José Luis Mesías en homenaje al enólogo de Almendralejo fallecido en 1990.
De todos los galardonados en las distintas categorías (variedades minoritarias, rosados, blancos tranquilos, ecológicos, espumosos y de aguja) solo otra bodega experimental, la de Jumilla, ha aparecido junto al resto de bodegas convencionales en ese medallero.
La titulación de Enología en la UEx existe desde 1999 y suele tener muy pocos alumnos. Ahora hay veinte repartidos en los cuatro cursos. Empezó como titulación de segundo ciclo, a la que accedían alumnos desde otras carreras de ciencias o bien agrícolas y eran dos años, hasta que se implantó el Espacio Europeo de Educación Superior y pasó a ser un grado de cuatro años.
«El salto de calidad que han dado los vinos extremeños ha estado motivado porque todo el personal que se dedica a la elaboración, desde el diseño del viñedo hasta la venta del vino, está mucho mejor formado. Aquí los graduados aprenden desde agronomía hasta marketing», explica Julia Marín, que calcula que el 90 por ciento de los alumnos que ha formado han encontrado hueco en este mercado laboral, tanto en Extremadura como en otras comunidades o en el extranjero.
Según dice, suele haber chicos y chicas en la misma proporción, pero el perfil de estos alumnos ha variado: «Al principio venían jóvenes de familias muy relacionadas con la viticultura, pero ahora casi ningún alumno tiene bodega su familia, se ha vuelto un grado muy vocacional».
Julia Marín imparte en tercero y cuarto las asignatura de 'Prácticas integradas de enología', 'Análisis organoléptico y tecnología de la cata', y en último curso la optativa 'Vino y salud', pero el grado tiene materias como Física, Química, Biología Celular y Genética, Microbiología, Biotecnología, Empresa, Inglés o Márketing, entre otras.
La alumna Bárbara Casas es de Barcelona y se instaló en Badajoz para estudiar Enología. Está en tercer curso y las asignaturas que más le han gustado están siendo Bioquímica Enológica y Cata. «Participar en la elaboración de un vino es motivador porque hay muchas materias de química y biología, pero no tocamos un vino como tal hasta las catas en tercero y la elaboración del vino en cuarto curso», explicaba a HOY esta semana.
Y es que, además de elaborar su propio vino, del que salen entre cien y doscientas botellas (no se pueden comercializar), los alumnos le ponen el nombre a su creación. La primera vez que se presentaron a VinEspaña lo hicieron con 'Muy nuestro' y una etiqueta firmada por todos los estudiantes; en 2019 'Auténtico', jugando con la U y la E de UEx; en 2021 bautizaron los vinos como Ciconia, Uroiboro y Pinzón Azul; en 2022 el nombre fue Zagal; en 2023 Quasi por la canción de Pablo López y Destino Casualidad; el año pasado Ilusión con una etiqueta que era una ilusión óptica y en este 2025 han vuelto a triunfar con Bravus tempranillo.
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