Pedro Cañada, patriarca del regionalismo extremeño, es un hombre menudo que a sus 86 años mantiene buen pelo y un envidiable estado general. «Sólo me ... olvido de que tengo esa edad». Doctor en Filosofía por la universidad suiza de Friburgo, emigrante en Alemania y consejero de Educación en la pre-autonomía, en 1978 creó Extremadura Unida (EU). No participó en política hasta rebasar los 40 años, pero desde entonces su partido se ha presentado a todas las convocatorias autonómicas. La primera vez, en 1983, superó el 8% (6 diputados) con más de 47.500 votos; en 2019, no llegó a 4.000.
Pese a este declive progresivo, Cañada no ceja en su defensa de una política que antepone las necesidades del territorio a las ideologías o los intereses de partido, el mismo enfoque que ha calado entre el electorado con Teruel existe y otras marcas provinciales en Castilla y León. Extremadura Unida forma parte de la plataforma que agrupa a nuevas siglas que intentan aprovechar el tirón de esta versión renovada del regionalismo. Ha convocado una manifestación para el 7 de septiembre.
– ¿Cómo empezó en política?
– Empecé con la democracia, con Arex (Acción Regional Extremeña) y Enrique Sánchez de León, que fue a buscarme a la Universidad; pero luego nos metieron en UCD, y cuando el trasvase del Tajo al Segura voté en contra porque era ir en perjuicio de mi tierra. Así que, hicimos Extremadura Unida.
«Destino mi pensión a la política, mi mujer me toleraba y ahora también me apoyan mis cinco hijos»
«Me llevaba bien con Ibarra, era chillón, pero se quedaba ahí y Felipe le hacía la escena del sofá»
«El PP se portó muy mal con nosotros, pero se metieron demasiado con Monago»
– ¿No quiso formar parte de UCD? Sánchez de León llegó a ministro de Sanidad.
–UCD se portó muy bien con nosotros, pero no era lo que habíamos convenido. Adolfo Suárez nos recibió en Madrid y su figura nos entusiasmó; nosotros éramos unos pardillos y él nos hablaba con toda naturalidad de cosas íntimas de la política. Pero nosotros estábamos en otra cosa distinta, para defender los intereses de Extremadura, mientras que ellos ponían enmiendas al trasvase para llevar el agua al Segura; allí hay 70 campos de golf.
- ¿A quién se le ocurre el nombre de Extremadura Unida?
- A mí personalmente. Éramos 21 personas que nos reuníamos en bares con todas las ganas del mundo. Nos inscribimos como partido en 1981 y en las primeras elecciones (1983) fuimos la tercera fuera política con seis diputados, aunque según las malas lenguas nos quitaron dos en Badajoz. Teníamos una ilusión enorme por cambiar Extremadura y creíamos que podíamos hacerlo, pero 40 años después seguimos casi igual.
- ¿No cree que haya mejorado Extremadura?
- Sí hombre, sí, hasta en África se ha crecido, pero seguimos a la cola. La pena es que este maltrato que recibe Extremadura se hace con el propio apoyo de los extremeños, aunque voten con toda su buena fe. Los gobiernos nos han marginado, por imposición, por chantaje, como queramos decirlo, de dos economías, la de catalanes y vascos. Para ellos siempre hay dinero, y los gobiernos se han dejado manejar para retener el poder. Ábalos lo dijo cuando era ministro (de Fomento, con el PSOE): a Extremadura se le daba con una mano y con otra se le quitaba.
- ¿Entonces para qué ha servido la autonomía?
- No somos autónomos, y lo digo con pena. Es una formalidad acrílica. No somos autónomos si hacen con nosotros lo que quieren desde fuera. ¿Sabes cuántos AVE tiene Cataluña? 40; ¿cuántos tenemos nosotros?, ninguno. Yo tengo amigos en los que creía, y sigo creyendo como personas, pero que están sometidos a esa disciplina de partido.
- ¿En la política se pueden tener amigos?
- Yo creo que sí, los he tenido de verdad. En política hay mucha gente buena. Mi idea es que verdaderamente el político tiene vocación de cambiar el mundo, hay algo de ética, de deseo de justicia, en principio hay buena fe. Que luego nos corrompamos todos o que haya corruptos, puede ser, pero de entrada la política es necesaria, es positiva.
- Pedro Cañada no ha formado parte de ningún gobierno, pero sí ha tenido influencia en la política regional y municipal.
- En alguna cosa..., pero donde realmente he tenido poder ha sido en mi pueblo (fue alcalde 16 años de Calzadilla): trajimos el agua, recuperé la dehesa que habían quitado los caciques...
- ¿Qué recuerda de su paso por la Asamblea, de Rodríguez Ibarra por ejemplo?
- Me llevaba bien con él, era un poco chillón pero se quedaba ahí.
- ¿Tampoco él era revindicativo ante Madrid?
- Él nos lo contó en alguna ocasión: «Voy con estas reivindicaciones, pero luego me coge Felipe (González) y me dice que yo también soy responsable...».Le hacía la escena del sofá. Yo comprendo que exista una disciplina de partido, incluso que haya gente que busca a qué agarrarse, lo comprendo humanamente, pero te quita libertad.
Dinero
- ¿Por qué el regionalismo no ha llegado a más en Extremadura?
- Por el dinero. Para las primeras elecciones la caja de ahorros nos dio un préstamo de 10 millones de pesetas que tuvimos que devolver con nuestro sueldo entre dos, aunque éramos seis diputados. En cambio, otros partidos son capaces de colocar a los hijos de quienes se acercan.
- Ha ido coaligado en dos elecciones con el Partido Popular.
- Mi idea casi filosófica es que los acuerdos más fecundos es cuando se hacen entre contrarios, porque es cuando se suma más. En Alemania, socialisas y conservadores pactan muchas veces y fíjate lo que nos ha descubierto China: que la amalgama del capitalismo y el comunismo consigue el mayor desarrollo.
- Y con el PSOE también ha llegado a acuerdos, le dieron la alcaldía de Cáceres.
- Le dimos una lista con 100 puntos y les dijimos cuántos eran capaces de hacer. El PSOE se comprometió a unos 70 y el PP con el bueno de José María Saponi dijo que solo 28 porque él no era el jefe del partido. Así que, mirando el interés de Cáceres estaba claro.
- ¿Cumplieron esos 70 puntos?
- No los hicieron todos. Al final tuvimos que enfadarnos, eran más inteligentes o más tunantes que nosotros porque utilizaban un lenguaje ambiguo.
- ¿Cuál es la ideología de Extremadura Unida?
- Está ligada a la tierra, la ideología es el desarrollo integral de Extremadura.
- ¿No se puede decir que sea de derecha, de izquierda, centro?
- Si quieres situarlo, buscamos un equilibrio y eso suelen calificarlo más bien de centro. Cuando hicimos AREX, yo puse que era de izquierda porque me sonaba bien entonces aunque luego lo cambió Sánchez de León; y en el partido, nos definimos como progresistas, ¿quién va ir en contra del progreso? Pero no he encontrado todavía a nadie que me defina con rigor qué es la izquierda y qué es la derecha.
- ¿Qué opina del momento actual, del gobierno de Fernández Vara?
- Yo tenía amistad con él, cuando era consejero (de Sanidad) era una persona muy dialogante, nos entendíamos bien. Tuvo una época que dio un rebote contra el poder como tal, pero últimamente las circunstancias, la losa del poder hace que no se levante la cabeza como se quiere. Me parece una buena persona de fondo, pero volvemos a lo de la disciplina de partido.
- Cuando el PP gobernó la Junta de Extremadura con Monago, EU estaba coaligada con ellos. ¿Cómo resultó?
- Pues muy mal, se portaron mal con nosotros. Aunque también creo que se metieron demasiado con Monago, no dije nada contra él aunque me lo pidieron.
- ¿Cuál es el principal problema de Extremadura?
- Uf!... hay tantos. Es malo que los jóvenes se tengan que ir obligados, no el hecho mismo de irse si es por voluntad, es bueno salir. Yo me fui a Alemania con 500 pesetas en el bolsillo, hice autostop, trabajé en hoteles y fábricas, pero ningún padre quiere ver marchar a su hijo si es por obligación.
- Han convocado una manifestación por el tren para el día 7
- Sí, son conocidos los motivos. La gente va sin aire y sin agua en los trenes, no somos borregos.
- Hay un auge, casi una moda, de partidos regionalistas y provinciales. Extremadura Unida se ha unido en una plataforma con nuevas marcas de cara a las elecciones. ¿Le ve recorrido de verdad?
- Yo creo que sí, pero también es verdad que el fuego no arde sin leña, y nos falta leña. Se puede abrir los ojos a los extremeños para que vean que se da el voto a unos partidos que al final, por lo que sea, nos machacan. Todos criticamos lo del tren, pero vamos a ver cuántas personas van a la manifestación. Esto no puede seguir así, y no es una cuestión de ideología, sino de supervivencia, de desarrollo. Extremadura es un bien superior.
- Cuando llega el día de las elecciones y por la noche comprueba los escasos resultados de EU, ¿cómo se siente?
- Bueno, confirmo que el dinero es el dinero, y nosotros no lo tenemos. Yo no vivo de la política, casi siempre ha sido así. Yo destino mi pensión a esto.
- ¿Su familia no le dice que es momento de dejarlo?
- Me toleran, lo hizo mi mujer y también mis cinco hijos, y ahora también ellos me apoyan, no me ponen más pegas de las debidas. Vivo con ilusión lo que hago porque creo en ello.
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