Niños y adultos se refrescan en las fuentes públicas de Mérida antes de que caiga la noche, en plena ola de calor. HOY

Extremadura soporta cada vez más noches por encima de los 25 grados

En términos climatológicos se denominan tórridas, según la Aemet

Álvaro Rubio

Cáceres

Domingo, 28 de julio 2024, 08:13

Montaña lleva dos noches durmiendo con el aire acondicionado. «Si no, es imposible conciliar el sueño, y es importante descansar, que al día siguiente se trabaja», cuenta esta joven desde Cáceres.

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Allí ha habido noches esta semana en las que el termómetro se ha ... movido entre los 20 y los 25 grados. Más de lo mismo en Badajoz, Mérida, Plasencia y muchos pueblos de la región.

Ante eso, a los extremeños no les ha quedado más remedio que tirar de ventilador y aire acondicionado en el caso de las familias que se lo pueden permitir.

«Yo vivo de alquiler y no tengo aire acondicionado. Paso la noche como puedo con el aparato, el 'pingüino'», comenta Beatriz Agudo.

Otros como Gino, peruano afincado en la capital cacereña desde hace casi una década, se tiene que conformar con el ventilador. Al menos se consuela con que vive en un bajo y cree que su piso es más «fresquito» que los de las plantas superiores.

«Tiro de un ventilador que compré el año pasado, lo pongo toda la noche y antes de dormir me doy una ducha helada»

Gino Jordano

Vive en Cáceres pero no tiene aire acondicionado en casa

«Tiro de un ventilador que compré el año pasado, pero tengo que ponerlo toda la noche», Además, «cada vez que llego a casa y antes de dormir me doy una ducha helada», comenta Gino Jordano.

Sin embargo, de poco le sirve. «A los diez minutos estoy con el mismo calor. Me da hasta miedo abrir las ventanas de la habitación. En vez de aire fresco, entra caliente como si fuera fuego», dice este joven. «Lo paso fatal y me empieza a doler la cabeza», comenta a sus 30 años. «No sé como lo pueden llevar las personas mayores».

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Vive con su madre y lo de mudarse a una casa con aire acondicionado lo han pensado en alguna ocasión, pero el alquiler costaría más caro. «Mi madre tiene bonificaciones y casi no nos cobran la luz, pero irse a otra vivienda supondría pagar más dinero cada mes. Por esta son 390 euros», detalla.

Tres de cada diez hogares extremeños no pueden permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada

Su caso es el de muchos habitantes de la región. Casi tres de cada diez hogares de Extremadura no pueden permitirse mantener su vivienda a una temperatura adecuada, según recoge la Encuesta de Condiciones de Vida del INE.

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En concreto le sucede al 26,8% de los hogares, un porcentaje que supera al de la mayoría de territorios del país. La media nacional, en cuanto a pobreza energética, se sitúa en el 21%.

En busca de aire acondicionado

Quienes sí pueden costearse un aparato de aire acondicionado (el precio de un una unidad de split para una estancia ronda los 500 euros) y aún no disponen de él en su hogar, en algunos casos lo han comprado en esta última semana debido a la ola de calor.

Lo sabe bien Carmen Cortés, de Civantos, una empresa que gestiona comunidades de vecinos. «Ha sido un 'boom'. No paran de llamarnos para preguntarnos si pueden poner este tipo de aparatos en las fachadas de los edificios o no».

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Explica que en su respuesta son muy estrictos para cumplir la normativa. «Tienen que ponerse en los patios y que sean unidades de split exteriores y no grandes aparatos».

«Con la ola de calor no paran de llamarnos para hacernos preguntas sobre la instalación de aparatos de aires acondicionado»

Carmen Cortés

Administradora de fincas

Reconoce que con la reciente ola de calor han recibido muchas llamadas. «Hay viviendas que solo tenían un split y ahora están demandando ponerlo en cada habitación», añade.

Eso sí, las personas mayores suelen tirar de refrigeradores portátiles y en algunos casos de aparatos que llevan utilizando mucho tiempo y ya no son tan eficientes, por lo que no funcionan al rendimiento necesario para afrontar temperaturas tan extremas.

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Y es que en la madrugada del pasado miércoles, prácticamente toda la región sufrió una noche tropical, que en climatología son aquellas en las que la temperatura mínima no desciende de los 20 ºC. También las hay que padecieron una tórrida, aquellas en las que las mínimas no bajan de 24 o 25 ºC.

Las noches infernales es más complicado que se den. Es un término que ha irrumpido con fuerza, aunque aún no esté incluido en el diccionario meteorológico, y que hace referencia al calor extremo en las que el mercurio no baja de 30° C de mínima. Según la Aemet, cada vez se hablará más de ellas. «De momento no hay muchas, pero ya tenemos algunas noches infernales», indican.

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De hecho, Extremadura es una de las regiones en las que ya se han registrado estas temperaturas. Es más, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), en la última ola de calor decretó el riesgo extremo y alerta roja en la comarca de las Vegas del Guadiana, que alcanzó el pasado miércoles hasta 44 grados. El resto de la región ha estado en alerta naranja al superar los 40 grados. Fue la única comarca de todo el país que alcanzó este nivel de alerta.

Asimismo, toda la semana ha sido extremadamente calurosa, no obstante, la jornada del miércoles fue la más destacada de todas, pues los termómetros superarán ampliamente los 40 grados durante el día.

Impacto en la salud

Todo esto tiene un impacto en la salud, porque dormir mal y sometidos a estrés térmico puede tener muchas consecuencias a corto, medio y largo plazo, tal y como recoge el Plan de Vigilancia y Prevención de los efectos del exceso de temperatura sobre la salud, elaborado por la Consejería de Salud para este 2024.

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«Numerosos estudios epidemiológicos muestran un aumento significativo de la mortalidad por encima de un umbral térmico, y se ha demostrado que las temperaturas extremadamente altas inciden directamente sobre la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y respiratorias», detalla dicho plan.

«La exposición a temperaturas ambientales elevadas puede provocar una respuesta fisiológica insuficiente del sistema termorregulador. El calor excesivo puede alterar nuestras funciones vitales cuando el organismo es incapaz de compensar las variaciones de temperatura corporal», detallan en un documento de 34 páginas en el que aluden a las principales actuaciones que deben poner en marcha según el nivel de riesgo que puede existir para la salud.

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Y es que las altas temperaturas, según este informe, pueden provocar problemas de salud como calambres, deshidratación, insolación y golpes de calor con problemas multiorgánicos que pueden incluir síntomas como convulsiones e incluso hasta coma.

Las personas mayores y los menores son los más sensibles a los cambios de temperatura, así como aquellos que padecen determinadas enfermedades crónicas, sometidas a ciertos tratamientos médicos o con discapacidades que limitan su autonomía.

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