Carretera que une las dos localidades pacenses, a la altura del hospital comarcal. ESTRELLA DOMEQUE

La fusión Don Benito-Villanueva sería la más importante del país en este siglo

España ha vivido en esta centuria solo dos uniones de municipios, ambas en Galicia y de localidades mucho más pequeñas que las dos extremeñas

Sábado, 18 de septiembre 2021

La de Don Benito y Villanueva de La Serena, si al final se completa, no será la primera fusión de municipios que se produzca ... en España en este siglo, aunque sí la más importante con diferencia. Hay al menos dos precedentes, ambos en Galicia. Hay también algún intento frustrado. Y un tercer ejemplo en los años ochenta en Castilla y León. Pero en todos los casos se trató de uniones de ayuntamientos mucho más pequeños que los dos pacenses que el pasado martes anunciaron que ya han iniciado el proceso para juntarse y constituir una única ciudad. Si cumplen su hoja de ruta en común, esa nueva localidad nacerá en el año 2031, estrenará nombre y será la segunda de la comunidad autónoma por Producto Interior Bruto y la tercera en población, con casi 64.000 habitantes.

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La última estación del viaje que acaba de empezar en Las Vegas Altas será la publicación en el Boletín Oficial del Estado de un texto que se parecerá mucho al que este soporte recogía el 27 de enero de 2017, certificando «la fusión voluntaria de los municipios de Cerdedo y Cotobade». A diferencia del proyecto extremeño, que prevé convocar un concurso de ideas para elegir la denominación de la ciudad resultante, los dos pueblos pontevedreses no se anduvieron por las ramas y eligieron llamarse Cerdedo-Cotobade.

En el momento de la unión, la primera tenía 1.781 vecinos y la segunda 4.290, lo que dio lugar a una localidad de 6.071 habitantes. Hoy tiene 5.697, es decir, en cuatro años y medio ha perdido un seis por ciento de su población, según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística, aunque el alcalde tiene otros. «A 31 de diciembre de 2020, teníamos 107 vecinos más que un año antes», asegura por teléfono Jorge Cubela, del PP, que achaca el desfase a que «el censo estaba sin depurar».

Cifras al margen, una pista sobre cómo funciona este joven municipio gallego la da su web, que ofrece un teléfono para llamar a Cerdedo y otro para Cotobade. Detalla también que los dos antiguos edificios consistoriales siguen abiertos, uno de ellos como sede fiscal, y que hay dos bibliotecas y dos juzgados de paz. «Mantenemos las dos sedes abiertas por la distancia, pero tenemos un único secretario, un interventor, un técnico de Urbanismo y una única brigada de obras», apunta Cubela. «Además –añade–, hemos redimensionado servicios y unificado ordenanzas, sobre todo las fiscales».

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Dos sedes en funcionamiento

También mantiene abiertas sus dos antiguas sedes consistoriales el 'concello' de Oza-Cesuras, nacido en junio del año 2013 al unirse Oza dos Ríos y Cesuras, en la provincia de La Coruña.

En el momento de fusionarse, el primero tenía 3.204 habitantes y el segundo, 2.131, por lo que la entidad resultante echó a andar con 5.275 habitantes. Ahora tiene 5.096, o sea, ha perdido un tres por ciento de su población. Los contrarios a la fusión se agarrarán a este dato para criticarla, mientras los partidarios dirán que es una prueba de que ha logrado frenar el declive que en otros municipios de Galicia y de España es mucho mayor. Esta agrupación, la primera del siglo en España, se produjo antes de la entrada en vigor de la ley que regula hoy estos procesos (la de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local, de 2013), que trata de fomentarlas con incentivos fiscales a los que Oza-Cesuras no pudo acogerse.

Otro precedente de fusión municipal en España es el de las localidades guipuzcoanas de Ezkio e Itsaso (601 habitantes entre los dos), aunque su caso es diferente a los dos gallegos y no tiene nada que ver con el plan de Don Benito y Villanueva de La Serena. Un decreto franquista ordenó la unión de los dos pueblos en el año 1964, la Diputación de Guipúzcoa autorizó en 2016 la anulación de aquella orden del dictador, pero esa vuelta a la independencia duró unas pocas semanas, porque el Estado recurrió al entender que no se cumplía la exigencia legal de sumar más de cinco mil habitantes y la justicia le dio la razón. El pasado 1 de enero se hizo efectiva la sentencia y los dos municipios han vuelto a ser uno definitivamente.

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Se zanjó así la historia de una fusión obligada, como otras que decretó el franquismo. Las dos gallegas, por contra, fueron voluntarias, como lo sería la extremeña y como lo fue la de Junta del Río de Losa y Junta de San Martín (Burgos) en el año 1981, que dio lugar a Valle de Losa (481 habitantes tiene ahora).

En intentona, sin embargo, se quedó el plan de cuatro municipios leridanos que en el año 2013 le presentaron a la Generalitat su proyecto para fusionarse. Fueron Alt Àneu (414 residentes), Esterri d'Àneu (804), La Guingueta d'Àneu (289) y Espot (366), poblaciones muy pequeñas en comparación con Don Benito y Villanueva de La Serena, que si al final se unen firmarán un capítulo clave en la historia del municipalismo en España.

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