El futuro Plan de Residuos recibe el triple de alegaciones que el vigente

La Junta publicó en octubre pasado la versión inicial del PIREx y debe aprobar el definitivo a mitad de este año. El documento recoge no solo cómo está la región en producción y gestión de todo tipo de residuos sino la hoja de ruta a seguir.

De forma general se indica que el depósito de los residuos en vertederos «no tiene sentido en una economía circular» donde prima el reciclaje, pero cuando no es posible su reaprovechamiento debe producirse «el depósito en un vertedero que proporcione el mejor resultado ambiental».

En este sentido, el Plan que se ha publicado inicialmente recoge que los vertederos de residuos industriales son deseables en la región para que se reduzcan los traslados de desechos a otras regiones. Se dice que «con el fin de cumplir con los principios de autosuficiencia y proximidad establecidos en el artículo 9 de la Ley 7/2022, de 8 de abril, de residuos y suelos contaminados para una economía circular, se considera necesario fomentar la construcción de una instalación para la eliminación de residuos industriales no valorizables».

Ya decía lo mismo para el periodo 2016-2022, pero no se ha dado el visto bueno ni construido ningún vertedero de estas características. Se aprobó que «sería conveniente» disponer de uno con una capacidad no superior a las 25.000 toneladas anuales.

«Tal actuación no ha sido llevada a cabo, por lo que el nuevo PIREx 2023-2030 insistirá en fomentar la construcción de una instalación, pero en esta ocasión con una capacidad aproximada de 130.000 toneladas anuales», se agrega en el texto.

Un total de 35 alegaciones de entidades locales, organizaciones y ciudadanos particulares buscan condicionar o impedir, en su caso, proyectos como el de Salvatierra. Está ahora en punto muerto. La Junta ha rechazado la tramitación de los permisos ambientales y el promotor ha recurrido este archivo ante la Administración autonómica.

Las alegaciones «se estudiarán y contestarán dentro del procedimiento de evaluación ambiental estratégica del Plan, que se prevé aprobar a finales del primer semestre de este año», indica Transición Ecológica.

Siete de ellas las ha presentado la Asociación Cultural 'Amigos de Salvatierra'. Recurre porque vislumbra en el PIREx presentado una «insuficiente protección de la dehesa, de yacimientos arqueológicos, de sitios donde nacen arroyos y cursos de agua, de edificaciones habitadas, de carreteras de montaña y de alto valor ambiental y de áreas de interés artesanal».

Además «no se esta establece una capacidad máxima de las futuras instalaciones. Sugerimos que el nuevo Plan establezca criterios claros y concretos sobre el tamaño de las nuevas instalaciones, fijando un límite máximo a la capacidad de las mismas».

El vertedero que pretende instalar la empresa Hozono Global en Salvatierra se plantea para 178.000 toneladas/año dentro de una instalación para gestionar 289.000 toneladas anuales.

La plataforma Salva Tu Tierra, como ya informó HOY el pasado 19 de diciembre, ha registrado también sus propuestas.

En clave política, Podemos es una de las entidades que ha presentado alegaciones al PIREx. Cree que «plantea condicionantes más livianos a la implantación de estos macrovertederos». Reclama que no se otorguen ayudas públicas a entidades privadas para el establecimiento de empresas gestoras de residuos.

Solicita que los costes de gestión de los residuos, incluidos los de infraestructura y funcionamiento, así como los relativos a impactos medioambientales, «sean sufragados por el productor inicial de residuos».

También se solicita en las alegaciones que se haga mayor hincapié en el Pirex a la prevención, realizando para ello controles más exhaustivos, «para evitar vertidos de materiales pesados en campos de cultivo destinados al consumo humano». Igualmente pide aumentar las sanciones en la ley de residuos y suelos contaminados.

Por su parte, Ecologistas en Acción ha introducido un «amplio documento alegando tanto aspectos técnicos como económicos». La asociación quiere «una gestión apropiada y planificada de los residuos, tanto en la recogida, como en los procesos sucesivos de separación, transporte, reciclaje, transformación, reparación, reutilización o descarga en vertederos».

Esto podría significar, argumenta, «un cambio de paradigma en los sectores emisores de residuos, en vez de convertir a Extremadura en una sucursal de macrovertederos debido a la escasa legislación respecto a la gestión sostenible de los mismos».

Este PIREx debería marcar la «obligatoriedad en la selección y el reciclaje del mayor número de productos posibles en todos los centros públicos y empresas de Extremadura. En todos debería ser obligado el reciclaje, así como la disposición de sistemas adecuados de recogida (contenedores de diversos tipos, papeleras con varias divisiones,..), marcando un plazo concreto para su implementación».