R. H.
Martes, 6 de febrero 2024, 12:56
Pablo Herrera, agricultor que estaba esta mañana en Santa Amalia en la N-430, decía hoy que «los agricultores y los ganaderos estamos en un punto crítico, de asfixia. Como esto siga así el que esté va a aguantar hasta que pueda y el que ... se jubile no va a tener quien lo releve porque al final se irá a trabajar a otro lado donde pueda y no sé lo que vamos a comer. Nuestra intención es quedarnos aquí indefinidamente, hasta que nos quieran escuchar. Se tienen que sentar con nosotros, no con los sindicatos sino con los agricultores y ganaderos para llegar a un acuerdo, y el acuerdo es la derogación de la Agenda 2030», ha manifestado a pie de carretera hoy.
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Antonio Aparicio, de Losar de la Vera, también estaba este martes participando en las protestas del campo. «El relevo generacional no existe. La tierra se va a quedar para los incendios. Nuestros hijos no van a vivir del campo y nosotros salimos a la calle porque no podemos vivir del campo. Protestamos a título personal para que esto llegue a las conciencias. Queremos una protesta pacífica y que se sepa que no va a haber relevo generacional. Desde las Administraciones están intentando todo lo contrario y no nos quieren ni ver, no sé si porque hay acuerdos con países extranjeros, pero nos están hundiendo».
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Por su parte, otro agricultor, Ángel, ironizaba esta mañana desde La Roca de la Sierra. «Estamos muy a gusto con los políticos, por eso estamos aquí», ironizaba este miembro de Asaja, pero que decía que no le representa ninguna organización. «No nos defienden para nada», ha declarado en mitad de la protesta. Sus problemas son el encarecimiento de los abonos, de las semillas y que a sus productos les pongan otros los precios, un conjunto de causas que califica como «un desastre». Además, añade que la PAC es inviable.
«No deberíamos estar subvencionados, todo el mundo dice que vivimos de las subvenciones y no es cierto. Ahora mismo el porcino no está subvencionado. Además, si el producto nuestro valiera lo que tiene que valer no necesitaríamos estar subvencionados. Lo que no podemos es tener tierras que no están preparadas para sembrar y que estemos obligados a sembrarlas por una subvención y por las que pagamos unas rentas muy altas. Y luego está lo que nos pagan comparado con el precio al que llega al supermercado, lo cual es inviable», decía esta mañana este hombre del campo para quien la burocracia también es otro lastre.
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