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A Extremadura, aunque no es la tónica habitual, también llegan médicos especialistas para trabajar en el SES. Uno de los últimos en asentarse en uno ... de sus hospitales es Juan Chaviano, neurorradiólogo intervencionista que está haciendo posible que eche a andar una nueva sección en el área de salud de Cáceres. Con él ya se está tratando a pacientes que antes tenían que desplazarse a Badajoz e incluso fuera de esta comunidad autónoma.
Su llegada supondrá un antes y un después para muchos extremeños. Se incorporó al Hospital Universitario de Cáceres en septiembre y desde entonces se ha puesto en marcha la sección de Neurorradiología Intervencionista. Con ella, a través de imágenes de rayos X se examinan los vasos sanguíneos del cerebro.
Nunca antes el área de salud cacereña del SES había contado con un neurorradiólogo intervencionista y en consecuencia no se habían realizado determinadas intervenciones como la embolización de aneurismas cerebrales, un tratamiento para curar una dilatación anómala de una arteria, es decir, una de las patologías más graves y repentinas que existen y que pueden provocar la muerte.
«Ya hemos hecho bastantes tratamientos y los resultados han sido muy buenos», explica el doctor Chaviano, que apenas en medio año ha tratado a 20 pacientes. «Parecen pocos, pero realmente son muchos en este ámbito», matiza.
También tratan fístulas arteriovenosas y algunas malformaciones, además desobstruyen arterias del cerebro cuando se da un ictus, algo que ya se hacía y que ahora se espera que sus tratamientos aumenten en un 40%.
Pero, ¿cómo lo hace? Su trabajo es una mezcla entre ingeniería y medicina. En términos coloquiales, él mismo se define como un 'fontanero' del cerebro. «Las arterias no dejan de ser tuberías milimétricas que llevan la sangre al cerebro. De una manera muy sencilla de explicar, desatascamos y reparamos tuberías a nivel cerebral», detalla el especialista.
Su aliada es la cirugía de mínima invasión, que permite un menor riesgo y tiempos de recuperación más rápidos; la tecnología de vanguardia y materiales de última generación. Desde equipos de imagen avanzados hasta dispositivos de navegación innovadores.
Ya no es necesario abrir el cráneo para tratar un aneurisma, sino que con catéteres y guías microscópicas se puede acceder a las áreas afectadas del cerebro con incisiones mínimas.
Lo explica Chaviano de forma didáctica y como si fuera un viaje por el cuerpo humano. «Comenzamos con una pequeña punción en la arteria femoral en la ingle, nuestro punto de partida. Desde allí, seguimos el curso de la arteria hasta llegar a la ilíaca, una vía que nos lleva directamente a la aorta, la gran arteria que sale del corazón. Una vez en la aorta, ascendemos como si estuviéramos subiendo una montaña hasta llegar a la bifurcación donde se encuentra la arteria carótida, una vía vital que nos conduce hacia el destino final: el cerebro. Continuamos por la arteria carótida hasta llegar a las ramificaciones más pequeñas que nos llevan a diferentes áreas del cerebro. Una vez en las arterias cerebrales, llevamos a cabo diferentes procedimientos para tratar problemas como aneurismas o coágulos, conocidos como ictus hemorrágico e isquémico respectivamente, utilizando instrumentos especiales que se introducen a través del catéter. Una vez completada la intervención, retrocedemos por el mismo camino hasta llegar a la arteria femoral, como si estuviéramos regresando a casa después de un largo viaje», explica Chaviano, cacereño de 34 años que se ha formado en varios hospitales del país y del extranjero.
Ha pasado por centros hospitalarios de Zamora, Madrid, Oviedo y el centro Alfried Krupp Krankenhaus, en Alemania, un hospital que cuenta con algunos de los neurorradiólogos más prestigiosos del mundo.
Estudió en Salamanca y siempre quiso ser neurorradiólogo intervencionista. Para ello se fue de la región para formarse en las técnicas más innovadoras. «Siempre tuve la necesidad de volver a la tierra para aportar algo diferente en la provincia de Cáceres, algo que no se estaba haciendo», apunta el doctor.
Ahora espera que su regreso a Extremadura sea fructífero. En este camino le acompaña el jefe de Servicio de Radiodiagnóstico de Cáceres, Urbano de la Calle; el jefe de Radiología Intervencionista, Sergio Moyano, y toda la unidad de Radiología del complejo Hospitalario Universitario cacereño.
Además, otra de la radiólogas del equipo, Paula Parra, se está formando en técnicas intervencionistas en hospitales del país y en Oviedo, en el mismo centro por el que ya pasó Chaviano.
Entre los objetivos está llegar a hacer intervenciones que nunca se han hecho en la región. Y es que Chaviano es un fiel defensor de que «esta es un tierra que está en expansión, una gran desconocida y en ella hay muchas posibilidades de crear proyectos que ayuden al desarrollo personal y al ciudadano».
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