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Maribel, la madre de Elena, en una de las zonas de recreo de su hija en casa. :: J.I. MÁRQUEZ
Una madre pide un cuidador exclusivo para que su hija discapacitada vaya al colegio

Una madre pide un cuidador exclusivo para que su hija discapacitada vaya al colegio

El centro donde fue matriculada carecía de un asistente técnico especializado, por lo que se le ha asignado otro donde debe compartir la ayuda con otros tres niños

Juan Ignacio Márquez

Viernes, 6 de octubre 2017, 23:14

Una madre de Fregenal de la Sierra pide un cuidador para que su hija, discapacitada, pueda asistir a clase. Defiende que la pequeña necesita apoyo constante, por lo que no puede compartir un ATE (asistente técnico especializado) con otros escolares, como suele ser habitual.

María Isabel Perogil Saban, la madre de la niña afectada, lleva varias semanas buscando sin éxito una solución definitiva. La pequeña Elena empezó el curso en periodo de adaptación en el CEIP San Francisco de Asís de Fregenal de la Sierra, donde quedó matriculada, pero la falta de un ATE cuidador en este centro hizo que la administración derivase a la estudiante al CEIP Arias Montano, también en Fregenal.

En este segundo centro, según explica María Isabel, hay una persona que desarrolla el servicio de ATE para tres alumnos más. Para esta madre la situación es insostenible. «Mi hija necesita una atención permanente como recoge el informe elaborado por la Asociación de Parálisis Cerebral de Badajoz (Aspaceba) al señalar que es imprescindible para ella la presencia continuada de una persona para que la ayude a su correcta integración en el centro escolar, que le permita establecer relación con el resto de sus compañeros y le ayude en su desarrollo global». Elena necesita un apoyo y supervisión continuos para su desplazamiento, aseo o alimentación. Precisa control postural y técnicas específicas para poder comer, controlar su posicionamiento, ser guiada para la realización de actividades, que la ayuden a la hora de realizar cambios posturales y recibir una permanente estimulación multisensorial, explica su madre.

El nuevo colegio, alega también María Isabel, no es adecuado dadas sus instalaciones. «Está partido en dos edificios, lo que obligaría a mi hija, varias veces al día, a salir del centro yendo de un edificio a otro, siempre ayudada por alguien y a riesgo de tener que cruzar por una calle pública y un patio bastante amplio para acceder a servicios como aula matinal, comedor, clases de técnicos especializados en audición y lenguaje o pedagogía terapéutica».

Para la afectada «lo más lógico sería dotar al CEIP San Francisco de Asís de ATE, que a día de hoy no tiene, y su formación se realizaría más acorde con sus múltiples necesidades en un edificio que ofrece mejores condiciones de movilidad y donde Elena recibiría todos los servicios antes indicados en la misma planta en la que trabajaría con sus compañeros en el aula de Educación Infantil».

Elena tiene una hipotonía severa, o lo que es lo mismo, falta de tono muscular y además sufre nefrectomía, ya que le falta el riñón derecho. Su grado de discapacidad es del 38% y tiene reconocida una situación de dependencia de grado 3.

«Después de reunirme con la delegada provincial de Educación, que como madre entendió perfectamente el problema, no me parece razonable que, ante una situación como esta, se escatimen recursos por no dotar a un centro de un servicio necesario, que no tiene y no se atienda una necesidad severa de apoyo intensivo y generalizado como la que tiene Elena». «Yo estoy decidida a seguir luchando por algo que me parece de justicia, esperando que la administración educativa comprenda este caso y reconsidere su decisión», concluye María Isabel.

Respuesta de la Junta

Por su parte, la Consejería de Educación y Empleo asegura que le ha explicado a la madre de la menor que el dictamen de escolarización determina que la niña debe asistir a clases al CEIP Arias Montano, que es donde la consejería garantiza que se atienda a esta estudiante con todas las garantías, ya que este centro sí dispone de un recurso indispensable para atender a este alumnado, un ATE cuidador.

«El ATE no es personal docente, sino laboral, que colabora con el personal docente acompañando a los estudiantes en las entradas y salidas de clase, en los periodos de recreo y acompañándole también a los servicios cuando sea preciso», detallan desde la administración.

«Dado que los recursos extraordinarios para la atención a la diversidad son costosos, nuestra comunidad autónoma, como el resto, en el ejercicio de su competencia planificadora y de gestión eficaz de los recursos públicos, tiene repartidos dichos recursos por algunos centros, no en todos cuando se trata de localidades en las que hay más de un centro educativo. En el caso concreto de Fregenal de la Sierra, el ATE cuidador se encuentra en el CEIP Arias Montano. Por eso, se le ha comunicado a la madre de la menor que para garantizar la atención de su hija debe llevarla a clase en dicho centro educativo», concluye la Consejería de Educación.

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