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Once profesionales en la categoría de Facultativos Especialistas de Área, 14 en la categoría de Médico de Familia y uno más en Atención Continuada. Extremadura tiene hoy a 26 médicos que están ejerciendo sin contar en el título homologado, según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad. No significa que no tengan la formación pertinente y que no sean especialistas en lo que trabajan; solo que el título que lo acredita, al menos por el momento, no ha sido homologado por el Gobierno de España.
«Porque se trata de médicos que lograron el título en sus países de origen en los que la formación práctica que se requiere, por ejemplo, es inferior a la exigida en el MIR», explica Luis Tobajas, director de Planificación, Formación y Calidad Sanitaria y Sociosanitaria del SES.
En esta situación hay 5.500 médicos en el conjunto del país. Facultativos que están trabajando en la sanidad pública y cuyos títulos esperan ser homologados. Es el motivo por el que Extremadura y el resto de comunidades autónomas han solicitado al Ministerio de Sanidad celeridad en la tramitación. «Hay expedientes que llevan más dos años y que siguen sin resolverse», detalla Luis Tobajas.
Es el representante de la sanidad extremeña en el grupo de trabajo que el pasado octubre se constituyó para debatir y consensuar medidas que palíen la falta de médicos en España. Y una de las propuestas es agilizar la tramitación de la homologación de los títulos, «pero con seguridad y rigurosidad», deja claro Tobajas. «Porque el objetivo prioritario es la seguridad del paciente y la calidad en la asistencia sanitaria», añade.
De ahí que la celeridad pedida por las comunidades, y prometida por el Ministerio, deba ir acompañada de la formación adicional que requieran los médicos cuyos títulos no están homologados. Motivo por el que las comunidades se han comprometido a facilitar y abonar las prácticas precisas a los médicos que tramitan su homologación, la mayoría extracomunitarios, para que ésta sea posible.
«El objetivo es que alcancen los años de práctica que tenemos en nuestro sistema MIR», señala Tobajas. Con 47 especialidades médicas con entre 4 y 5 años de prácticas, en las que van rotando por los diferentes servicios hospitalarios. Es el motivo por el que algunos de los médicos que tramitan su homologación requerirán seis meses de prácticas y otros dos años, «en función de la formación que hayan tenido en sus países de origen, que suele ser más similar con la nuestra la que se da en otros países de Europa que en los extracomunitarios».
Las comunidades, por eso, se han comprometido a que los médicos culminen su formación durante el periodo y las rotaciones que sean precisas en los hospitales, «de tal modo que una vez las comisiones docentes de los hospitales den el visto bueno a los facultativos, en los casos que así sea, el Ministerio agilice la tramitación, recorte la burocracia que existe». Para que las homologaciones se produzcan. «Porque hay expedientes de médicos que ya han culminado sus prácticas y, sin embargo, sus homologaciones están paradas».
Además de esta celeridad, el grupo de trabajo acordó en su reunión del pasado lunes que sea obligatorio para los médicos que acaban su residencia en la sanidad pública permanecer en el sistema de la región en el que se han formado durante uno o dos años.
«Hemos decidido por unanimidad, porque los problemas son comunes en todas las comunidades, modificar la normativa en vigor para que los residentes que acaban por ejemplo en el SES, que se han formado en nuestra sanidad pública, permanezcan al terminar su formación en ella durante uno o dos años», adelanta Tobajas. Para que ocupen las plazas que son de difícil cobertura. En el caso de Extremadura, las que se ubican fundamentalmente en zonas rurales y en hospitales pequeños.
«Consideramos que es justo que devuelvan a la sociedad el esfuerzo que ésta ha hecho en su formación». Los cuatro o cinco años de MIR, en función de la especialidad elegida por el médico, «cuestan a las arcas públicas en torno a 300.000 euros», detalla Tobajas. Porque durante la residencia cobran por recibir formación, «si bien es cierto que en los últimos años fundamentalmente, además de formarse, trabajan».
Por otro lado, Ministerio y comunidades autónomas también están estudiando la necesidad de ampliar las plazas MIR, la formación práctia que deben realizar los médicos una vez tienen el título para convertirse en especialistas y así poder ejercer en la sanidad española.
«La realidad hoy es que tenemos el mayor número de estudiantes de Medicina en el primer curso de los últimos años, unos 7.400; y, sin embargo, ofertamos anualmente 6.500 plazas MIR, de tal modo que casi un millar de licenciados no pueden acceder a la formación especializada», explica Luis Tobajas. Es el motivo por el que el grupo de trabajo han considerado preciso que se igualen las plazas, para que la oferta MIR pueda atender a la demanda, a los médicos que salen cada año de las facultades.
Esto significa que los sistemas sanitarios, también el extremeño, necesitan ampliar sus unidades docentes para acoger a los nuevos MIR. «Y acreditar una unidad conlleva una larga tramitación; por eso, hemos acordado que baste con una declaración responsable del servicio para asumir más residentes e iniciar su formación, mientras se tramita y acredita la unidad docente».
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