El AVE multiplicará por cinco la demanda de viajeros del corredor Madrid-Badajoz

El departamento que dirige José Luis Ábalos expone al público desde ayer el estudio informativo del tramo Madrid-Oropesa, el último que falta para completar la línea AVE que comunica la capital española con Extremadura y continuará hasta Lisboa. Entre los documentos que acompañan a la publicación se encuentra un estudio de rentabilidad que recoge las previsiones de viajeros y las ventajas asociadas a este medio de transporte, como la reducción de emisiones contaminantes.

En ese estudio se plantean distintos escenarios para el corredor entre Madrid y Badajoz en función del avance de las obras en marcha. En la situación actual, según datos de 2016, se llega a 475.000 viajeros al año, tanto en las comunicaciones interiores como en las relaciones con la capital española.

El documento señala que 2023 será el primer ejercicio completo en el que esté en servicio el nuevo tren rápido entrePlasencia y Badajoz. Según los modelos, en ese año se llegaría a 870.000 viajeros. El siguiente salto se daría en 2025, cuando está prevista la entrada en servicio de los tramos entre Navalmoral de la Mata y Plasencia. Gracias a esa mejora, la cifra estimada pasaría de 1.038.000 viajeros.

En 2030, con el tramo entre Oropesa y Madrid, se llegaría a más de 2,5 millones de viajeros al año. Aunque el documento no lo especifica, se entiende que en ese momento la línea extremeña estaría adaptada al ancho internacional (actualmente se monta en ancho ibérico). Por el contrario, deja claro que no se contemplan más mejoras en la región, como nuevas estaciones en Plasencia y Cáceres y el paso del tren por el casco urbano cacereño.

En cuanto a los tiempos de viaje, en 2023 el trayecto desde Madrid tendría una duración de 2 horas y 44 minutos hasta Plasencia (algo mejor que en la actualidad), 3.04 a Cáceres (40 minutos menos), 3.32 a Mérida (una hora y diez menos que ahora) y 4.21 a Badajoz (una hora menos). Estos datos serían siempre en el mejor de los casos, de modo que para lograr ese resultado en el caso de las tres capitales implicaría no pasar por Plasencia. Lo mismo sucedería en el futuro con la línea completa hasta Lisboa.

Para 2025, con la entrada en servicio de la línea desde Navalmoral, los tiempos se reducen en veinte minutos en cada caso. En 2030, ya con la línea completa, la ciudad morala también se vería beneficiada por las obras al lograr la conexión con Madrid en una hora y 20 minutos (actualmente pasa de dos horas). En cuanto al resto, el trayecto a Plasencia sería de una hora y 35 minutos, a Cáceres de 1.50, a Mérida de 2.26 y a Badajoz de 2.31 (sin pasar por Plasencia ni Mérida).

Las cifras sobre viajeros se consiguen gracias a que la línea extremeña contempla el paso por Toledo, como propuso el Ministerio deFomento del popular Íñigo de la Serna cuando encargó el estudio informativo en 2017. Esto otorga un valor añadido, así como un ahorro de unos 60 millones.

Eso sí, queda lejos la previsión de unir las dos capitales ibéricas en dos horas y 45 minutos. Ahora, en el mejor de los casos, se estima que el AVE de Madrid a Lisboa tardaría cuatro horas y 45 minutos y solo con paradas en Toledo, Cáceres y Badajoz.

Aunque el proyecto final no se parezca al que se esperaba cuando se anunció el AVE entre Madrid y Lisboa, al menos el Ministerio de Transportes da un paso imprescindible para poder mejorar el principal corredor ferroviario de Extremadura en 2030, como exige la Unión Europea.

En ese año debe estar completada la red básica ferroviaria europea, que incluye la conexión con Portugal por Extremadura como parte del denominado Corredor Atlántico.

Para que eso sea posible, solo falta el tramo entre la capital española y Oropesa, en el límite con la provincia de Cáceres. La propuesta inicial era aprovechar el AVE Madrid-Sevilla e iniciar una nueva línea a la altura dePantoja, al noreste de la provincia deToledo. Así se recogía en el estudio informativo aprobado en 2008, pero la declaración de impacto ambiental caducó porque nunca se iniciaron las obras.

Ante la necesidad de elaborar un nuevo proyecto, en 2017 se planteó otra posibilidad, aprovechar la línea de alta velocidad ya construida hasta Toledo y prolongarla hasta el inicio del corredor extremeño en Talayuela.

Así lo plantea el nuevo estudio informativo, que maneja dos opciones para el paso por la capital manchega, con una nueva estación en ambos casos. Después pasaría por Torrijos, Talavera de la Reina y Oropesa. El coste, con expropiaciones, sería de 1.302 a 1.307 millones de euros.