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Cuando en 2011 Monago arrebató a los socialistas la Junta de Extremadura le cambió hasta el nombre y la rebautizó como Gobierno de Extremadura. Después ... llegó el cambio de color corporativo de la Asamblea del rojo al azul, entre otros movimientos dedicados a que se visualizara una nueva era.
En la legislatura que comenzó el año pasado ha vuelto a haber un viraje político, pero los cambios para borrar huellas del pasado están siendo mucho más sutiles. Un premio literario y otro del ámbito educativo han sido los primeros en ser modificados. Se ha hecho sin previo aviso por la vía de los correspondientes boletines oficiales, pero han levantado polvareda por las reacciones.
Las nuevas bases del premio literario Dulce Chacón hablan de valorar «únicamente la calidad literaria de los textos y de la trama». Pero ahora mismo este certamen ha cobrado interés no por estas cualidades en sus obras ganadoras sino por la polémica surgida al cambiar las reglas el Ayuntamiento de Zafra, que hace un año volvió a manos del Partido Popular.
Retirada de la principal vía de financiación –5.000 euros de la Diputación de Badajoz– , oposición frontal de la familia Chacón a las bases, o que el ganador tenga que pagarse los gastos para venir a Zafra a recoger el premio, el cual elimina además al jurado popular, son parte de los ingredientes de una trama urdida por políticos que podría acabar con uno de los premios literarios más prestigiosos de la región, creado hace veinte años.
Este galardón no es el único que también ha sufrido modificaciones. Este mes de junio se ha sabido que la Junta retiraba de las bases el nombre del socialista Tomás García Verdejo, profesor de Plasencia que fue director general con Rodríguez Ibarra hasta su fallecimiento en 2007 en accidente de tráfico, y que daba nombre a unos premios dedicados a las buenas prácticas educativas.
El PSOE ha protestado por la eliminación de este nombre quince años después, igual que la familia de García Verdejo, que expresó al conocer la noticia «gran decepción por la falta de humanidad y respeto hacia nuestra familia por no habernos avisado con antelación». Además, la Junta ha rebajado la cuantía del galardón, que pasa de 3.000 a 2.500 euros, y las bases han eliminado el término «educación medioambiental», sustituido por «sostenibilidad», e «igualdad entre hombres y mujeres», que pasa a ser «coeducación».
Tras las primeras protestas, según explicaron desde la Consejería de Educación, no han suprimido el nombre de García Verdejo sino que han «actualizado» los premios. La finalidad, argumentan, es «dar cabida a más docentes y más tipologías de centros». Además, era necesario adaptarse a las recomendaciones de la Unesco y a los objetivos de la Agenda 2030, así como a la modificación de la Ley Orgánica de Educación. Por todo ello, se ha creído conveniente cambiar el nombre y poner «una denominación genérica», indicaron a principios de mes desde la Junta.
Sin embargo, en el PSOE vieron motivos políticos en todos estos cambios y al día siguiente pidieron la restitución del nombre, dejando claro que la elección en su momento no obedeció a «motivos de ideología o sectarismo» sino a que fue un referente para miles de maestros «porque atesoraba todos los valores dignos de ser destacados como docente de prestigio».
En el caso del premio literario Dulce Chacón también ha habido reducción de costes y la familia de la escritora está visiblemente molesta. Aunque las partes enfrentadas se esfuerzan por llegar a unas bases de consenso para que esta no sea su última edición, al menos con el nombre original, de momento el premio sigue vivo.
El pasado 14 de mayo el Ayuntamiento de Zafra anunció las cinco novelas finalistas de la XIX edición del Premio Dulce Chacón de Narrativa Española. El certamen lo organiza el Ayuntamiento de Zafra, en colaboración con la Junta y la Diputación de Badajoz. Está dotado con 9.000 euros brutos y la escultura 'El Abrazo', obra del mallorquín Iñaki Martínez, aunque esto último ha desaparecido de las nuevas bases, que hablan «de un diploma acreditativo o de cualquier otro elemento que se considere oportuno por la Concejalía de Cultura o por la Alcaldía de la ciudad».
Fue el 11 de abril cuando el Boletín Oficial de la Provincia publicó las nuevas bases que regirán ahora este galardón literario de carácter nacional. Y las bases han generado polémica tras hacerse públicas las obras finalistas, que nada tienen que ver con esta cuestión, como insisten los familiares y allegados de la escritora extremeña, quienes han difundido un manifiesto contra las nuevas reglas firmado por unas trescientas personas. Tampoco discuten la calidad de los miembros del jurado que ha seleccionado los mejores textos, dado que sus componentes en la presente edición son otra de las novedades: el presidente es José Luis Gil Soto, escritor y secretario general de la Consejería de Cultura de la Junta de Extremadura; y los cuatro vocales son Antonio Chacón Gutiérrez, abogado; Félix Ortiz Vivas, profesor; Manuel Candalija Valle, director del Área de Cultura de la Diputación de Badajoz; y Rafaela Cano López, escritora.
Dolores y Eduardo, como hijos de Dulce Chacón, y su hermana Inma, también escritora, encabezan el listado de firmantes de dicho manifiesto en el que recuerdan que el Premio Dulce Chacón de Narrativa Española fue creado en 2004, un año después de su muerte, en homenaje a la escritora zafrense, y consideran que estos cambios, a los que no encuentran explicación, desvirtúan su memoria y el Premio ya no representaría a Dulce Chacón, con lo que la familia se plantea retirar su nombre al mismo.
Los puntos de las nuevas bases con los que no está de acuerdo la familia Chacón y los firmantes son varios, como eliminar el jurado de expertos y el jurado popular, conformado por lectores de Zafra, lo que se considera una de las características que distinguía al Dulce Chacón.
Pero especialmente ha escocido la eliminación del legado de la escritora local que da nombre al certamen: «La defensa de los valores de dignidad, justicia y solidaridad vinculados a su vida y su obra». Ahora primará solo la calidad literaria de los textos y de la trama, algo que ya se valoraba en las anteriores bases.
La otra sorpresa ha venido por el recorte en la aportación económica del Ayuntamiento de Zafra, pues ahora será el ganador del premio quien se costee su viaje y alojamiento cuando venga a la localidad a recogerlo.
Básicamente, lo que piden los firmantes del manifiesto es restituir las bases anteriores, convocar un jurado popular y dejar al jurado actual y a los nominados tal y como están.
El alcalde de Zafra, Juan Carlos Fernández Calderón (PP) llegó al cargo tras las elecciones de mayo del año pasado arrebatándole la Alcaldía al PSOE. Esta semana aseguraba que, ante esta polémica y el debate que ha suscitado, él se siente «tranquilo».
El primer edil cree que ha actuado dentro de sus facultades legales y «con buena fe», pues el ayuntamiento es el que organiza, convoca y paga el premio, aunque sea con subvenciones públicas. Además, considera que se han publicado unas bases más operativas y transparentes. «Se ha tratado de hacer un premio literario –afirma– bueno, neutral y sin ideología».
Con todo, el regidor no oculta su malestar «porque están poniendo en la picota al premio», y opina que el desprestigio que pueda sufrir «no será por las bases, será por los enredos que han hecho determinadas personas, porque en mi opinión ese sentido patrimonial del premio lo está dañando».
El alcalde no está de acuerdo con las declaraciones sobre que nada tienen en contra del actual jurado, algo que dice que se ha criticado profusamente, y recuerda que incluso un miembro de la familia de Dulce Chacón forma parte del mismo.
En cuanto a la reducción de costes, Fernández explica que este ha sido el principal motivo por el que se ha decidido cambiar el jurado profesional, y porque en Extremadura, asegura, «tenemos a gente cualificada y con la suficiente capacidad de discernir un buen texto literario». Sobre las críticas del jurado popular, Juan Carlos Fernández defiende que no estaba contemplado en las bases ni quién lo compone ni cómo se gestiona.
Las nueva bases, publicadas en el BOP el pasado 18 de abril, dicen que «el Jurado será nombrado mediante resolución de la Alcaldía, y su ejercicio tendrá carácter indefinido, en tanto no se promulgue una nueva disposición. El desempeño como miembro del Jurado es honorífico y gratuito, si bien se podrán compensar los gastos que origine el mismo. A tal efecto, por resolución de la Alcaldía se establecerán los criterios e importes».
Por último, respecto a la eliminación del artículo en el que se hacía referencia a los valores como la de dignidad, justicia y solidaridad, dice el alcalde que «se ha hecho un premio neutral, que no se acoge a ningún valor porque todos los valores pueden servir, y ha de primar la calidad literaria. No se puede condicionar a un jurado a tener en cuenta solo unos pocos valores, pues puede dar a pensar que se está ideologizando un premio».
La consejera de Cultura de la Junta de Extremadura, Victoria Bazaga, ha señalado que los cambios han sido decisión del alcalde y el ejecutivo regional «no tiene nada que decir».
Quien sí se ha manifestado ha sido la Diputación de Badajoz, cuyo presidente, Miguel Ángel Gallardo, ha anunciado esta misma semana que la Institución Provincial retirará su apoyo al Premio si el Ayuntamiento de Zafra mantiene su idea de modificar las bases «provocando así la retirada del respaldo al certamen de la familia de la escritora zafrense».
Para Gallardo, las modificaciones son «un desprecio del Ayuntamiento a los principios básicos del Premio», con lo que adelanta que la Diputación de Badajoz apoyará el criterio y decisión que la familia tome. Cabe recordar que la Diputación de Badajoz es uno de los principales patrocinadores del certamen, aportando 5.000 euros anuales.
Por su parte, el alcalde recuerda que las mismas bases recogen que si no hay financiación suficiente el premio no podrá ser convocado, «pero este año la subvención de Diputación está concedida y abonada».
Premios culturales o del ámbito educativo hay varios en Extremadura. Dos de los más conocidos también tienen nombre propio vinculados indirectamente a la izquierda. Joaquín Sama (San Vicente de Alcántara, 1841), fue un conocido filósofo y profesor de la Institución Libre de Enseñanza. Pedagogo reformista y también abogado, ayudó a los obreros creando una 'caja de socorro'. La Junta de Extremadura concede unos premios con su nombre a la innovación educativa, un certamen que reparte 10.500 euros en tres premios. Por otro lado, el Premio literario Felipe Trigo existe desde 1981 a iniciativa del Ayuntamiento de Villanueva de la Serena, donde nació en 1841 este médico, militar, periodista, novelista y escritor de cuentos, que tuvo una etapa marxista y que acabó suicidándose a los 52 años. El gasto que suponen no siempre agrada a los consistorios. En 2011, al llegar el PP al poder en Extremadura la Junta de Extremadura le retiró la subvención. Era época de recortes en gasto público, pero el Ayuntamiento, en manos del PSOE, afirmó que el galardón se seguiría celebrando, aunque hubo que suprimir la tradicional cena donde se iba desvelando al ganador a través de descartes. Por otro lado, en Almendralejo entró el PP a gobernar en 2011 y se encontró con una deuda de 43.000 euros de la edición anterior de los premios literarios José de Espronceda y Carolina Coronado, que fueron suspendidos en 2011 y no se recuperaron hasta cinco años después cuando el PSOE volvió a gobernar.
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