Las olas de calor matan a 14 extremeños en la última década

Son las notificaciones de fallecimientos realizadas por la Subdirección de Epidemiología del SES desde el año 2012 hasta ahora. En el diagnóstico aparecía síncopes de calor, personas con patologías asociadas a la altas temperaturas.

En esta última década ha habido 114 casos y 61 necesitaron ingreso hospitalario. Este año, el SES solo ha recibido una notificación, pero fue el pasado 11 de mayo y la persona no fue hospitalizada.

En los últimos años, 2018, cuando se alcanzaron hasta 46 grados en Badajoz, ha sido el más letal en cuanto a golpes de calor en Extremadura. Fallecieron cinco personas y tuvieron que ingresar a 12.

Pero si hay un verano negro ese es el de 2003. Entre el 31 de julio y el 16 de agosto se ese año el calor se adueñó del territorio extremeño sin tregua. Los termómetros no bajaron en 17 días de los 40 grados de máxima en la ciudad de Badajoz, mientras la mínima más suave fue de casi 22 grados. Siete personas murieron.

Hay que recordar que entre las personas más afectadas por los golpes de calor suelen estar los mayores y los empleados con trabajos en el exterior como sucede en la construcción.

Para evitar las horas de mayor exposición al calor, en Extremadura se establece que entre el 12 de julio y el 12 de agosto los trabajadores de la construcción tengan una jornada reducida.

El peligro llega cuando hay olas de calor tan tempranas como la actual en la que se están superando los 40 grados. Toda la región estuvo este lunes en alerta naranja y se alcanzaron 42 grados. Este martes se llegará a 43 y mañana a 41, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).

Para evitar sufrir un síncope por calor, la Dirección General de Salud Pública del SES recuerda que hay que evitar la exposición al sol y actividades que supongan esfuerzo físico durante las horas centrales del día, al menos entre las 12.00 y las 18.00 horas, e hidratarse bebiendo como mínimo un vaso de agua cada dos horas aunque no se tenga sed.

También aconseja tomar comidas ligeras, evitar el alcohol y ventilar las viviendas abriendo las ventanas por la noche y cerrándolas durante el día.

En caso de sufrir síntomas como mareo, calambres, agotamiento, dolor de cabeza o confusión, el SES recomienda dejar la actividad que se esté realizando, beber agua, descansar a la sombra o en un sitio fresco, y a ser posible refrescarse con un baño o una ducha.

Si los síntomas se agravan con fiebre, dolor de cabeza fuerte, náuseas, pulso acelerado pero débil o pérdida de consciencia, es necesario llamar al 112 o acudir al centro sanitario más cercano.

La población de especial riesgo son los mayores de 65 años, menores de cuatro años, personas con enfermedades crónicas, trastornos de la memoria y con tratamientos médicos como diuréticos, neurolépticos, anticolinérgicos y tranquilizantes.

También se incluye a los consumidores de alcohol u otras drogas, las personas que viven en condiciones desfavorecidas, o las que sufren exposición excesiva al calor por razones laborales, deportivas o de ocio.