La ONCE busca vendedores de cupones para cubrir mejor todas las zonas de Extremadura

En la actualidad, en la región hay, en plantilla, un total de 563, 381 de ellos en la provincia de Badajoz y 182 en la cacereña. «Es una cifra aceptable pero volátil porque siempre hay bajas y altas», señala Rodríguez, quien añade que si dispusieran de más trabajadores se podría abarcar más «mercado, en algunas zona estamos más justos y siempre viene bien contar con algún vendedor porque buscamos para toda la región».

«Llevo un año y cuatro meses vendiendo aquí en Mérida (esquina de la calle Almendralejo con la plaza de la Constitución, en pleno centro) y estoy muy contento. Necesitaba trabajo y lo encontré con la ONCE», asegura a este diario Pedro Paredes Parra, de 40 años, y natural de Almendralejo.

Él es uno de los últimos vendedores de la ONCE que se ha incorporado a su plantilla y lo ha hecho –enfatiza– encantado a pesar de que tiene que venir a diario desde Almendralejo a Mérida para vender (25 kilómetros).

«Cuando salió la oferta de trabajo me dijeron dónde tenía que trabajar, cubrir una zona determinada. Me asignaron Mérida. Está muy cerca de casa y además es un buen sitio para vender. Estoy muy contento aquí», resume Paredes, que tiene una discapacidad física que le ha dejado maltrecha una rodilla.

Para ser vendedor de la ONCE se debe cumplir un requisito básico: tener un grado de discapacidad igual o mayor del 33%. Además, los agentes vendedores reciben un curso de formación inicial que deben superar.

Todo el procedimiento se realiza a través de Inserta, la entidad de Fundación ONCE especializada en la prestación de servicios de intermediación laboral, captación y desarrollo de talento con discapacidad y gestión del empleo. Tiene el objetivo de lograr la inserción laboral de las personas con discapacidad.

Todos los vendedores que entran a formar parte de la plantilla de la ONCE perciben un sueldo fijo de 1.134 euros. Es el Salario Mínimo Interprofesional. A esa cantidad se le añade otra variable, son las comisiones en función de la mayor o menor ventas que consigan.

«Al discapacitado le cuesta más encontrar trabajo que a otras personas. Es algo que todavía sigue ocurriendo aunque se haya avanzado, y por eso hay gente interesada en ser vendedor, porque esto es un trabajo tan digno como cualquiera», indica el responsable de Juego de la ONCE en la región. Sin embargo, ello no impide que hayan hecho un llamamiento para encontrar vendedores por ejemplo para comarcas como la de Alburquerque.

«Para Alburquerque y su zona hay dos habitualmente. Pero desde hace tiempo uno de ellos está de baja y saltó a los medios el anuncio, a través de la Agencia de Empleo y Desarrollo Local, de que se buscaba un vendedor. Quizás a algunos le sorprendió. A nosotros, lejos de molestarnos, nos viene bien cuanto más publicidad se dé para cubrir vacantes. Siempre buscamos gente para cubrir mejor las zonas», resume a este diario.

Apunta el jefe del Departamento de Juego de la organización que se necesitan más vendedores en zonas concretas como el área de la ciudad de Cáceres y alrededores; en el entorno de Fregenal de la Sierra y, por último, en la comarca de Plasencia. «Si en esos sitios, además de en Alburquerque, hay más personal, mucho mejor», refrenda.

Ismael Rodríguez desbroza que para ser vendedor no es necesario tener experiencia comercial previa. «Se valora pero no es imprescindible».

«Lo importante es que, además del requisito básico de una discapacidad mínima del 33%, la persona se sepa manejar en la venta por terminal móvil porque no todos están en quioscos y se mueven por varios puntos de las ciudades o por varios pueblos», agrega.

«Esto tiene su cosina (sic) pero te acabas acostumbrando fácil para las ventas», dice entre sonrisas el vendedor Pedro Paredes, quien destaca que haya podido empezar a trabajar en la ONCE.

«Tengo cuarenta años y tras el problema de la rodilla busqué en otro sitio pero no salió nada. Surgió esto de ser agente vendedor a través de Inserta y encantado de poder serlo», enfatiza feliz.