El plan contra las olas de calor en Extremadura prevé disponer de más camas y personal sanitario

Es un documento de actuaciones coordinadas entre la Junta y otras administraciones y entidades que busca dar respuesta inmediata a las olas de calor. El plan se activa hoy y llega hasta el 30 de septiembre aunque en función de las condiciones meteorológicas se podría extender a octubre. De hecho, este año se ha activado quince días antes de lo habitual, que suele ser el 1 de junio.

«Es un plan de trabajo multidisciplinar que no abarca solo un ámbito, como pueda ser el sanitario, sino que también mira hacia los servicios sociales, el ámbito medioambiental o meteorológico», resalta a HOY Juan Antonio Linares, subdirector de Salud Pública de la Consejería de Sanidad.

En 2004 se inició en España un plan nacional. Se puso en marcha de forma específica para reducir los efectos potenciales de las olas de calor durante el verano. La Junta de Extremadura ha mejorado esa normativa estatal reforzando los diversos ámbitos sobre los que se puede actuar.

«El objetivo es la prevención de daños a la salud por las altas temperaturas. Desde un enfoque sanitario, estas afectan a los menores de 4 años y lactantes, a los mayores de 65 años y a las personas con patologías crónicas de base. Pero cómo enfocar las olas de calor supera también el ámbito sanitario», añade Linares.

Hay que poner la vista en la parte social porque la marginación, el aislamiento, las personas dependientes, las discapacitadas y «las condiciones de habitabilidad de las personas con menos recursos» añaden factores de riego «que hacen aún más vulnerables a colectivos que precisamente por sus condiciones socio-sanitarias deberían estar más apoyado», se expresa en el plan.

«Información a la población, medidas de prevención y coordinación», son las claves, expresa el subdirector de Salud Pública. Las olas de calor pueden motivar que el número de personas afectadas se dispare y «está preparado un plan que incluya más medios por parte de las administraciones y colectivos para atender ese aumento».

Con los niveles de riesgo para la salud más elevados, el Plan prevé reforzar los «dispositivos de atención social» que, en el sanitario, se aplicaría en los equipos de Atención Primaria y hospitales, reservando más personal y camas, en su caso.

En el caso de los servicios sociales, ya sean municipales, regionales o los que gestionan Cruz Roja o Cáritas, se «contactaría de forma activa con los grupos de población de especial riesgo». Se trata de asegurar la atención, el tratamiento o el ingreso «en lugares adecuados de las personas que lo requieran», finaliza.